TRAS meses de presión de la oposición republicana e inclusive de sus copartidarios demócratas, el presidente Joe Biden hizo una visita de dos horas a El Paso, en Texas, la frontera más afectada por la desbordante migración que creció durante su mandato por la flexiblización de algunas medidas.
El mandatario norteamericano pudo comprobar en esa frontera sur la grave situación que viven no sólo los cientos de ciudadanos de diferentes partes del mundo que buscan alcanzar el sueño americano, sino cómo no dan abasto los resguardos y las instalaciones tanto de migración como algunas militares adecuadas como centros de detención de los ‘sin papales’ mientras se surte su deportación.
Antes de su viaje y lo reafirmó en esta fugaz visita, la primera de su mandato, Biden sostuvo que es “necesario expandir las vías legales para una inmigración ordenada…Podemos hacer todo esto mientras limitamos la inmigración ilegal”, pero recordó que para ello se requiere del trabajo bipartidista en el Congreso, lo que no se vislumbra fácil ya que la oposición republicana controla desde el pasado martes y, por dos años, la Cámara de Representantes.
Posteriormente se dirigió a Ciudad de México para participar, desde este lunes, en la cumbre de América del Norte junto a su anfitrión, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el canadiense Justin Trudeau. Al primero le presentará una propuesta para paliar la crisis migratoria y con la urgencia de reducir los estragos del narcotráfico en Estados Unidos, especialmente del letal fentanilo procedente del país vecino, mientras que con el segundo la agenda será básicamente comercial.
Unas 2,3 millones de detenciones y expulsiones de migrantes indocumentados en el año fiscal 2022; 108.000 muertes por sobredosis de drogas en 2021: migración y narcotráfico estarán en el centro de la reunión de Biden y AMLO.
"México es particularmente relevante a la hora de tratar ambos problemas agudos, que se han convertido en vulnerabilidades políticas para Biden", declaró Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano.
En un país donde la migración suele ser un botín electoral, la cuestión puede convertirse en una piedra en el zapato para Biden si decide buscar la reelección en 2024.
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Antes de viajar a El Paso, el presidente anunció un programa de migración limitada a cuatro países: Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, sumidos en profundas crisis, aunque el flujo incesante abarca varias otras naciones.
Pero sin un plan de refugio robusto, "estas nuevas medidas solo empujarán a quienes busquen asilo a situaciones peligrosas", advirtió la oenegé Comité Internacional de Rescate.
Entre tanto, el secretario estadounidense de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, que acompaña a Biden en el viaje, enfatizó que el problema migratorio va mucho más allá de Estados Unidos y México.
"Esto es algo que no es exclusivo de Estados Unidos", dijo a "This Week", de ABC. "Se está apoderando del hemisferio, y un desafío regional requiere una solución regional".
Los flujos de migrantes que huyen de la violencia y la pobreza en sus países son un desafío particular para México. Miles permanecen en su territorio a causa del denominado "Título 42", una restrictiva norma implementada por el covid-19 que autoriza las expulsiones exprés.
El encuentro bilateral Biden-AMLO también estará marcado por la tragedia del fentanilo, droga sintética 50 veces más potente que la heroína, cuya producción y tráfico controlan los cárteles mexicanos con precursores químicos provenientes de China, según la DEA, la agencia antidrogas estadounidense.
Casi dos tercios de las 108.000 muertes por sobredosis registradas en Estados Unidos en 2021 involucraron opioides sintéticos. Y solo en 2022 se incautó más fentanilo del que se necesitaría para matar a toda la población de Estados Unidos, asegura el organismo.
En la mesa también estará el cambio climático, luego de que los dos países anunciaran en la COP27 un proyecto de energías renovables que demandará 48.000 millones de dólares de inversiones y en el cual México se comprometió a ampliar sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero de aquí a 2030. /Redacción internacional con AFP