La empresa Intuitive Machines, basada en Houston, logró posar en la Luna la primera nave espacial estadounidense en más de 50 años como parte de una nueva flota de robots comerciales no tripulados -financiada por la NASA- destinada a preparar misiones con astronautas a finales de esta década.
Los controladores de vuelo confirmaron el jueves que recibieron una señal débil, aunque no quedó claro de inmediato si el módulo de alunizaje Nova-C "Odysseus" estaba completamente operativo luego de que en la transmisión en vivo los comentaristas sugirieran que pudo haberse desviado.
El módulo hexagonal, que transporta experimentos científicos de la NASA y que mide un poco más de cuatro metros de alto, alunizó cerca del polo sur del satélite a las 23H23 GMT, tras reducir su velocidad.
"Podemos confirmar sin duda alguna que nuestro equipo está en la superficie de la Luna, y estamos transmitiendo", declaró Tim Crain de Intuitive Machines durante la transmisión en directo en vídeo de la empresa. "Felicitaciones equipo de IM, veremos cuánto más podemos conseguir con esto", añadió.
Odysseus se lanzó el 15 de febrero en un cohete Falcon 9 de SpaceX y cuenta con un nuevo tipo de sistema de propulsión de oxígeno líquido superenfriado y metano líquido que le permitió surcar el espacio en tiempo récord.
En enero, el intento previo realizado por otra empresa estadounidense -Astrobotic- terminó en fracaso, lo que generó dudas sobre si la industria privada podía repetir la hazaña que la NASA logró por última vez durante su misión tripulada Apolo 17 en 1972.
La misión actual "será una de las primeras incursiones en el polo sur para observar las condiciones medioambientales del lugar al que vamos a enviar a nuestras astronautas en el futuro", dijo Joel Kearns de la NASA.
"¿Qué tipo de polvo o de suciedad hay? ¿Qué tan caliente o frío es? ¿Cuál es la radiación ambiental? Son algunas de las cosas que quieres saber antes de enviar a los primeros exploradores humanos", agregó.
Polo sobre la luna
El lugar elegido por Intuitive Machines está situado a unos 300 kilómetros del polo sur de la Luna.
El cráter de destino del alunizaje se llama Malapert A, en honor a un astrónomo del siglo XVII.
El polo sur lunar es de especial interés porque contiene agua en forma de hielo, que podría explotarse.
La NASA espera enviar astronautas a la Luna a partir de 2026 con sus misiones Artemisa. Para prepararlas quiere estudiar la región más de cerca.
Para conseguirlo usa su nuevo programa CLPS de la NASA, que ha encargado a empresas privadas que llevarán su material científico a la Luna, en lugar de desarrollar ella mismos vehículos para hacerlo.
Intuitive Machines es una de estas empresas seleccionadas. Su contrato con la NASA para esta primera misión, denominada IM-1, asciende a 118 millones de dólares.
El objetivo es reducir los costos para la agencia pública pero seguir desarrollando la economía espacial. Y eso a pesar de los riesgos.
Siete días activos
El módulo de aterrizaje lunar transporta seis cargamentos privados (incluidas unas esculturas del artista contemporáneo Jeff Koons que representan las fases de la Luna) y seis instrumentos científicos de la NASA.
Además, unas cámaras situadas bajo el módulo de aterrizaje lunar analizarán la cantidad de polvo arrojado durante el descenso, con el fin de compararlo con los alunizajes de Apolo.
Otro instrumento estudiará el plasma lunar (una capa de gas con carga eléctrica) y medirá las ondas de radio procedentes del Sol y de otros planetas.
El módulo de alunizaje funcionará con paneles solares. Se espera que esté activo siete días desde el alunizaje. Después quedará inoperativo.