Presidencia española en UE: de volatilidad política a oportunidades | El Nuevo Siglo
PEDRO SÁNCHEZ asumirá el 1 de julio la presidencia de España en la Unión Europea, días antes de que se defina su suerte política en las urnas.
Foto: Archivo AFP
Miércoles, 21 de Junio de 2023
Pablo Uribe Ruan

A una semana de que España asuma la presidencia rotatoria de la Unión Europea por seis meses, en Madrid persisten varios interrogantes que van desde la línea política que va gobernar el país hasta qué posibilidades existen de fortalecer, por historia, cultura y economía, los lazos entre América Latina y la UE. 

Esta será la cuarta vez que España presida el bloque de manera rotatoria desde que entró formalmente a la Unión Europea, en enero de 1986, cuando las autoridades europeas aceptaran su incorporación por medio de un Tratado de Adhesión que dio cuenta, entre muchas cosas, de que existían una plena y garantizada transición de un régimen autoritario a una democracia liberal. 

Desde entonces, España, aislada durante décadas por la dictadura, ha sido uno de los miembros de la UE más activos en promover la integración del bloque a través de acuerdos comerciales, migratorios y militares. Lo que ha quedado demostrado en las tres anteriores presidencias rotatorias encabezadas dos veces por el exjefe de Gobierno, Felipe González (1989 y 1995), una por José María Aznar (2002) y la última vez por José Luis Rodríguez Zapatero (2010). 

Tres ejes

En esta ocasión, con un gobierno en la cuerda floja, y que, según los últimos sondeos, perdería las elecciones generales, España lleva meses construyendo las bases en las que va centrar su presidencia: cambio climático, digitalización y reindustrialización, y autonomía estratégica de la Unión Europea. 

Así lo explica Pedro Sánchez, jefe del Gobierno, en el prólogo de “La influencia de España en Europa”, una publicación del Real Instituto el Cano, en la que se analizan los ejes estratégicos de la presidencia española en la UE. “Una Europa verde, social y digital. Nuestro país estará a la altura de las expectativas generadas, con una presidencia que quiere implicar al conjunto de la sociedad española y a todas las comunidades autónomas”, escribe. 

Según el documento, de unas 200 páginas, España es hoy un país que juega un papel preponderante en Europa, por su capacidad para superar crisis económicas como las de 2008 y 2015, formular soluciones económicas como el Plan de Recuperación Europeo para enfrentar financieramente la crisis del covid-19 mediante un esquema de mutualización de la deuda, así como apoyar soluciones en defensa y seguridad para apoyar a Kiev en el marco de la invasión rusa en Ucrania. 



Política interna 

En Bruselas, Bélgica, donde tienen sede las principales autoridades de la UE, hay una creciente preocupación por el cambio político en España. Medios españoles como Público o El Diario publican que Úrsula Von der Leyen, presidente de la comisión de la UE, no es tan cercana a Alberto Núñez Feijoo, potencial jefe de Gobierno, y estaría algo preocupada con la salida del Palacio de la Moncloa de su aliado Pedro Sánchez. 

La volatilidad política no sólo ha traído algunas reconsideraciones en Bruselas, sino que también ha hecho que un grupo de eurodiputados alemanes cancelen su visita a España, en julio, para trabajar conjuntamente con sus pares y otras entidades adscritas a las políticas de interés en materia digital, climática e industrial. 

Además, el Partido Popular (PP), que preside Núñez Feijoo, habría pedido a Bruselas que se postergue el discurso de Sánchez previsto en Estrasburgo a mediados de julio, en el que va presentar los ejes temáticos de la presidencia rotatoria española. Tal discurso, según reporta El Debate, habría sido postergado para septiembre, mes en el que muy posiblemente España tendría, de perder Sánchez, un gobierno interino presidido por él. 

La derecha española, igualmente, ha exigido a Sánchez que se siente con el PP, potencial ganador de las generales el 23 de julio, para conocer en detalle el plan de acción para presidir la UE y evitar que países gobernados por partidos afines a esta agrupación política tomen distancia de España por un inadecuado manejo de la transición política. 

América Latina

En América Latina, algunos sectores esperan que España acerque más el bloque europeo a la región sobre la base de intereses geopolíticos y comerciales, así como el apoyo en temas de transición energética y bonos verdes. 

A nivel de defensa y seguridad geoestratégica, Europa ha estado alejada de las dinámicas que se están presentando en América Latina, donde en la última década Rusia y China han logrado ampliar su presencia militar, nuclear y comercial. “Tenemos que decirle a Suecia y a Polonia que si les preocupa Rusia, China y el orden mundial, que es una razón más para estar”, dice José Ignacio Torreblanca, del European Council on Foreign Relations (ECFR): “Los propios chinos y rusos no están allí por afinidad cultural o lingüística, sino porque entienden que es una prioridad estratégica para ellos”.

De cara a la próxima cumbre Celac-UE, 17 y 18 de julio, existe también una enorme expectativa para ampliar, constituir y formalizar acuerdos bilaterales entre la UE y la región, así como sellar el acuerdo entre el Mercosur y el bloque europeo, tras 20 años de negociaciones. 

La presidencia rotatoria de España culminará el 31 de diciembre cuando se espera que, a pesar de la volatilidad política, el país haya aprovechado la oportunidad de posicionarse en Europa y ampliar las alianzas a nivel mundial, incluyendo a América Latina.