La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha declarado este miércoles el estado de emergencia en las regiones de Amazonas, San Martín y Ucayali, las tres más afectadas por la oleada de incendios forestales que sacude el país y que deja al menos 14 muertos y un centenar de heridos.
Boluarte ha lamentado en rueda de prensa que, en el marco de las operaciones para extinguir las llamas y atender la emergencia, las autoridades se hayan encontrado con "unas Fuerzas Armadas con poca logística", según declaraciones recogidas por la emisora RPP.
"Todos los helicópteros del Ejército, de la Marina, de la Fuerza Aérea de Perú y de la Policía están en estos momentos a disposición para atender los incendios a nivel nacional", ha anunciado Boluarte.
Así las cosas, la mandataria peruana ha celebrado que, de los incendios declarados hasta la fecha, tan solo 38 están activos. "Ya hemos avanzado con el 80 por ciento para poder controlarlos y extinguirlos", ha dicho.
Por otro lado, ha lamentado gran parte de los más de 200 incendios forestales registrados en los últimos días hayan sido "provocados por mano humana", seguramente por prácticas culturales ancestrales para preparar las tierras para el cultivo.
Es en este punto que Boluarte ha hecho una advertencia a las personas que, por "costumbres ancestrales" y por "necesidad de agrandar sus parcelas de cultivo", prenden fuego de forma intencionada y luego no son capaces de controlarlo.
"Se entiende que no lo hacen de manera por querer causar daño. Se les va de la mano porque viene el viento y por encima de lo que tenían proyectado quemar se va el fuego y empieza a quemar otras áreas. Esta es la situación real", ha detallado.
Esta declaración del estado de emergencia se produce apenas dos días después de que el primer ministro, Gustavo Adrianzén, lo descartara argumentando que por el momento no había "razones que la justifiquen", y se encomendara a las lluvias.
El último balance de las autoridades peruanas apunta a que al menos catorce personas han fallecido y algo más de un centenar han resultado heridas como consecuencia de los incendios forestales que se han registrado en gran parte del territorio nacional.
En total, más de 5.000 hectáreas se han visto arrasadas por las llamas y varias ciudades del país se han quedado sin agua, ya que dependen de fuentes de abastecimiento que han sufrido las consecuencias de los incendios.