Los líderes de Corea del Norte y Corea del Sur tuvieron su segunda cumbre en menos de un mes este sábado, tomando a los espectadores por sorpresa después de una nueva alza en las tensiones dos días antes.

El presidente surcoreano, Moon Jae-in, viajó al lado norcoreano de la aldea fronteriza Panmunjom, para reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, durante dos horas, informó el secretario de prensa de Moon, Yoon Young-chan.

“Los líderes intercambiaron sus visiones sobre la implementación de la declaración de Panmunjom del 27 de abril y la apertura exitosa de una posible cumbre Corea del Norte-Estados Unidos”, dijo Yoon en un comunicado publicado por la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

Cualquier avance logrado durante la breve reunión se espera que sea informado por Moon durante una rueda de prensa el domingo, después de haber logrado que Kim prometiera la desnuclearización y la búsqueda de un acuerdo de paz el mes pasado.

La reunión entre los líderes, quienes fueron fotografiados compartiendo un abrazo, fue la cuarta reunión intercoreana en la historia. Las primeras dos tuvieron lugar en el 2000 y 2007.

La reunión del sábado se mantuvo secreta, incluso después de que un vocero de la oficina presidencial surcoreana aplaudiera ante los medios el cambio de postura del presidente estadounidense, Donald Trump, un día después de que este cancelara la reunión con el líder norcoreano que tenía planeada para el 12 de junio.

El mandatario estadounidense aparentemente volvió a cambiar de parecer después de que el régimen norcoreano emitiera el viernes un comunicado expresando sus deseos de que la cumbre se lleve a cabo.

Lo más destacable de la breve reunión del sábado es que Corea del Norte había cancelado los diálogos intercoreanos a principios de este mes debido a la continuación de los ejercicios militares entre EEUU y Corea del Sur.