Con bloqueos de carreteras, paros y protestas, Nicaragua completa más de tres semanas de enfrentamientos que dejan al menos 49 muertos, y que ven este viernes un nuevo pico de tensión tras un ataque sufrido por estudiantes en la madrugada.
En ese clima de crispación, opositores y gobierno dijeron estar listos para dialogar.
El ataque a dos recintos universitarios en Managua en la madrugada con un saldo de dos muertos y al menos 10 heridos, según la policía y estudiantes, agravó las tensiones en la capital y otras ciudades.
Kevin Valle, 18 años, murió por disparo de arma de fuego en la madrugada, confirmo el subdirector de la Policía, Francisco Díaz.
En tanto, Ángel Parajón, padre de Jimmy, el otro estudiante fallecido, dijo entre lágrimas que su hijo "murió en la Upoli (Universidad Politécnica) con una bala en el corazón. Andaba apoyando a los jóvenes y me lo jodieron a mi chavalo".
"Basta de represión violenta contra los estudiantes en Nicaragua! Nada violento es durable. La intimidación y la agresión no son el camino", escribió en Twitter el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó su preocupación en torno a la situación en Nicaragua y pidió a las autoridades se le permita llegar al país para "recopilar de primera mano información acerca de los incidentes suscitados a raíz de las manifestaciones", según su portavoz, Ravina Shamdasani.
Al promediar la jornada, estudiantes, empresarios y movimientos cívicos dijeron estar listos para acudir al diálogo con el gobierno, con la mediación de la iglesia católica, para encontrar una salida a la crisis.
Por su lado la vicepresidenta y portavoz del gobierno, Rosario Murillo, reiteró que el Ejecutivo esta dispuesto al diálogo y "solo estamos esperando el llamado" de los obispos para iniciar las conversaciones.
La Conferencia Episcopal, mediadora en el diálogo, aún no se ha pronunciado desde que el gobierno le asignó el jueves la tarea de fijar la fecha para las pláticas.
Más temprano, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) levantaron barricadas para evitar el acceso de la policía al recinto tras el ataque en la madrugada por grupos de civiles armados, que dejó cuatro heridos en ese centro de estudios, dijo a la AFP Yaritza, una dirigente del movimiento estudiantil.
"Todos estamos tensos, no hemos dormido. En la madrugada fuimos atacados por grupos de civil con armas de fuego, pero sospechamos que son policías disfrazados de civil", apuntó la joven.
Cientos de estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA) y de otros centros marchaban hacia la UNAN en respaldo a los compañeros que resisten en ese lugar, al grito de "¡Pueblo únete!" .
Piedras, palos y machetes
Varias rutas y caminos de San Pedro de Lóvago (centro), Ciudad Sandino (Managua), Monimbó (Masaya), Ticuantepe, Nagarote (León oeste), La Concha (Masaya), Rama (Caribe sur), Río Blanco (norte), permanecían bloqueadas, según reportes de la prensa local y manifestantes que envían a los medios imágenes de los cortes a través de Whatsaap.
En Ticuantepe, 15 km al sureste de Managua, trabajadores de caponeras, taxis y particulares bloquearon el acceso a esa ciudad donde fueron conminados por el jefe de patrullas de Managua, comisionado Julio Sánchez, a no perjudicar la libre movilidad de otras personas, pero los manifestantes dijeron que su protesta es pacífica.
En tanto, en Managua, comerciantes del mercado Oriental, el más grande del país, se alzaron con palos, piedras y machetes para defender sus negocios ante la incursión de grupos armados con pistolas.
"No vamos a permitir más violencia, quieren quemar el mercado, saquear las tiendas", dijo una comerciante que se identificó como Azucena, según imágenes de la televisión.
"Le decimos a la población que no vengan. Estamos en zona de peligro", agregó, tras acusar a la policía de estar detrás de los grupos violentos.
Por su lado, Francisca Ramírez, líder del movimiento contra el proyecto de construcción del canal interoceánico, llamó a la población a sumarse a un paro pacífico escalonado en respuesta a la represión contra los universitarios.
Los campesinos que viven en la zona rural del proyecto reclaman al gobierno que derogue la concesión que entregó en 2013 a la empresa china HK Nicaragua Canal Development (HKND) para diseñar, construir y operar, hasta por un siglo, un canal que amenaza con desplazarlos de sus tierras.
Las protestas estallaron el 18 de abril contra una reforma del sistema de pensiones, pero se multiplicaron y generalizaron en todo el país revelando la disconformidad de los nicaragüenses con el gobierno de Ortega y su esposa, la vicepresidente Rosario Murillo, a quienes reclaman libertad y la democratización del país.