Netanyahu da pelea y advierte riesgo de un gobierno izquierdista | El Nuevo Siglo
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Viernes, 4 de Junio de 2021
Redacción internacional

LOS ADVERSARIOS de Benjamin Netanyahu comenzaron a prepararse a fin de obtener un voto de confianza del parlamento, tras lograr in extremis, la noche del miércoles, un acuerdo para un gobierno heterogéneo que expulse del poder al primer ministro con el mandato más largo en la historia de Israel.

Aunque aún se desconoce la fecha de la reunión del parlamento para definir el voto de confianza, Netanyahu, desafiante, escribió en Twitter: "todos los diputados elegidos con el apoyo de la derecha deben oponerse a este peligroso gobierno de izquierda".

Poco antes de que venciera el plazo a la medianoche del miércoles, el jefe de la oposición israelí, el centrista Yair Lapid, informó al presidente de Israel, Reuven Rivlin, que consiguió los apoyos necesarios (61 diputados de 120) para una coalición que pondrá fin a dos años de crisis política, marcada por cuatro elecciones y ningún gobierno estable.

Las negociaciones que llevaron al acuerdo formal duraron varios días. Pero para hacer un gobierno, la coalición debe obtener el voto de confianza de una mayoría en la Knéset, el parlamento israelí.

La convocatoria de esta votación está en manos del presidente del Parlamento, Yariv Levin, del partido de derecha Likud -de Netanyahu-, y podría sentirse tentado a retrasar la votación con la esperanza de que en ese tiempo, bajo presión del primer ministro, algunos diputados resquebrajen la coalición.

Partido árabe en coalición

Juzgado por "corrupción" en tres casos, Netanyahu es el primer jefe del gobierno israelí que se enfrenta a cargos penales mientras ostenta el cargo.

La firma del acuerdo de coalición alcanzado por los jefes de ocho partidos -dos de izquierda, dos de centro, tres de derecha y uno árabe- marca también un punto de inflexión en la historia política de Israel.

La última vez que un partido árabe israelí apoyó un Ejecutivo -pero sin participar en él- fue en 1992, durante la época del "gobierno de la paz" de Yitzhak Rabin.

Esta vez la formación árabe islamista Raam liderada por Mansur Abas firmó el acuerdo sin indicar si participará activamente en el gobierno.


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"Este gobierno estará al servicio de todos los ciudadanos de Israel, incluidos los que no son miembros de él, respetará a quienes se oponen a él y hará todo lo que esté en su poder para unir a los diferentes componentes de la sociedad israelí", dijo Lapid al presidente Rivlin.

Los ojos también están puestos en Naftali Bennett, exasistente de Netanyahu convertido en su rival. El líder de la derecha radical se unió al bloque anti-Netanyahu en el último momento, después de haber sembrado la duda durante semanas.

Bennett, jefe de la formación Yamina, cuyo apoyo era esencial para alcanzar el número mágico de 61 diputados, será el primer jefe del Gobierno, hasta 2023, para luego ser sustituido por Lapid hasta 2025, según los medios de comunicación israelíes.

A menos que estalle en pedazos esta coalición heterogénea, dividida sobre cuestiones económicas, de seguridad, la relación con los palestinos y sobre la delicada cuestión del lugar que ocupa la religión en la política.

Su único punto en común es el deseo de terminar con la era Netanyahu, quien llegó por primera vez al poder hace 25 años y gobernó de 1996 a 1999 antes de volver al poder en 2009.

Camino de Washington para tratar el caso iraní, Benny Gantz, el ministro de Defensa y exrival de Netanyahu aplaudió en Twitter una "noche de gran esperanza".

La negociación pasó casi desapercibida durante la espiral de violencia entre manifestantes palestinos y la policía israelí en Jerusalén Este y en ciudades judío-árabes en Israel, y la guerra de 11 días entre el ejército israelí y el gobernante movimiento islamista palestino Hamás en Gaza.

En una coincidencia de fechas, los diputados eligieron el miércoles a un sucesor de Rivlin, el laborista Isaac Herzog, de 60 años, para este puesto esencialmente honorífico./AFP

Benjamin Netanyahu, el primer ministro que más tiempo ha estado en el poder en Israel, adorado por unos y denostado por otros, es conocido por su supervivencia política, pero su fin puede estar cerca.

Su capacidad de mantenerse en el poder le ha valido el apodo del "mago" de la política. Siempre ha explotado la carta de la defensa de Israel frente a la amenaza de Irán, y más recientemente del covid-19.

Pero el miércoles, sus adversarios consiguieron cerrar un acuerdo de coalición, que si logra el apoyo del Parlamento, lo apartará del poder tras 12 años ininterrumpidos y un mandato anterior entre 1996 y 1999.

Con su inconfundible voz ronca, su cabello canoso siempre impecablemente peinado y a menudo vestido de traje azul, Netanyahu es el único primer ministro nacido después de la creación de Israel en 1948.


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Nacido en Tel Aviv el 21 de octubre de 1949, ha heredado el fuerte bagaje ideológico de su padre, Benzion, que fue asistente personal de Zeev Jabotinsky, líder de la tendencia sionista llamada "revisionista", favorable a un "Gran Israel" que abarque también a Jordania.

Opuesto al proceso de paz palestino-israelí de Oslo, que él mismo ayudó a enterrar, Netanyahu aboga por una visión de Israel como un "Estado judío", cuyas fronteras se extienden hasta Jordania. En este sentido, apoya la anexión de zonas de la Cisjordania ocupada y sus medidas favorecieron un aumento de las colonias.

En los años 1970, tras la guerra de los Seis Días (1967), el joven Benjamin hizo su servicio militar en un comando de élite.

Pero es sobre todo su hermano mayor, Yoni, quien destaca en el ejército. Su muerte en 1976, durante el asalto israelí para liberar a los rehenes de un vuelo Tel Aviv-París, conmovió profundamente a Netanyahu, que hizo de la "lucha contra el terrorismo" uno de los principales temas de su carrera.

Netanyahu "construyó su personaje político alrededor de una imagen de fuerza y de la idea según la cual los judíos no pueden conformarse con una fe tibia y deben mostrarse tan duros como la región en la que viven", escribe en sus memorias el expresidente estadounidense Barack Obama.

Aunque mantiene sus duras declaraciones contra los líderes palestinos, Netanyahu defendió la reciente normalización de las relaciones con países árabes -Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Sudán y Marruecos- y sueña con extenderla a Arabia Saudita.

Orador nato, Netanyahu es también un diplomático de carrera. Vivió en Estados Unidos, donde hizo sus estudios y fue embajador ante la ONU en los años 1980.

Cuando regresó a Israel fue elegido diputado en 1988 por el partido Likud, la gran formación de la derecha israelí, en la que pronto se convirtió en la nueva estrella.

Su ascensión fue imparable hasta 1996 cuando, a los 47 años, se convirtió en el primer ministro más joven de la historia de Israel. Pero su gobierno duró solo tres años.

Después de permanecer alejado algún tiempo regresó a su gran pasión, la política, volvió a dirigir el Likud y fue elegido de nuevo primer ministro en 2009.

Aunque elección tras elección una parte del electorado le otorga su confianza, él solo parece confiar en un estrecho círculo de colaboradores. Una paradoja: actualmente varios de sus rivales son exministros.

Tras las elecciones, hay una cosa, sin embargo, que Netanyahu no podrá apartar: su juicio por corrupción. /AFP