En 2024, la Secretaría de Ambiente (SDA) sancionó a establecimientos comerciales e industriales con multas que sumaron $105.079.014 por exceder los límites de ruido permitidos, en cumplimiento de la normativa ambiental vigente.
La secretaria de Ambiente, Adriana Soto, expresó: “Estas acciones destacan el compromiso de la administración distrital por combatir uno de los problemas ambientales más sensibles para la ciudadanía: la contaminación auditiva”.
El ruido, especialmente el generado por actividades económicas, figura entre las principales quejas presentadas por la ciudadanía en Bogotá. En respuesta, la Secretaría de Ambiente ha intensificado las acciones de Inspección, Vigilancia y Control para mitigar los impactos que afectan no solo el ambiente sino la salud pública y la calidad de vida en Bogotá.
En el año se realizaron 662 visitas técnicas a las 19 localidades urbanas del Distrito; las localidades con mayor índice de ruido fueron, en su orden, Antonio Nariño, Usme, Puente Aranda, Engativá y Kennedy.
Como parte de su estrategia integral de gestión en materia de ruido, la Secretaría realiza operativos en conjunto con otras entidades distritales, orientados a comprobar si los establecimientos comerciales, industriales y de servicios cumplen con las normativas vigentes. Además de aplicar sanciones, se promueve la sensibilización sobre la importancia de adoptar prácticas responsables que respeten los niveles sonoros permitidos.
Este enfoque busca no solo controlar las emisiones de ruido, sino también fomentar una cultura de corresponsabilidad entre empresarios y ciudadanos para avanzar hacia una ciudad más habitable y sostenible.
Factores que más contribuyen a la contaminación auditiva
- El flujo vehicular y el estado de las vías.
- El sobrevuelo de aviones.
- La mixtura de suelo, que implica la cercanía de actividades residenciales con comerciales o industriales.
- La baja calidad en las edificaciones en cuanto a aislamiento acústico.
- La falta de responsabilidad de los propietarios de fuentes emisoras de ruido, especialmente aquellas actividades relacionadas con la venta y consumo de bebidas alcohólicas, quienes no cumplen con su obligación de controlar y mitigar la emisión de ruido.
- El uso indebido del espacio público, que incluye actividades que generan niveles elevados de ruido en zonas urbanas.