Tensión europea por plan de recuperación | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Viernes, 17 de Julio de 2020
Redacción internacional con AFP
Duro enfrentamiento entre los gobernantes de las naciones más afectadas, apoyadas por Alemania, y los mandatarios de las denominadas “frugales”, como los Países Bajos y Austria entre otros.

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Tensión. Esa fue la nota predominante en el inicio este viernes de la cumbre de mandatarios de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) para definir el monto, condiciones y alcance del plan de reconstrucción pospandemia.

En el citado encuentro el objetivo era discutir el plan de la Comisión Europea, retomado por el jefe del Consejo, Charles Michel, de un fondo de 750.000 millones de euros, que Bruselas tomaría prestado para reactivar la economía y paliar las consecuencias de la pandemia.

Los líderes remarcaron la urgencia de conseguir un acuerdo sobre el presupuesto comunitario y el fondo, pero muchos de ellos se han mostrado escépticos sobre la posibilidad de lograrlo.

Así, por ejemplo, la canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado que los líderes afrontan la cumbre con "energía" a pesar de que sus diferencias siguen siendo "muy grandes". "Por eso no puedo anticipar si llegaremos a algún resultado", ha lamentado.

El francés Emmanuel Macron, por su parte, se ha mostrado "optimista pero prudente" de cara a las negociaciones, pero ha advertido que "está en juego el proyecto europeo" y ha subrayado que ha llegado el momento "de la verdad y la ambición" para la UE.

A su vez, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha afirmado ser "consciente" de las "divergencias existentes" entre los Veintisiete, pero ha añadido que deben ser capaces de "superarlo" con "gran determinación", no sólo "por los intereses de los ciudadanos italianos que han sufrido y están sufriendo", sino también "en el interés de todos los europeos".

Los presidentes de España, Portugal y Grecia se sumaron a las voces que buscan la aprobación del plan y con junto con Alemania encabezan el bloque a favor del mismo ya que serían los mayores beneficiarios.

Críticas al plan

El contrapunto a estas declaraciones, los líderes de los países adeptos del rigor fiscal apodados "frugales" y, especialmente, el primer ministro holandés, Mark Rutte, dejaron claras sus críticas al plan.

El volumen del fondo y su distribución entre medio billón de euros de ayudas y 250.000 millones de préstamos son las críticas principales de Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca, que abogan especialmente por los préstamos.

"Queremos un redimensionamiento, sobre todo en lo que respecta a las subvenciones y vamos por buen camino en la discusión", aseguró al llegar el canciller austríaco, Sebastian Kurz, dudando sobre si se llegaría a un acuerdo en esta cumbre.

Una de las posibles soluciones es reducir el medio billón de ayudas, pero tocando a la partida de 190.000 millones destinada a programas europeos y no a los 310.000 millones del instrumento de recuperación en sí mismo.

Adicionalmente el primer ministro holandés pretende que los 27 países autoricen por unanimidad el desbloqueo de los fondos, un reclamo que en el sur despierta el fantasma de la 'troika' de la pasada crisis de la deuda.

"España, Italia y otros países indicaron que no es aceptable y que se debe contar con un sistema ágil" para el desbloqueo de los fondos.

Rutte, que no se dice contrario a la "solidaridad", defendió que se pueda pedir a los países receptores que hagan "todo lo posible" para ser más resilientes ante una futura crisis, aplicando "reformas en el mercado laboral o en las pensiones".

El holandés retoma la retórica de que los endeudados países del sur no hicieron las reformas necesarias para enfrentar la crisis, pese a que Bruselas se esforzó en subrayar que no se puede responsabilizar a ningún miembro del impacto de la pandemia.

El plan de Michel prevé que los países que quieran la ayuda deben presentar un plan de recuperación que tenga en cuenta las recomendaciones anuales de la Comisión y la transición ecológica y digital. Los 27 deberían aprobar por mayoría el desembolso.

En el campo de las condiciones, Hungría y Polonia, en el punto de mira por polémicas leyes sobre la justicia o las ONG, reclaman abandonar la idea de vincular el desembolso de los fondos a la situación del Estado de derecho.

La cumbre es la primera presencial desde que el coronavirus golpeara Europa y que se traducirá en una contracción del 8,3% del PIB de la UE, según la Comisión Europea.

Ante las bajas expectativas de éxito, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, llamó de nuevo la víspera a ponerse de acuerdo "rápidamente" sobre un "paquete ambicioso" porque "no hay tiempo que perder".

La negociación

"La buena noticia es que nadie abandonó la sala", indicó una fuente diplomática. Tras una serie de discusiones bilaterales entre los actores clave, los 27 mandatarios reanudaron la negociación con una cena de trabajo.

Durante la pausa de tres horas, Michel probó la acogida de varias modificaciones de su propuesta inicial de consenso. El ex primer ministro belga se reunió así con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la titular de la Comisión, Ursula von der Leyen, así como con Rutte.

El debate sobre el fondo se suma a las discusiones sobre el Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027, el primero presupuesto de la UE sin el Reino Unido, que se saldaron en febrero con un sonoro fracaso, en parte por los "frugales".

Para intentar lograr su apoyo, Michel propuso un presupuesto de 1,074 billones de euros, unos 20.000 millones menos que en febrero, y mantener la reducción en sus contribuciones a los cuatro países "frugales" y a Alemania. Según un diplomático, algunos de estos países reclamarían una mayor reducción. Pero Macron les advirtió que si se reduce el volumen del fondo de recuperación, se reducirá el de las contribuciones.

El primer ministro holandés ha dicho que la garantía de que se van a adoptar reformas estructurales y un aumento de los fondos de los que disfrutan los países más ricos son las dos condiciones que significarían un "buen resultado" de la cumbre, pero las decisiones más trascendentales se han reservado para el día este sábado.