Sí unánime a enfriar el planeta, mutismo sobre cómo | El Nuevo Siglo
EL secretario general de la ONU, Antonio Guterres, junto con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro británico, Boris Johnson, tras la instalación de la Cumbre del Clima de la ONU (COP26) en Glasgow
Foto Europa Press
Lunes, 1 de Noviembre de 2021
Redacción internacional con AFP y Europa Press

Líderes de más de 120 naciones se reunieron ayer en el primer día de la cumbre de Glasgow bajo presión para "salvar a la humanidad" ante el desafío del cambio climático, en palabras del secretario general de la ONU, Antonio Guterres y de allí la urgente necesidad de adoptar compromisos creíbles.

Todos coinciden en que hay que “mantener vivo" el objetivo de mantener el incremento global de temperatura en 1,5ºC, un reto pactado en 2015 en París y confirmado este fin de semana en la cumbre del G20 en Roma. Sin embargo, en sus declaraciones parece mantenerse en línea con el preacuerdo en Italia, en el sentido de que las medidas se adoptarán conforme “a las circunstancias” y condiciones de cada país.

"Es hora de decir basta", lanzó Guterres en la apertura. "Basta de maltratar la biodiversidad. Basta de tratar la naturaleza como un retrete. Basta de quemar, perforar y minar a mayor profundidad. Estamos cavando nuestra propia tumba", advirtió.

El tono de la cumbre, previa a las decisivas negociaciones de la COP26, fue dramático.

"La ira y la impaciencia del mundo serán incontenibles a menos que hagamos de esta COP26 el momento en que abordamos en serio el cambio climático", afirmó el primer ministro británico, Boris Johnson, anfitrión del evento.

A lo largo de doce días de negociaciones, que acostumbran a ser extenuantes, los delegados de casi 200 países deben tomar medidas enérgicas para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero, anunciar medidas de control mutuo, de transparencia en su política medioambiental, y en especial de los países ricos, cumplir con la promesa de 100.000 millones de dólares anuales para los países pobres y vulnerables.

Una vasta agenda, que según el presidente estadounidense, Joe Biden, es una "increíble oportunidad" para hacer negocios, y no un fardo.


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"Dentro de la creciente catástrofe creo que hay una increíble oportunidad, no sólo para Estados Unidos, sino para todos nosotros", afirmó Biden, tras agregar que “Estados Unidos no solamente ha vuelto a la mesa, sino que esperamos que lidere con el poder del ejemplo".

Por su parte, el presidente de la COP26, Alok Sharma, reclamó acción inmediata" y "solidaridad" para poder cumplir la promesa de París.

Desde ayer y hasta este martes, los líderes mundiales formularán los anuncios de sus países para impulsar las negociaciones de los distintos países a lo largo de las dos próximas semanas. Así, por ejemplo, Reino Unido anunció una movilización de miles de millones de inversiones privadas en infraestructura verde y resistente en los países en desarrollo.

En concreto, sostuvo que se pondrá en marcha un paquete de garantías para el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo para proporcionar 2.200 millones de libras esterlinas (3.000 millones de dólares) para inversiones en proyectos relacionados con el clima en la India, en apoyo del objetivo de la India de alcanzar 450 GW de capacidad instalada de energía renovable para 2030 y en toda África.

Por otro lado, ha añadido que la institución de financiación para el desarrollo británica (CDC, por sus siglas en inglés) se comprometerá a entregar más de 3.000 millones de financiación climática para el crecimiento verde durante los próximos cinco años. Esto incluirá 200 millones de libras esterlinas para una nueva instalación de innovación climática para apoyar la ampliación de tecnologías que ayudarán a las comunidades a lidiar con los impactos del cambio climático. Se traga del doble de la cantidad de financiación climática que la CDC invirtió entre 2017 y 2021.

Asimismo, el Grupo de Desarrollo de Infraestructura Privada (PIDG) respaldado por la Oficina de Relaciones Exteriores, Commonwealth y Desarrollo del gobierno británico comprometerá también más de 210 millones de libras para respaldar proyectos ecológicos transformadores en Vietnam, Burkina Faso, Pakistán, Nepal y Chad.

