DOS AÑOS de gestión cumple el presidente Gustavo Petro el próximo miércoles. Desde la llegada al poder del primer presidente de izquierda en Colombia, su forma de gobernar y hacer política no ha estado exenta de escándalos y cuestionamientos dentro del país.
Pero las relaciones internacionales, tal y como se han planteado y desarrollado desde la Casa de Nariño, también han puesto al Ejecutivo en el ojo del huracán, al considerarse que, desde el poder, sus decisiones, lejos de beneficiar la imagen del país fuera de sus fronteras, la deterioran.
Sobre este tema, EL NUEVO SIGLO consultó a excancilleres, internacionalistas y otros ex altos funcionarios para conocer un balance de lo que ha sido la política exterior del petrismo durante los últimos dos años, varios de los cuales coinciden en que, a hoy, estas gestiones no han sido del todo positivas.
Pero además concuerdan en que Colombia enfrenta un nuevo reto internacional que debe asumir con responsabilidad y es lograr, junto con México y Brasil, acuerdos para una salida pacífica a la crisis que vive Venezuela, tras un posible fraude en las elecciones presidenciales del domingo 28 de julio.
El excanciller y decano de la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad del Rosario, Julio Londoño Paredes, analizó el tema, por lo que aseguró que, para infortunio de la nación, las confrontaciones de este Gobierno con otros estados han dificultado las relaciones entre Colombia y otras naciones.
“Ese es el efecto de personalizar la política exterior, porque un jefe de Estado no puede actuar de acuerdo con sus simpatías o antipatías personales, porque tiene todo un Estado a sus espaldas y lo está representando”, manifestó el también exembajador.
Al igual que sectores de oposición política, el profesor Londoño Paredes considera que Petro se acostumbró a manejar por redes sociales la política exterior, lo que considera un grave error, pues para el desarrollo de las relaciones internacionales están las cancillerías.
“Es allí donde hay mayor mesura, mayor cuidado y una serie de normas generales que permiten precisamente superar las dificultades que en un momento determinado se presenten con los países”, manifestó.
También cree que hoy en día el trabajo del petrismo en temas internacionales está más alineado a otras potencias de izquierda de América Latina, como lo son Brasil y México.
Londoño Paredes destacó que un nuevo reto de grandes proporciones para la política exterior de Colombia se avecina. Se trata del caso Venezuela, donde el Consejo Nacional Electoral, afín al chavismo, proclamó como presidente a Nicolás Maduro, en medio de unas votaciones poco creíbles.
“Este es el país más afectado (por la crisis en el vecino país) posiblemente de todo el mundo y tiene que obrar con mucho cuidado frente a un momento tan crítico de la vida venezolana”, dijo.
Liderazgo desvanecido
El exministro, académico y diplomático Fernando Cepeda Ulloa considera que el petrismo ha visto desvanecer los liderazgos internacionales, regionales y subregionales a los que ha estado aspirando desde su ascenso al poder hace dos años.
“Yo diría que esos liderazgos se desvanecieron, en parte porque no fueron lo suficientemente claros, porque hubo errores retóricos muy grandes, transmitieron una imagen negativa sobre el país y porque por primera vez, que yo recuerde, la Cancillería y algunas embajadas se han visto envueltas en problemas muy complicados”, destacó, en referencia a los escándalos del exembajador en Venezuela Armando Benedetti.
Cepeda Ulloa aseguró que en los últimos 24 meses se han roto relaciones con países con los que históricamente se tenían grandes nexos, como Israel, y se han complicado vínculos con otros, como Estados Unidos.
“Otras relaciones se han dañado un poco, como con Nicaragua, por ejemplo, que es rarísimo. Lo del Perú es increíble. Digamos que la relación con Brasil y con Chile no es buena. La relación con Argentina ha sido terrible”, destacó el exdiplomático.
Un caso que ha generado preocupación han sido los roces del Gobierno Petro con Israel. Como se sabe, la Casa de Nariño ha condenado los crímenes en la Franja de Gaza tras los bombardeos de Israel, llegando al punto de amenazar con romper acuerdos entre ambas naciones, la mayoría en temas de seguridad.
Si bien resaltó la apertura de nuevas embajadas, entre ellas en Australia, indicó que no el país no debe perder el foco en aquellas naciones cercanas, sobre todo con Venezuela, con la que debe negociar una salida a la crisis política, y con Estados Unidos, con el que, a su juicio, sus relaciones podrían empeorar.
La experta en ciencias políticas y decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de los Andes, Angelika Rettberg, aseguró que el posicionamiento internacional del gobierno Petro ha sido a través del tema de la ‘paz total’. “Es así como esta administración ha mantenido a Colombia en el radar de las Naciones Unidas, que sigue brindando apoyo al proceso colombiano”.
“Al mismo tiempo, el hecho de haber descuidado el acuerdo con las Farc y al no tener una estrategia clara y coordinada, se ha desdibujado un poco el posicionamiento colombiano de cara a los temas de paz, lo que ha generado confusión entre los socios de Colombia en este tema”, manifestó.
Pero destacó que el principal error de esta administración es que “el presidente Petro no ha adoptado una posición mucho más firme de cara a la posición política y electoral en Venezuela y también en desgastarse en discusiones y peleas en redes sociales con países y actores internacionales, que podrían ser importantes para alcanzar metas de la política colombiana”.
Aciertos y desaciertos
Por su parte, Enrique Prieto-Ríos, profesor de derecho internacional de la Universidad del Rosario, destacó algunos aciertos, como el del trabajo que ha hecho el Gobierno orientado a posicionarse como líder en cuanto a la defensa de los recursos naturales, transición energética y fortalecimiento de la democracia a nivel regional.
Además, destacó como un logro un diálogo casi imposible entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición en Venezuela, aunque hoy se encuentren en pugna, precisamente por los resultados de las elecciones del 28 de julio. No obstante, Colombia vuelve a la carga y junto con Brasil y México lidera una comisión para solucionar la crisis.
“También ha tenido gran acierto en el manejo de la relación con Estados Unidos hasta ahora. Había mucho temor de que la llegada de Petro pudiera afectar esa relación bilateral, pero, a pesar de las diferencias ideológicas, Petro ha entendido la importancia de Estados Unidos en aspectos como el militar, derechos humanos y cultivos ilícitos”, indicó.
Entretanto, destacó que “otro acierto muy importante del presidente Gustavo Petro ha sido tratar de restablecer los diálogos con Venezuela; es decir, a mi juicio, las decisiones de Iván Duque fueron desafortunadas, ya que uno no puede romper todos los canales diplomáticos con el vecino, con el cual comparte una frontera tan amplia, en la que hay tanta movilidad migratoria”.
No obstante, hay puntos críticos que han ensombrecido las victorias internacionales que ha tenido Petro.
“Uno de ellos es debilitar el servicio diplomático colombiano en el exterior con nombramiento de personas poco calificadas, como el caso de Armando Benedetti, que debilita esas relaciones e impide que Colombia se posicione a nivel internacional como una potencia líder, a menos regional, en política internacional. Ese tipo de nombramientos lo impide. Como cualquier otro político, ha usado a la Cancillería para pagar favores y eso no está bien, no le conviene al país y claramente afecta la moral del personal de carrera”, indicó.