UN TRIUNFO por partida doble se estaba anotando esta madrugada el Partido Republicano. No solo su candidato presidencial Donald Trump ganó la Casa Blanca, sino que la colectividad conservadora recuperó el dominio del Senado, acabando el predominio de los demócratas.
Como se sabe, el Congreso estadounidense se divide en la Cámara de Representantes, donde estuvieron en juego los 435 escaños, y un Senado de 100 miembros, con 34 bancas en disputa este año.
El actual gobernador de Virginia Occidental, el republicano Jim Justice, se impuso sobre el exalcalde Glenn Elliott en la carrera para sustituir al moderado Joe Manchin, que se jubila y que votó como independiente con los demócratas.
Justice fue elegido gobernador por el Partido Demócrata en 2016, pero cambió de bando poco después de llegar al cargo.
La victoria de Justice aniquiló la ventaja demócrata de 51-49, con lo que los republicanos solo necesitaban una victoria más para recuperar esa corporación.
En ese objetivo fue determinante que la senadora por Nebraska Deb Fischer haya logrado la reelección. Se impuso al candidato independiente Dan Osborn.
La clave estuvo en Ohio, en donde el también republicano Bernie Moreno, un antiguo vendedor de autos nacido en Colombia, consiguió un escaño más en el Senado para su partido, superando al demócrata Sherrod Brown, que ocupaba el puesto desde 2007.
Moreno es hermano del exministro, exembajador y expresidente del BID, Luis Alberto Moreno.
"Este es un nuevo amanecer del liderazgo republicano", manifestó Moreno en un evento ante sus simpatizantes en el que se dirigió al líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, para decirle que "está despedido".
Si el Partido Republicano ganaba en todos los distritos, tendría 55 de los 100 escaños de la Cámara Alta, lo que les daría un enorme poder, claro con Trump en la Casa Blanca
El líder de la minoría republicana en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, de 82 años y en el cargo desde 2007, anunció a principios de este año que se retiraría del cargo después de que acabara su mandato (en esta cita electoral), por lo que se desconoce quién será el próximo líder de la mayoría de esta Cámara.
Los demócratas trataban de aliviar sus pérdidas con avances en Texas y Florida, pero sufrieron una decepción prematura en ese último estado al decantarse la carrera por el Senado por el republicano Rick Scott.
Además, por primera vez en la historia dos mujeres negras ocuparán al mismo tiempo escaños en el Senado, tras las victorias de las demócratas Ángela Alsobrooks y Lisa Blunt Rochester en Maryland y Delaware, respectivamente.
De los más de 2.000 estadounidenses que han logrado ser senadores, solo tres han sido mujeres afroamericanas, incluida Harris.
También resultó electa la demócrata Sarah McBride, la primera persona transgénero elegida congresista en Estados Unidos por su estado natal de Delaware.
Cámara
El escrutinio iba muy lento en cuanto a la pelea por la Cámara de Representantes. Esta madrugada los republicanos iban adelante, con más de 189 escaños asegurados contra 162 de los demócratas. Las tendencias señalaban que el partido de Trump iba rumbo a conquistar el número mágico de 218 escaños, lo que les permitiría dominar esta corporación legislativa.
De hacerlo, tendrían Casa Blanca, Senado y Cámara, una victoria política en toda la línea. Los republicanos obtendrían así un enorme apoyo para impulsar su agenda o nombrar jueces en la Corte Suprema.
A ello se sumaba, que en la votación nacional los republicanos iban ganando por más de cinco millones de votos, una diferencia que ninguna de las encuestas había previsto a favor de los conservadores.