Crisis humanitaria en el Catatumbo deja más de 13.000 afectados | El Nuevo Siglo
Lugareños desplazandose en el río Tarra, que divide a Colombia y Venezuela. Foto: AFP
Lunes, 20 de Enero de 2025
Redacción Política

LOS COMBATES entre el Frente 33 de las disidencias de las Farc y el Eln siguen causando estragos en las familias de los corregimientos que conforman la subregión del Catatumbo. De acuerdo con cifras oficiales de la Defensoría del Pueblo, más de 11.000 personas han sido desplazadas por estos enfrentamientos, a la par que más de un centenar de personas han pedido la vida, entre ellos decenas de firmantes de los acuerdos de 2026.

Según Iris Marín, los municipios de El Tarra, Teorama, Convención, Hacarí, Ábrego, San Calixto y Tibú han sido los más afectados por esta guerra de grupos armados. Para contener la crisis de orden social, las autoridades han dispuesto de centros de atención para las víctimas del desplazamiento en Ocaña y Cúcuta, dos de las principales ciudades de Norte de Santander, además de corredores humanitarios con destino a Venezuela, país que también ha acogido a quienes huyen del conflicto.

 

La funcionaria aseguró que ha habido múltiples saqueos y ataques a civiles por presuntos nexos con alguno de los grupos armados, lo que ha incrementado de manera severa el número de afectados. Desde Venezuela, la ONG Fundaredes aseguró, que si bien, el flujo de personas que huye de los enfrentamientos incrementó de manera severa en las últimas 72 horas a los estados de Zulia y Táchira, la preocupación sigue latente ante la presencia y control por parte del Eln en la zona fronteriza.

Desde la fundación aseguraron que “la constante presencia del Eln y de bandas organizadas agrava aún más esta situación, poniendo en riesgo la vida y el bienestar de los habitantes”, y señalaron que “es imperativo que Colombia y Venezuela fortalezcan sus mecanismos de protección a la población civil y aborden las causas estructurales de esta crisis”.

Asimismo, desde la Cruz Roja Internacional se han focalizado los esfuerzos para la atención de los desplazados, disponiendo de casi 50 voluntarios repartidos en los principales refugios de Norte de Santander, brindando servicios de atención médica, servicios sanitarios, de alimentación y acompañamiento.