Los comicios que tradicionalmente se celebran en diciembre, fueron adelantados por la Asamblea Constituyente oficialista que rige con poderes absolutos el país. Analistas consideran que la decisión busca tomar ventaja ante la fractura de la oposición cuyos partidos mayoritarios se marginaron.
Lander recalcó que las votaciones deben postergarse para organizar comicios que "cumplan con las garantías electorales vigentes" y permitan el "pluralismo político", que ha sido "severamente restringido por inhabilitaciones (a opositores) decididas en procedimientos reñidos con la Constitución".
Sin embargo, el presidente Maduro, ha dicho que "llueva, truene o relampaguee", los comicios se celebrarán en la fecha prevista.
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A contracorriente de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que decidió boicotear los comicios, el opositor y disidente del oficialismo Henri Falcón optó por postularse, confiado en capitalizar el enorme descontento social generado por la crisis.
Tras escuchar tanto a activistas como a la representación del gobierno socialista, Francisco Eguiguren, comisionado relator de la CIDH, subrayó que son indispensables las elecciones, "pero no cualquier tipo de proceso electoral, si no uno que cumpla requisitos y garantías de imparcialidad, transparencia, confiabilidad en los resultados y pluralismo político".
Por su parte, Larry Devoe, comisionado del gobierno venezolano en derechos humanos, defendió la transparencia de las elecciones adelantadas y afirmó que contarán con el acompañamiento de cinco misiones electorales, 150 invitados internacionales y más de 600 observadores nacionales.