CONTACTOS telefónicos con algunos de sus pares europeos y programados encuentros bilaterales realiza el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en una ofensiva diplomática para salvar el acuerdo nuclear con Irán tras el retiro de Estados Unidos y en medio de crecientes tensiones en Oriente Medio por los ataques israelíes en Siria.
Putin habló por teléfono sobre el tema iraní con la canciller Angela Merkel y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
El presidente ruso y la canciller alemana, "subrayaron la importancia de preservar el acuerdo para la seguridad internacional y regional", dijo el Kremlin en un comunicado.
La entrevista telefónica ocurrió una semana antes de una visita que realizará Merkel a Rusia, cuando el 18 de mayo se reúna con Putin en Sochi, un balneario en el Mar Negro, al sur del país.
Este lunes en Sochi, el presidente ruso recibirá al director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano.
"A todos los niveles, subrayamos la necesidad de mantener este acuerdo (nuclear iraní) que es crucial para la estabilidad en el mundo entero", recalcó el viernes el consejero del Kremlin Yuri Ushakov, al denunciar una decisión "precipitada y errónea" de Estados Unidos por retirarse del pacto internacional.
El jueves en la noche, Putin y su homólogo turco "confirmaron su determinación" a continuar cooperando para mantener el acuerdo con los otros países firmantes, informó el Kremlin.
Según fuentes de la presidencia turca, ambos jefes de Estado coincidieron en calificar la decisión estadounidense como "errónea" y "destacaron que este acuerdo constituía un éxito diplomático que tiene que ser preservado".
Rusia se impuso estos últimos años como un actor de relevancia en Medio Oriente, un papel reforzado por su intervención militar en Siria lanzada en 2015 en apoyo al régimen de Bashar al Asad. Además, mantiene buenas relaciones con los países con intereses divergentes y a veces incluso rivales, desde Irán a Turquía sin descartar a Israel.
Una vez más, Rusia se sitúa en el eje central de la situación luego que el presidente Donald Trump decidiera abandonar el acuerdo firmado en 2015.
La preservación del acuerdo es ahora un objetivo común en Moscú y entre los países europeos, una extraña coincidencia en vista de las tensiones de estos últimos años, alimentadas por los asuntos sirio y ucranianos, y más recientemente reforzados por el envenenamiento del exespía Serguéi Skripal en Inglaterra.
Moscú será el lunes la segunda etapa de una gira del jefe de la diplomacia iraní Mohamad Javad Zarif, que desde el domingo visitará China, Rusia y Bruselas para hablar de cómo salvar el acuerdo nuclear. El martes se reunirá con sus homólogos de Francia, Alemania y Reino Unido, y Federica Mogherini, jefa de la diplomacia de la Unión Europea.
En una reunión el jueves en Teherán, el viceministro ruso de Relaciones Exteriores Serguéi Riabkov y su homólogo iraní Abas Araghchi ya reafirmaron su "compromiso a salvaguardar el acuerdo", según Moscú.
El acuerdo se alcanzó en julio de 2015 después de años de negociaciones entre Irán y el grupo 5+1 (Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia). Bajo los términos del pacto, Teherán aceptó congelar su programa nuclear hasta 2025.