En varias capitales los sistemas articulados tienen problemas financieros porque no alcanzan las metas de pasajeros movilizados

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Megabus

Desde 2006 viene funcionando este sistema que sirve el Área Metropolitana Centro Occidente (AMCO) que  beneficia a los municipios de Pereira, Dosquebradas y la Virginia, en Risaralda.

Un tema clave que tendrá que abordar el nuevo alcalde de Pereira, Carlos Maya, es que este este sistema, como los demás modos de transporte urbano de la ciudad, se ha visto afectado en su parte financiera por la disminución de pasajeros debido a que los ciudadanos han optado por otras formas alternativas o usan el transporte pirata.

Megabus está diseñado para movilizar un promedio de 142.000 pasajeros diarios, pero a pesar que en el primer trimestre de este año mejoró el promedio, está en 105 diarios.

Por otro lado, Maya se salvó de que le quedara la papa caliente del contrato por más de $100 mil millones entre Megabus y la firma Integra S.A. para la operación por cuatro años más, pues fueron denunciadas algunas irregularidades. No obstante, el convenio fue deshecho por las partes a raíz de la polémica que surgió.

Metrolinea

Al cumplir su primera década de funcionamiento en Bucaramanga este sistema en articulado afronta un grave problema financiero porque no alcanza el número de pasajeros que garantice su sostenibilidad. Se estimó una demanda en 382.000 pasajeros al día, pero son menos de 100 mil los que se suben.

Por ello Metrolinea arrastra un déficit de $37.000 millones que incluso ha hecho que se haya barajado la posibilidad de liquidarlo. La propia entidad advierte que “actualmente el sistema no es sostenible, en razón a que los costos de operación son mayores a los ingresos por pasajeros”.

El nuevo alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, tiene el reto de salvar este sistema que a pesar de sus problemas financieros, ha sido un elemento clave para la movilidad de los ciudadanos en una ciudad que por su desarrollo se ve afectada por el número de carros en las calles.

Cárdenas tendrá que corregir también las fallas que han encontrado varios diagnósticos en el diseño del sistema y de igual forma ver como saca de circulación unos 300 buses tradicionales que estarían sobrando.

Transmetro

En julio pasado este sistema cumplió nueve años en Barranquilla mostrando a diferencia de otras ciudades buenas cifras en el número de usuarios. Incluso incrementó la flota entre agosto de 2018 y julio de 2019, pasando de 246 a 257 buses en circulación.

En promedio el sistema está movilizando 150 mil pasajeros al día en su 12 rutas troncales (seis corrientes y seis expresas) 25 rutas alimentadoras y cuatro rutas de refuerzo para alimentadoras.

No obstante, el nuevo alcalde Jaime Pumarejo tiene el reto de mejorar el servicio criticado por la cobertura, demoras en las frecuencias, seguridad y deterioro en las estaciones, entre otros.

También se requiere más control y trabajar en cultura ciudadana porque hay desorden en el uso del servicio por parte de los usuarios, colados e incluso agresiones a los guías cívicos

MIO

Una década cumplió el MÍO en Cali pero a pesar de ello viene perdiendo pasajeros año tras año y como consecuencia ve afectadas sus finanzas.

El 32% de los caleños afirma que utiliza con regularidad el MÍO, un 23% se mueve en moto, 15% en carro particular, en tanto que apenas un 6% lo hace en bus.

El entrante alcalde Jorge Iván Ospina ha señalado que para mejorar la utilización del MÍO piensa reducir el costo en la tarifa. “El MÍO tiene la responsabilidad de competir con precios. Desafortunadamente, estamos inundados de transporte informal y la única manera de superar eso es con la calidad del MÍO y con un mejor precio. El valor está a $2.200 el pasaje y estoy pensando en bajarlo a $2.000 en algunos recorridos”.

Pero no son los únicos frentes en los que Ospina tendrá que trabajar porque se suma la solución a la falta de infraestructura, mejorar la frecuencia y revisar la integración con otros medios de transporte, entre otros.

Transcaribe

Un  gran problema que afronta Transcaribe es que el número de buses resulta insuficiente para la población, lo que a juicio de los expertos motiva el transporte informal, por ejemplo, hay más de 67 mil mototaxistas.

De igual forma el Concejo de Cartagena rechazó en dos ocasiones, por supuestas falencias en la propuesta, la aprobación de un préstamo de $20 mil millones para chatarrizar los buses del sistema que deben salir de circulación.

Como consecuencia una de las primeras tareas del entrante alcalde William Dau será retomar este tema y volver a presentar el proyecto de acuerdo al Concejo para conseguir estos recursos y modernizar el sistema.

Metroplus

El nuevo alcalde de Medellín, Daniel Quintero, tendrá que resolver algunos problemas que se han presentado para la ampliación del Metroplus en la capital de Antioquia por temas de contratos, como en la Aguacatala.

En diciembre de 2017 comenzó el contrato para la construcción del carril de buses del Metroplus en la Calle 12 sur, entre las avenidas El Poblado y Guayabal. La finalización de las obras estaba planeada para febrero pasado, pero en esa oportunidad el consorcio Cydcon, integrado por Conasfaltos y la mexicana Construcciones y Dragados del Sureste, solicitó un plazo adicional de seis meses, pero ni así pudo terminar la obra y la dejó al 55,9%. Luego de lo cual la empresa de transporte dio por terminado el contrato.

Transmilenio

En sus cerca de dos décadas de operación este sistema afronta una crítica situación en sus finanzas que en solo el SITP se estima podría llegar a los $2 billones en 10 años si no se logra hacer que los ciudadanos lo utilicen más.

La alcaldesa electa, Claudia López, debe enfrentar también dos problemas graves de Transmilenio, como lo son la inseguridad y los colados. Un estudio de la Universidad Nacional indica que cada mes 2.488.000 personas se suben sin pagar el pasaje.

A este respecto López señaló que pondrá puertas anticolados en la estaciones como las que existen en cable de Ciudad Bolívar.

En materia de infraestructura López se opone al Transmilenio por la Carrera Séptima que impulsa el alcalde Enrique Peñalosa, y además le pide que no deje contratada la troncal de la Avenida 68 por considerar que técnicamente no empataría con la propuesta que tiene ella de extender el Metro hasta Suba.