El día después evidencia que la carrera demócrata será entre el exvicepresidente moderado y el senador izquierdista Sanders. Súper Martes deja al primero con 566 delegados y al segundo con 501

DEBUT y retiro en un solo día. Ese fue el tan anunciado como efímero paso por la campaña presidencial demócrata del multimillonario Michael Bloomberg, quién se vaticinaba sería la fuerte tercera vía en la contienda partidaria para elegir al más capaz de derrotar al presidente Donald Trump, quién con su partido republicano unido tras de sí busca otros cuatro años en la Casa Blanca.

El exrepublicano, exalcalde de Nueva York, el noveno hombre más rico del mundo en 2019 según la revista Forbes, invirtió US$539 millones de dólares en publicidad televisiva, radial y otros formatos de anuncios desde el pasado 25 de noviembre cuando lanzó su candidatura, la que sometió al escrutinio electoral en el ‘Súper Martes’ del 3 de marzo.

Alentado por las encuestas a nivel nacional que lo colocaban en un tercer lugar con una intención de voto del 14%, Bloomberg se la jugó toda en esta mega cita electoral para darse cuenta de que una cosa son lo que dicen los sondeos y otra el veredicto de las urnas. Pese a su millonaria inversión solo triunfo en el territorio de Samoa Americana y en toda la jornada solo alcanzó 61 delegados, lo que lo llevó de inmediato a dar un paso al costado y adherir a la campaña del hoy ‘resucitado’ y líder de la carrera demócrata, Joe Biden.

"Después de los resultados, la matemática de los delegados ya no es posible y no existe una senda viable a la nominación. Seguir en la terna haría "más difícil" encontrar un candidato viable para evitar la reelección de Trump”, explicó Bloomberg, quién fue blanco de las críticas del Presidente quién trinó que “el exalcalde intenta salvar la cara apoyando a Biden” y además que “mini Mike debería haber asumido hace tiempo que "no tiene lo que hay que tener" y "se habría ahorrado 500 millones de dólares".

El ganador del “Súper martes” fue Biden, gracias a que sus antiguos rivales le endosaron sus apoyo y el de sus seguidores. El considerado hombre del establecimiento demócrata concitó el respaldo de los moderados Pete Buttigieg, Amy Klobuchar y Beto O'Rourke. Y, ahora Bloomberg. La intención es más que obvia: alzarse con la nominación por considerar que Biden es el único con chance real para impedir la reelección de Trump quién, a propósito, fue el arrasador ganador en el “Súper martes” que también realizaron los republicanos.

‘Resurrección’

Dado políticamente muerto hace tan solo dos semanas, en tan solo un día, Biden tuvo este martes, como el ave fénix, un espectacular resurgimiento en la campaña.

"Hace apenas unos días, los medios y comentaristas habían declarado la muerte de esta candidatura…"Bueno, estoy aquí para decirlo: estamos vivos, coleando y no voy a morir” espetó, exultante de alegría, Biden ante sus seguidores en California, donde contrario logró arrebatar varios delegados a su rival ‘social-demócrata’, Bernie Sanders.

Biden, que busca ser la carta presidencial de su partido por tercera vez (fracasó en 1988 y 2008) ganó en más estados que Sanders y se anotó también importantes victorias en los populosos Texas y Carolina del Norte, donde el voto latino pesa.

Se impuso en Alabama, Oklahoma, Tennessee, Arkansas, Minnesota, Massachusetts y Virginia, probando su arraigo en grupos demográficos clave para un triunfo demócrata, como la comunidad negra, pero también entre los blancos del Medio Oeste del país.

Sanders, el senador de 78 años que se define como "socialista democrático" y quién ha concitado el apoyo de las nuevas generaciones, venció en su estado natal de Vermont, en Utah y en Colorado, y se encaminaba a ser el ganador en California, la joya de la corona ya que reparte 415 delegados.

En Maine se registró un cerrado duelo, que finalmente ganó Biden pero tanto él como Sanders sumaron 8 delegados, mientras que la senadora progresista Elizabeth Warren, sumaba dos.

Warren no logró ganar en su natal Massachusets, tradicional bastión de la izquierda y ni siquiera llegó al 15% que se necesitaba para buscar algún delegado.

Situación similar vivió en la jornada la congresista de Hawái Tulsi Gabbard, de 38 años, última por lejos en los sondeos, no despuntó tampoco como era esperado.

Se vaticina que ambas mujeres se vaticina abandonarán en poco tiempo la carrera, lo que la reduce a Biden y Sanders, un enfrentamiento de septuagenarios con modelos  programáticas distintos: el moderado y la izquierda.

El presidente Trump también criticó que pese a tener nulas posibilidades por hacerse a la nominación, Warren se mantenga en competencia para, según dijo, “perjudicar a Sanders”. Vale recordar que el mandatario republicano ha insistido en que la élite demócrata ha tenido como objetivo, desde tiempo atrás, impedir el triunfo del senador de Vermont, decantándose abiertamente por Biden.

"La élite demócrata se ha unido y ha aplastado otra vez a Sanders. Además el hecho de que Elizabeth Warren siga en la carrera ha sido devastador para Bernie y ha permitido que el soñoliento Joe gane de forma impensable en Massachusetts. Ha sido una tormenta perfecta, con muy buenos estados conseguidos por Joe", trinó el presidente Trump, no sin antes señalar que “fue un gran resurgimiento para Joe Biden, un resurgimiento increíble cuando uno lo piensa".

Sin completar el escrutinio en California, el botín electoral mayor donde el candidato de izquierda  punteaba, las cuentas electorales, respecto a delegados obtenidos estaban así: Biden, 566, Sanders, 501; Warren, 61, Bloomberg, 53; Buttigieg, 26, Klobuchar (7) y Gabbard, 1.

A pesar de la avalancha de apoyo al moderado Biden, Sanders no baja la guardia ni el optimismo. Expresó ayer su “absoluta confianza” de ganar la candidatura demócrata, resaltando que “no se puede vencer a Trump con la misma política de siempre. Lo que necesitamos es una nueva política que incorpore a la clase trabajadora y a los jóvenes a nuestro movimiento político".

Faltan por definir los votos de los demócratas en el exterior, que apoyaron a Sanders en 2016 y que pueden ser determinantes para las nueva parada de la carrera: las primarias del próximo martes en Idaho (20 delegados) Michigan (125), Misisipi (36), Misurí (68), Dakota del Norte (14) y Washington (89).

La diferencia actual de delegados entre Biden y Sanders es de 65 delegados. Y el próximo martes estarán en juego 352, por lo que ambos candidatos se esforzarán al máximo durante esta semana para concitar el mayor respaldo a sus propuestas pero traducidos en votos. La carrera es larga y aunque el exvicepresidente volvió a tomar la punta, el senador de Vermont es una fuerte amenaza a su aspiración.