En Manizales, corrida de emociones y decepciones | El Nuevo Siglo
Foto: José Miguel Suárez.
Miércoles, 10 de Enero de 2024

Por: Hernando Suárez Albarracín

Muy buena entrada: Más de tres cuartos de plaza en tarde soleada y un ambientazo de los que sólo se viven en Manizales, constituyeron el marco en el que se celebró la segunda corrida del serial cafetero. Se corrió un encierro variopinto impecablemente presentado del capitán Carlos Barbero, que no sólo fue serio en hechuras sino en comportamiento, excepto el tercero.

Luis Bolívar fue el encargado de abrir plaza con un castaño que peleó en varas, que humillaba y se repetía con codicia pero que llegó a la Monumental con limitado combustible. Con la sapiencia que otorga la madurez, el caleño manejó acertadamente los tiempos y dio pausas para oxigenar al toro y prevenir se derrumbara. Aprovechó también la bondad de los dos pitones y corrió la mano con gusto. Al toro le faltó un puntito de transmisión, por lo que la faena perdió efervescencia. Estocada delantera, tendida y desprendida, y descabello. Palmas al de Santa Bárbara en el arrastre. El caleño saludó desde el tercio.

El segundo de su lote fue un gran toro. Tenía más fuerza que un jet y embestía además con mucha clase por los dos pitones, fijo, entregado, bravo. En un hecho nada común, cuando todo estaba listo para que se ejecutara el tercio de varas, el toro se arrancó desde Chipre, mandó al picador hasta La Nubia y tumbó al caballo para luego volverlo a poner en pie romaneándolo ante el asombro e incluso el pánico de los 12 mil asistentes. Luis Bolívar bordó una bella faena; dosificó los pases y supo meter al castaño en ‘la canasta’ con buenas maneras. Faltó un pellizco de emotividad. Los tendidos disfrutaban de lo que ocurría en el ruedo, pero sin estallar. Espadazo soberbio, arriba, hasta la empuñadura. Una oreja para Bolívar, vuelta al ruedo al encastado de Santa Bárbara. Qué momento más emocionante.

En su primera salida, José Arcila estuvo por debajo del toro. No pudo embarcarlo y dibujó una gélida faena abriendo demasiado los espacios y desaprovechando las bondades del castaño. Finiquitó de estocada bien dirigida. Aplausos al toro en el arrastre. Saludó desde el tercio el anfitrión.

En su segundo turno se las vio con un precioso el jabonero sucio que se dejó en la primera parte de la faena pero luego comenzó a apagarse hasta que se escurrió de la muleta de Arcila. Incluso por momentos buscó salir hacia las tablas. El manizalita instrumentaba muletazos mientras el toro, desconcertado, pasaba y la faena se tornaba sosa. Se volcó a por lo suyo y hundió el acero. El toro dobló pronto y, aunque tarde, el palco concedió un trofeo. Aplausos al toro en el arrastre.
Reservón, mirón, discreto de clase resultó el primer toro de Román Collado, torero español que goza de particular afecto de la afición de Manizales. No resultaba cómodo instrumentar muletazos a este chorreado que con el transcurso del trasteo se vino a menos, blandeando las manos y perdiendo fuerza. El público respaldó con palmas el esfuerzo del diestro por agradar.

Dos pinchazos, estocada atravesada y descabello. Pitos al toro y saludo desde el tercio por Román.

La corrida terminó con otro jabonero sucio que sí tuvo buen comportamiento. Se desplazaba con fuerza y metía los belfos para rematar su viaje bajo el palillo. El público acompañaba al diestro por la emotividad con que ejecutaba pases aquí y allá. Román fue desarmado y la música dejó de sonar; intentó luego pero no pudo ordenar la faena; al contrario, la equivocó y terminó perdiendo el sitio y también al toro que salió a arroparse en las tablas. Espadazo trasero y descabello. Silencio.

Uno de los tantos amigos que tengo en Manizales, saliendo de la Plaza, se acercó y me dijo: “A ver… hubo tres toros aplaudidos en el arrastre, uno al que se le dio vuelta al ruedo, las estocadas fueron efectivas… de hecho no se escuchó un solo aviso, los tres toreros tienen experiencia, la música sonó en los seis toros… ¿por qué se cortaron sólo dos orejas?

Le respondí: “Luego hablamos. Debo salir corriendo a escribir mi nota”.