En 2024 las violaciones a la libertad de prensa aumentaron en 12% | El Nuevo Siglo
Prensa colombiana en el marco de las elecciones de 2022. / Archivo AFP
Viernes, 7 de Febrero de 2025
Redacción Política

Si bien este 9 de febrero debería ser una festividad para los comunicadores en el país, dado que se celebra el Día del Periodista en conmemoración de la fundación del periódico "Santafé de Bogotá" en 1791, lo cierto es que con el paso de los años esta se ha convertido en una profesión de alto riesgo, tanto en Colombia como en el mundo.

La labor periodística se ha visto seriamente afectada por diversos flagelos, especialmente las amenazas y censuras por parte de grupos criminales o grandes conglomerados económicos, quienes de una u otra forma argumentan que sus intereses se ven pueden ver comprometidos ante la denuncia realizada por parte de la prensa.

De acuerdo con la Unesco, el año pasado se registraron 68 asesinatos a periodistas y o trabajadores en medios de comunicación. Y si bien la cifra se redujo sustancialmente respecto a 2023 –74 casos– y 2022 –88 casos–, este flagelo se incrementó en un 60 % en países en conflicto, siendo Palestina el principal epicentro de estos casos, con 18.

En Colombia, de acuerdo con la Unesco, fueron cuatro los asesinatos de comunicadores. Sin embargo, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) estima que las violaciones a la libertad de prensa pasaron de 471 casos en 2023 a 531 en 2024, supeditados a las nuevas líneas de comunicación y formas de amenazas que han implementado los agresores contra los periodistas.

Además, solo hasta el 3 de febrero del presente año ya se han presentado 34 diferentes casos de violaciones a la libertad de prensa, cuando en el mismo lapso del año anterior se habían reportado 28 situaciones. Los hechos siguen generando extrema preocupación en el gremio, pues han provocado en una inmensa mayoría de casos la autocensura por parte de los periodistas y medios de comunicación, lo que se traduce en una forma más de violencia.

Periodistas en las regiones

De acuerdo con la Unesco, las zonas de conflicto resultan ser los mayores puntos de convergencia para las amenazas y acciones violentas contra los periodistas. En este sentido, en Colombia los principales focos para la violación de la libertad de prensa se presentaron precisamente en zonas de conflicto, además de Bogotá.

Al margen de la capital colombiana, donde se presentaron 122 casos, los departamentos de Antioquia, Norte de Santander, Arauca y Magdalena le siguen en la lista, representando las zonas con mayores casos y siendo las amenazas los principales hechos denunciados por los periodistas.

Los grupos armados ilegales son los principales autores de este tipo de actos, principalmente por las denuncias de actos delictivos en las regiones, muchas veces relacionados con delitos de extorsión y narcotráfico. Además, los hechos suelen involucrar a terceros, mayoritariamente a familiares o personas cercanas a la víctima.

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El Estado contra la prensa

No obstante, el panorama no solamente se queda en actores ilegales. Según expuso la Flip en un informe del 7 de agosto de 2024, con el cumplimiento de los dos años de Gustavo Petro como presidente de Colombia, “la relación con la prensa ha estado marcada por la descalificación y la desconfianza en los medios de comunicación y en periodistas que considera incómodos”.

Y es que, desde su campaña electoral, Petro se mostró inconforme con la labor en los medios, que, según él, mayoritariamente buscaban desprestigiarlo o manchar su imagen. Esto llevó a casos en los que calificó a periodistas como “las muñecas de la mafia”, asegurando la existencia de una relación con conflicto de intereses frente a la labor periodística de varias comunicadoras con los principales dueños de medios de comunicación o políticos colombianos.

En este sentido, quedan en evidencia las 118 violaciones a la libertad de prensa ejercidas por parte de funcionarios públicos, siendo un grueso número de estas por parte del presidente o miembros de su gabinete a periodistas de los “medios de la oposición”, como en alguna oportunidad apuntó el mandatario.

 “En contraste, su Gobierno creó nuevos canales de comunicación oficiales y aumentó el presupuesto del sistema de medios públicos. De manera intermitente ha enviado señales –que no terminan de concretarse– de querer fortalecer a los medios alternativos y comunitarios, y ha incluido a influenciadores en su estrategia de comunicación”, aseguró la Flip en su informe.