"La ciencia es clara en que la ventana de tiempo que tenemos para mantener vivo el objetivo de 1,5ºC y evitar los peores efectos del clima cambio, se está cerrando rápido. Pero con voluntad política y compromiso, podemos y debemos lograr un resultado en Glasgow del que el mundo pueda estar orgulloso", urgió Sharma.

Acusaciones a Rusia y China

Entre tanto, el presidente Biden, que mantiene grandes diferencias en temas políticos y militares claves con China y Rusia, volvió a cargar contra esos países por la vaguedad del acuerdo logrado en el G20.

"Esta decepción tiene que ver con el hecho de que Rusia, y no solo Rusia, también China, básicamente no estaban en ningún compromiso para combatir el cambio climático", sostuvo Biden. Agregó que "Y hay una razón por la que la gente debería estar decepcionada por ello. Yo mismo me siento decepcionado. Pero lo que hemos hecho, la aprobación de varias cosas como el fin de los subsidios al carbón, suponen un compromiso, para todos".

El mandatario estadounidense insistió en el compromiso de Washington con la lucha contra el cambio climático y lo ha vinculado con su plan Construir de Nuevo Mejor de impulso económico y el plan de inversiones en infraestructuras que debe aún aprobar el Congreso.

"Creo que vamos a aprobar mi plan Construir de Nuevo y Mejor y creo que vamos a aprobar la ley de infraestructuras. En total ambas suponen 900.000 millones de dólares en resistencia climática, gestión del clima y resistencia. Es la mayor inversión de la historia mundial", argumentó.


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Tras dichos señalamientos se conoció el pronunciamiento del presidente chino, Xi Jinping, quien demandó a la comunidad internacional un esfuerzo adicional para hacer "cumplir sus compromisos" en materia medioambiental, al mismo tiempo que reclamó a los "países desarrollados" que hagan más por ayudar al resto a alcanzar sus objetivos climáticos.

"Debemos centrarnos en acciones concretas. Las promesas se harán realidad solo cuando actuemos sobre ellas. Las partes deben cumplir sus compromisos, establecer objetivos y visiones realistas", sostuvo durante su intervención telemática en Glasgow.

"Los países desarrollados no solo deben hacer más por ellos, sino que también deben brindar apoyo para ayudar a los países en desarrollo a hacerlo mejor", ha reclamado Xi, quien también ha pedido "acelerar la transición ecológica".

"Es importante aprovechar las innovaciones en ciencia y tecnología para transformar y mejorar nuestros sectores de energía y recursos, así como la estructura industrial y los patrones de consumo", ha dicho.

Xi, quien ha optado por no participar de manera presencial, no presentó nuevas promesas medioambientales y prefirió remarcar los objetivos anunciados como su plan de acción para el pico de emisiones de gases de efecto invernadero previsto para 2030, alcanzar la neutralidad del carbono para 2060 y seguir trabajando en el desarrollo de políticas verdes, así como una reestructuración industrial más acorde con el medioambiente

Los latinos

De la región no acudieron a esta trascendental cita ni el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ni el brasileño, Jair Bolsonaro, a pesar de que este último estuvo presente en la cumbre del G20, que culminó el domingo en Roma.

Otros países, como Colombia y Ecuador, asumieron el protagonismo. El primero con el lanzamiento de ambiciosas estrategias ambientales (Ver página 4ª) y, el segundo, con un anuncio de ampliación de la reserva natural de las Islas Galápagos en 60.000 km2, que se añaden a los 130.000 km2 actuales.

El presidente Guillermo Lasso anunció esa iniciativa y planteó el canje de deuda externa nacional para la conservación de esa reserva.

Otros, como el presidente boliviano, Luis Arce, denunció en cambio el "capitalismo verde" y aseguró que las negociaciones climáticas siguen estando dominadas por las reglas impuestas por los países desarrollados.

Los oradores ayer en la cumbre, como de seguro los de hoy, son conscientes que es urgente recortar las emisiones contaminantes. Sin embargo, también lo son de que la transición hacia energías limpias no será rápida ni fácil.

El mundo emite anualmente más de 50 gigatoneladas de gases de efecto invernadero, según cálculos de la ONU (una gigatonelada representa 1.000 millones de toneladas). Y, lo más preocupante es que todos los estudios coinciden en que se producirá un incremento de emisiones del 16% en 2030, cuando se debería registrar una reducción del 45%, según la oficina de ONU para el cambio climático. De allí que Glasgow es crucial. /