Entrevista de la AFP con Christoph Harnisch, jefe del CICR en Colombia, al comentar el balance anual en materia de DIH.
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Con el fin del conflicto con las Farc, ahora muchos preguntan por sus desaparecidos en Colombia. En 2017 el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) llevó alivio a 19 familias que, por fin, supieron del paradero de sus muertos.
"Esto parece poco, pero es muy significativo", señala a la AFP el suizo Christoph Harnisch, jefe del CICR en Colombia, al comentar el balance anual en materia de Derecho Internacional Humanitario (DIH).
Cinco décadas de enfrentamiento entre guerrillas, paramilitares y fuerzas del Estado dejan unos ocho millones de víctimas entre muertos, desplazados y desaparecidos.
Según el Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1958 y 2017 casi 83.000 personas fueron desaparecidas a la fuerza.
Colombia transita lentamente hacia la paz. El año pasado el grupo rebelde más poderoso de América depuso las armas y se transformó en partido, y el gobierno intenta sacar adelante un proceso de paz similar con el Eln.
Llamado apremiante
Aunque la violencia ha disminuido, persisten otras amenazas armadas y el Estado todavía no toma control efectivo de los territorios que dejaron las Farc, apunta el CICR. "Nos preocupan departamentos como Chocó, Nariño, Norte de Santander, Guaviare, Antioquia, Arauca y Caquetá".
Aun así, Harnisch celebra que 271 familias hayan podido aliviar su dolor. De ellas 133 restablecieron contacto con personas que creían desaparecidas, entre ellos excombatientes de las Farc, y 138 supieron que sus allegados murieron.
Pero solo 19 saben exactamente dónde están los restos y algunos todavía esperan su entrega, sin contar las exhumaciones que realizó el Estado por su cuenta.
De ahí que el jefe del CICR en Colombia urja por la entrada en funcionamiento de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, con carácter extrajudicial y humanitario, que fue pactada entre el gobierno y las Farc.
El acuerdo compromete a los exguerrilleros a confesar sus crímenes y reparar a las víctimas, así como a nunca más ejercer la violencia. Sin embargo, aún no entra en funcionamiento el sistema de justicia que garantiza los derechos a las víctimas.
A continuación extractos de la entrevista con el jefe del CICR.
- ¿Qué balance arroja el 2017 en materia de Derecho Internacional Humanitario en Colombia?
"Lo que hay que destacar es que las violaciones al Derecho Internacional Humanitario no han terminado. Lo que vimos es que hubo enfrentamientos entre grupos armados y la fuerza pública, y unas violaciones de diferentes tipos que ya conocíamos del pasado, pero no hubo un cambio muy importante. Tuvimos 550 alegaciones (denuncias). Esto no es el reflejo de la realidad, porque nosotros no estamos en todas las zonas donde hubo enfrentamientos, estamos en las zonas más vulnerables (...) Pero la realidad para muchas personas en las zonas de conflictos no ha cambiado mucho".
- ¿Por qué aumentaron los casos de desapariciones en un 133% entre 2015 y 2017, de 321 a 748?
"El aumento de los casos que nosotros ahora conocemos tiene que ver con (el hecho de que) las familias, por fin, decidieron hablar con nosotros. Hubo el acuerdo final con las Farc. Hubo en la población mucha esperanza. Con la desaparición de las Farc sí hubo, en algunas zonas, un entorno mucho mejor para hablar de esto. Pero el problema más profundo es que muchas personas (...) no tienen mucha confianza en las instituciones".
- ¿El pacto de paz con las Farc terminó con el silencio?
"Con una parte del silencio, pero ahora hay que ver la confianza de las personas, si la violencia en las zonas más afectadas sigue o no, porque ahí hay preocupación, hay frustración.
Y esta es la importancia de terminar estos conflictos, porque es muy difícil (...) obtener información de las personas y mucho más de los actores armados (...). Esto tiene respuesta solamente en una situación donde las personas tienen suficientes niveles de confianza para hablar y no tener una reacción negativa. Aquí claramente muchos actores armados saben muy bien lo que hicieron en el pasado".
- ¿Qué preocupaciones tiene con respecto a la implementación del acuerdo de paz?
"La implementación del acuerdo de paz en los temas que nos interesan, particularmente los desaparecidos, desminado humanitario, (...), se hizo con muchas demoras y nosotros esperábamos mucho más.
La segunda preocupación es que siguen los conflictos armados con estos grupos: Eln, Epl, Autodefensas Gaitanistas de Colombia, y ahora el Bloque Oriental (de las Farc) que no se acogió al proceso de paz.
Esto quiere decir que para muchos la situación no cambió (...), ellos no oyeron lo que se llama 'beneficios de la paz'. Es más, en algunas zonas que dejaron las Farc hubo un deterioro de la situación de seguridad de las personas".