Latinoamérica: alentadores resultados de vacunación en Chile | El Nuevo Siglo
A AMERICA LATINA han llegado 28 millones de dosis de vacuna contra el covid y ya se ha aplicado la mayoría
Foto archivo El Nuevo Siglo - Diana Rubiano
Sábado, 20 de Marzo de 2021
Giovanni Reyes

Durante la tercera semana de este mes de marzo de 2021, por lo menos unos 100,000 chilenos con edades superiores a 60 años han logrado tener ya la vacuna contra el covid-19. Chile es de los países que va más adelantado, con mayor efectividad -eficiencia y eficacia- respecto a las vacunaciones de su población.  Cifras oficiales estarían indicando que para fines de marzo la vacunación tendría una cobertura de un 20% del total de habitantes del país.

Las cifras contrastan lamentablemente con las de otros países en los cuales las vacunas aún no llegan -caso de Guatemala u Honduras- o están llegando con una parsimonia que atenta contra la salud generalizada de la población -casos de Nicaragua, Venezuela o Haití. Estos resultados se relacionan con las posibilidades de adquisición de los fármacos, con la infraestructura física y la capacidad logística de los países. Un factor determinante es la institucionalidad que con anterioridad a la pandemia los países habían llegado a consolidar.

Es reconocido que, en la región latinoamericana, los países más funcionales, además de Chile y hasta cierto punto Argentina, se refieren a Uruguay, Costa Rica y Trinidad & Tobago. Se trata de naciones de poca población, pero que han logrado desarrollar instituciones inclusivas, tal y como lo subrayan autores como Daren Acemoglu y James Robinson. Sus indicadores de inequidad, de pobreza, indigencia y criminalidad, son mejores incluso que varios países considerados como de los más desarrollados.

Es lógico inferir que, en estas naciones, los procesos de vacunación se desarrollen con mayor celeridad, tengan mayor cobertura, y consecuentemente permitan ir abriendo mayores circuitos económicos.  Con esto se esperaría que los impactos de la pandemia se atenuaran o superaran hasta cierto grado, con los resultados sociales y económicos que se están generando en este 2021.

Como parte de los factores adicionales que inciden en la eficacia de la prevención, control relativo y vacunación contra el Covid-19 están la gobernabilidad y la gobernanza.  En el primero de los casos se hace referencia a las relaciones entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, al interior de los países.  Esta pandemia se está prestando, lamentablemente, a configurar un escenario y una dinámica, en las cuales los políticos tradicionales tratan de conseguir votos y “simpatías” a partir de peleas con el Ejecutivo en cuanto a aprobación de leyes. O viceversa, de confrontaciones de los gobiernos centrales con sus legislaturas.

Estas explicables o premeditadas trifulcas por lo general tienen mayor relación con la “política pequeña” que con las grandes políticas estratégicas de un país, las cuales deben tener un respaldo amplio a fin de desembocar en grandes, contundentes y sostenidas coberturas.  Muchas veces somos testigos de improperios infundados o de planes de reformas que hacen descansar el peso de la crisis en los sectores de por sí más vulnerables.

Con ello, se amplía el déficit de demanda que es recurrente en muchos países en desarrollo, con el desaliento que esto conlleva en el sector empresarial.  Es de subrayar que, en todo caso, el factor que anima la producción empresarial es la demanda.

En cuanto a las economías más grandes de la región, México se está aproximando a tener una cobertura de su población un poco por debajo de la media mundial de 3.5%.  En esto está influyendo el inicio de prevención y control de la epidemia que tuvo significativos retrasos. Lamentablemente para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la población, lo que quedó durante mucho tiempo, al inicio del año pasado, fue la imagen del presidente diciendo que la “estampita de la Virgen de Guadalupe” era la protección.

En Brasil, el desastre es evidente. Al momento de redactar esta nota, el número diario de muertos en el gran país latinoamericano -8.5 millones de kilómetros cuadrados y unos 210 millones de habitantes- era de 3,000 muertos y unos 70,000 nuevos contagios.  Ha sido a estas alturas cuando el excapitán Jair Bolsonaro ha decidido utilizar tapabocas.

Además, como si hiciesen falta componentes para exacerbar la tragedia en Brasil, la variante del virus originada en ese país parece ser mucho más contagiosa y evidencia sobrepasar la inmunidad original que se había logrado generar contra la cepa de inicios de la pandemia.  Queda por determinarse, la efectividad de las vacunas y de los procedimientos que se han aplicado en otras naciones. Cuatro ministros brasileños durante este año de pandemia dicen mucho de la estabilidad o estilo personalísimo del Ejecutivo desde Brasilia.

En medio de todo esto, sin embargo, y además de la capacidad de la institucionalidad de Chile, este país habría desarrollado dos componentes que hasta ahora han sido determinantes en sus alentadores resultados para el control de la pandemia. 

Por una parte, desde mayo de 2020, el gobierno desde Santiago se empeñó en facilitar procesos de investigación y validación de vacunas a varias empresas.  Esto permitió ganar tiempo muy valioso que hoy se lamenta y se paga trágicamente con las vidas de mexicanos y brasileños para solo citar dos casos emblemáticos en la región.

Por otra parte, y como segundo elemento, Chile ha utilizado de una manera muy eficaz, las bases de datos y la implementación de programas de localización, contención de la pandemia y últimamente de vacunación. 

Actualmente, se tienen condiciones contrastantes. Mientras en otras latitudes procesos burocráticos empantanan las negociaciones con las farmacéuticas, otras naciones avanzan con mayor agilidad. Actuar con prontitud rinde sus frutos. Para ello, se requirió de encarar con seriedad desde un inicio los riesgos de la pandemia y actualmente, implementar eficientes programas de vacunación. Estos componentes son parte del ejemplo chileno que hoy constituye referencia para la región latinoamericana.               

*Ph.D. University of Pittsburgh/Harvard. Profesor Titular, Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.

(El contenido de este artículo es de entera responsabilidad del autor por lo que no compromete a entidad o institución alguna).

 

Vacunas aplicadas en A. Latina

México           4.95 millones

Brasil  13 millones

Chile  8.12 millones

Colombia      1.076.496

Perú   524.378

Argentina      2.54 millones

Uruguay        262.476

Bolivia                       155.945

Ecuador        141.191

Paraguay      12.820

Fuente: Our World in Data. Corte 18 de marzo