Reapertura de yacimiento de gas oxigena régimen Maduro | El Nuevo Siglo
Pdvsa
Martes, 16 de Mayo de 2023
Pablo Uribe Ruan

En un paso importante para oxigenarse en medio de la escasez de divisas, el régimen de Nicolás Maduro ha emitido una licencia -que se concede en junio- a favor de las empresas energéticas Repsol, de España, y Eni, de Italia, para explotar condensados en Venezuela y exportar gas natural licuado venezolano desde ese país a Europa.

“Eni y Repsol están interesadas en crecer en el área del gas en Venezuela. Llevaban siete años esperando el permiso de exportación de líquidos de gas natural, que acabamos de conceder”, dijo a Bloomberg Pedro Tellechea, presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y quien recientemente reemplazó a uno de los hombres más fuertes del régimen, Tareck El-Aissami, involucrado en un escándalo de corrupción al interior de la estatal petrolera.

Venezuela es el octavo país con la reserva de gas más grande del mundo y ha sido uno de los principales productores gasíferos en América Latina, a pesar de que el grueso de su producción de materias primas ha estado concentrado en el petróleo.

Cardón IV

Hace 8 años, cuando aún se sentía la aguda crisis económica, política y social en Venezuela, Repsol y Eni se asociaron para explotar el gigantesco yacimiento Perla, el mayor pozo de gas off shore de América Latina, con 17 trillones de pies cúbicos (Tcf) de gas.



Situado en las profundas aguas del Golfo de Venezuela, que el entonces consejero de Seguridad de la administración Trump, Jhon Bolton, llamaba “enclave estratégico”, el yacimiento de gas Perla hace parte del bloque Cardón IV, un enorme proyecto gasífero que le apostaba en 2015 a producir 450 millones de pies cúbicos (Mcf) de gas al día.

En un comunicado de prensa de julio de 2016 que se tituló “el mayor descubrimiento en la historia de la compañía”, Repsol afirmó que el objetivo para 2020 era llegar a los 1,2 billones de pies cúbicos (Bcf).

Lejos de esta cifra, por el cese temporal de operaciones de Cardón IV, Eni y Repsol hoy son unas de las principales multinacionales que apoyan el levantamiento de sanciones contra la economía venezolana para poder así incrementar exponencialmente la producción de gas y, sobre todo, exportarlo al mercado de Europa, que necesita con urgencia el líquido ante la poca oferta por la crisis derivada de la guerra de Ucrania.

Según Pdvsa, este gigante proyecto gasífero tiene la capacidad de producir unos 1,300 millones de pies cúbicos, una cifra que dista de la presentada en el comunicado de prensa de Repsol y Eni. La estatal petrolera también ha dicho que hoy, con sólo la producción de Pdvsa, se producen 580 millones de pies cúbicos.

La reactivación de las operaciones de Cardón IV “dependerá de la velocidad con cual se invierta el desembolso”, ha dicho Tellechea, sin ser específico sobre qué tipo de desembolsos se refiere, dando lugar a pensar de que se trata de la liberación de los dineros de Venezuela congelados en Estados Unidos y Reino Unido.

 

Maduro se mueve

Desde lo político, la licencia concedida a Repsol y Eni puede ser interpretada de dos maneras. Una de ellas es que Nicolás Maduro, asfixiado por las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional, necesita urgentemente divisas y abre esta oportunidad para exportar gas. Otra, es que la Unión Europea -promotora de las sanciones- descongela la relación con el régimen a cambio de que este respete el calendario electoral y convoque a elecciones libres y verificables.

Las dos lecturas, en este caso, no son excluyentes y es posible decir que existen elementos de las dos. Con una modesta recuperación, que economistas como Juan Vicente León y Asdrubal Oliveros han dicho que se ha esfumado ante las difíciles condiciones de vida -inflación, bajos salarios y desempleo-, el régimen chavista necesita, a como dé lugar, que entren divisas.

ENS

Detrás de esta necesidad existe una flexibilización de sanciones contra el régimen patrocinada por el Alto Representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Joseph Borrell, quién en su visita a Bogotá insistió en la importancia de que el régimen de Maduro convoque elecciones democráticas y vuelva a la mesa de conversaciones de México, en pausa desde noviembre por diferencias entre las partes.

La UE insiste en que Venezuela debe tener comicios presidenciales en 2024, siempre y cuando sean verificados por una comisión electoral europea y otros organismos internacionales. El régimen de Maduro no ha dicho nada sobre las elecciones de ese año, pero los diferentes partidos de la oposición ya están en campaña para las primarias de octubre en las que se elige el candidato opositor.

Con una posición más estricta, Estados Unidos, a través de Jon Finer, viceconsejero para la Seguridad, ha dicho que están “dispuestos a reducir y, en última instancia, poner fin a nuestras presiones de sanciones, pero se necesitarán pasos concretos y significativos”.

Concedida la licencia a Repsol y Eni en Cardón IV, la posibilidad de que Maduro convoque a elecciones libres y verificables, así como que vuelva a las conversaciones de México parece más cercana, sin desconocer que el régimen insistentemente ha dicho que tomará tal decisión siempre y cuando le devuelvan el manejo de los dineros públicos venezolanos en el exterior.

Queda claro, también, que Borrell y la UE son el eje central para reestablecer vínculos entre chavismo, inversionistas, empresas y, tal vez, la oposición.

*Consultor y analista en seguridad, inteligencia estratégica y riesgo país