Se instalaron, en cuatro centros de reclusión, cámaras de desinfección con sensores que se activan cuando los guardias de seguridad pasan, según informó el Inpec. 

Las cárceles que ya cuentan con los dispositivos son: En la cárcel La Picota de Bogotá, en la cárcel de máxima seguridad de Jamundí (Valle del Cauca), en La Picaleña de Ibagué (Tolima) y en el centro de reclusión de mujeres de Armenia (Quindío).

Estas cámaras ubicadas a la entrada de los reclusorios, que además detectan la presencia de metales, rocían amonio cuaternario al sentir la presencia de la persona que ingresará al centro penitenciario. 

Este procedimiento tiene como objetivo evitar que los guardias de seguridad, que al terminar el turno regresan a sus casas, puedan llegar a transmitirle el virus a los internos.

Pese a que el Inpec aseguró que planea instalar estos equipos en las cárceles más grandes, por ser las más vulnerables ante un eventual brote intramuros, aseguró que esta decisión depende de los directores de cada centro penitenciario. 

Cabe recordar que desde el pasado 12 de marzo se comenzaron a tomar medidas en las cárceles con el fin de evitar un contagio dentro de las mismas. Entre estas decisiones se prohibió el ingreso de las visitas durante la emergencia y se abasteció a los reclusos de elementos de aseo como jabones y geles antibacteriales.