EN una nueva escalada del conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Judicial, el presidente argentino, Alberto Fernández, acusó a la Corte Suprema de manipular los tiempos electorales luego de que ésta suspendiera los comicios en dos provincias donde se proyectaba un triunfo oficialista.
“La Corte Suprema de Justicia ha demostrado una vez más que es capaz de adecuar sus decisiones a las necesidades políticas de la oposición y así otra vez ha dejado en evidencia su carácter antidemocrático”, dijo Fernández en cadena nacional.
El martes el alto tribunal falló a favor de una medida cautelar presentada por partido locales adscritos al opositor Juntos por el Cambio (JxC, derecha y socialdemócratas) objetando a los candidatos a gobernador y vice en las provincias de San Juan (oeste) y Tucumán (norte) porque habían ejercido los cargos en otros mandatos.
Este fallo de alto impacto político se produjo a cinco días de los comicios que deberían celebrarse el domingo en un año que tendrán presidenciales el 23 de octubre.
La decisión se informó el mismo día en que se celebró en el Congreso una nueva audiencia en el proceso de juicio político a los cuatro jueces de la Corte que impulsó el gobierno y en la que el exjefe administrativo del tribunal ventiló supuestos actos de corrupción, amaño de fallos y desvío de fondos públicos.
Fernández anunció que la suspensión de las elecciones "se sumará a las causales de juicio político" contra la Corte.
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El conflicto de poderes también se da en momentos en que están en marcha juicios por supuesta corrupción a líderes del oficialismo peronista, entre ellos a la exmandataria (2007-2015) y hoy vicepresidenta Cristina Kirchner.
Según Fernández, los miembros de la Corte "se han convertido en el brazo operativo de la oposición y de los grupos concentrados de poder económico y mediático" y los acusó de responder al expresidente y líder de Juntos por el Cambio (JxC), Mauricio Macri.
La dirigente y precandidata presidencial de esa coalición Patricia Bullrich había celebrado el fallo de la Corte con un tuit: "les frenamos las reelecciones", escribió.
Tanto Macri como Bullrich habían definido a las provincias de San Juan y Tucumán como "feudos" del peronismo gobernante.
El gobierno impulsó una reforma del sistema judicial mediante leyes que aún deben ser tratadas en el Congreso y que incluyen la ampliación de la Corte, que actualmente tiene cuatro miembros al no tener una jueza ya jubilada.
Entre tanto, el ministro de Justicia, Martín Soria, lamentó la decisión del Tribunal Supremo y dijo que ello lanza un "mensaje mafioso" contra la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
De acuerdo con Soria, esta decisión va directamente en contra de los intereses de los actuales gobernadores de San Juan y de Tucumán, Sergio Uñac y Juan Manzur, respectivamente, quienes aspiraban a la reelección bajo el paraguas de Frente de Todos, coalición liderada por Kirchner y el presidente Fernández.
"El Tribunal decide en base a intereses de ciertos sectores políticos", denunció el ministro Soria, quien ha afirmado que, tras el fallo judicial, algunos miembros de la coalición opositora celebraban como si el fallo lo hubieran escrito ellos", según recoge la agencia de noticias Télam.
Así, el ministro de Justicia ha dejado entrever que el Supremo ha tardado "un mes" en adoptar una decisión que "podrían haber tomado en días" pues han actuado después de "tener datos de encuestas" que apuntan a Uñac y Manzur como principales aspirantes a revalidar la Gobernación.
La corte emitió medidas cautelares tras una petición por parte de la oposición para suspender los comicios provinciales debido a que tanto Uñac como Manzur aspiran a ser reelegidos en el cargo, lo que ha planteado dudas constitucionales sobre sus candidaturas, pues el cargo de gobernador y vicegobernador no puede ser revalidado en más de dos ocasiones.