One belt one road: la ambiciosa Ruta de la Seda de Jinping | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Domingo, 9 de Septiembre de 2018
Sara Obando

LA INICIATIVA del mandatario Chino de Xi Jinping conocida como One Belt One Road, o nueva ruta de la Seda, es un proyecto que busca interconectar a la República Popular de China y a Asia, con Europa, África y Medio Oriente. El megaproyecto está inspirado en la antigua Ruta de la Seda que conectaba a China con el Imperio Romano; sin embargo, Jinping ha buscado potenciar esa ruta al incluir factores como el marítimo en el planteamiento de esta nueva ruta comercial y al ampliar su alcance y buscar incluir territorios que van más allá del que hacia parte del antiguo Imperio Romano.  La ruta de la seda fue una ruta comercial que se extendió por todo el continente asiático, y que pasaba por África, Europa y Medio Oriente. En el Siglo V a.c. la ruta de la seda llegó a la antigua Grecia y convirtió  progresivamente en una conexión entre China y el Imperio Romano. Esta ruta fue una de las más importantes y antiguas de la historia. Propició intercambios culturales y económicos entre oriente y occidente y dinamizó la economía del momento. A lo largo de su existencia, la ruta de la seda tuvo caminos variados que cambiaban dependiendo del clima o de cuestiones sociales, y que respondían a las necesidades comerciales; sin embargo, se dividía principalmente en las rutas norte y sur.

La Ruta fue nombrada como “Ruta de la Seda” por el geólogo alemán Ferdinand von Richthofen; quien hizo referencia a esta en sus escritos.  La Ruta consistía en una serie de corredores comerciales y de transporte entre China y Asia central e India en el que se comerciaban diferentes bienes. Uno de los más importantes era la seda. La ruta comenzaba en lo que hoy se conoce como Xi´an – China, atravesaba Medio Oriente hasta llegar al Mediterráneo y finalizar en Roma antigua. Esta ruta existió hasta el siglo  XVI de esta era; comenzó a decaer debido al desarrollo de la navegación y a las nuevas rutas marítimas comerciales, que terminaron opacando la importancia de esta ruta terrestre. 

Inspirado en la antigua Ruta de la Seda,  el presidente Chino decidió implementar la iniciativa One Belt One Road (OBOR). Esta fue impulsada como una alternativa comercial que una al continente euroasiático con Medio Oriente y África, como una herramienta que brinde prosperidad a las zonas del país que están en vía de desarrollo, y como una alternativa para desarrollar nuevas vías y herramientas de cooperación con otros países y continentes. La iniciativa tiene dos componentes principales, uno marítimo y otro terrestre. One Belt o Cinturón Económico de la Seda hace referencia a las rutas terrestres, al puente euroasiático, y a los corredores económicos que conectarán a la República Popular de China con países de Asia central, del sudeste asiático, de Europa y de Medio Oriente. One Road o Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI hace referencia a las rutas marítimas que conectarán las costa de China continental hasta Europa a través del Mar del Sur de China y el Océano Índico. Tras atravesarlo, la ruta marítima recorrerá el Mar rojo pasará por el Golfo del Edén, y atravesará el mar Mediterráneo hasta llegar a Grecia e Italia.

La finalidad de este mega proyecto es mejorar y crear rutas de intercambio de bienes, servicios e información con más de 60 países a lo largo de la ruta a través de la mejora de la integración, la conectividad y el desarrollo económico a lo largo de las rutas. Actualmente se planea hacer seis vías principales. El nuevo puente euroasiático, inicia en la República Popular de China, pasa por Kazajistán y Rusia, entra a Europa por Bielorrusia y culmina en España. Se están realizando adelantos para realizar un segundo corredor que abarque a China, Mongolia y Rusia,  un tercero que conecte a China con Pakistán,  un cuarto que recorra China y la Península Indochina,  un quinto que conecte a China, India, Bangladesh  y Myanmar, y  un sexto que conecte a China con Asia Central y con Asia del Este.

El gobierno Chino ha creado un fondo destinado a la construcción de infraestructura para las diferentes rutas – para la realización de oleoductos, de vías férreas de alta velocidad, de autopistas y de edificaciones  modernas– y poder recrear el antiguo camino comercial.  Xi Jinping ha invitado a sus socios en la región y a los países que harán parte de la ruta a hacer parte de la iniciativa y de hacer parte de este proyecto geoeconómico y comercial que revolucionará el comercio entre Oriente y Occidente. Con el fondo y con la cooperación de los países que se verán implicados se espera que al finalizar el megaproyecto, OBOR abarque el 60% del PIB mundial y aproximadamente el 33% de la riqueza del planeta. Esta es una iniciativa sin presedentes que logrará bajar los costos de transporte y de intermediación y que dinamizará la economía mundial. Constituye un intento de China para dinamizar aún más su economía, para poder inundar los mercados de Asia, Europa, África y Medio Oriente con sus mercancías y productos y servicios, y para propiciar un mercado interno más variado que cuente con productos provenientes de otros países y continentes. One Belt One Road es sin duda, uno de los proyectos más ambiciosos de infraestructura en el mundo.