"Erradicación debe mezclar glifosato y sustitución" | El Nuevo Siglo
Fotomontaje
Domingo, 23 de Febrero de 2020
Eduardo Bonces
Los mandatarios de Cauca, Nariño, Antioquia y Meta hablaron sobre lo que significa el problema de la droga en sus departamentos y cómo enfrentarlo

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En estos días la discusión sobre cómo enfrentar el problema de los narcocultivos en Colombia ha sido protagonista.

Si bien el Gobierno anunció que ya tiene listo el decreto para reiniciar las fumigaciones con glifosato, hay territorios donde sus habitantes no creen en esta alternativa y prefieren apoyar el uso de la sustitución voluntaria.

Este fin de semana, en la cumbre de gobernadores que se adelantó en Cartagena, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, anunció que ya está lista la base jurídica para comenzar a fumigar, herramienta que, dijo, “permitirá atacar el flagelo de forma contundente”. Sin embargo, hay gobernadores que no están muy convencidos.

En su discurso, el ministro Trujillo sostuvo que parte de los males del país en materia ambiental y social son producto del narcotráfico y aseguró que debido a esto hay que acabar con este flagelo que comienza con la siembra de cultivos ilícitos.

“Buena parte de los males que padecemos y de los asuntos de deforestación, el homicidio, el asesinato de líderes sociales tienen que ver con el hecho de que este Gobierno recibió la herencia maldita de 200.000 hectáreas de cultivos ilícitos. Además de esto, encontró una tendencia exponencial que indicaba un mayor crecimiento, lo cual condujo desde el primer día de su administración al presidente Duque a dedicar todos los esfuerzos a frenar tal crecimiento, empezando a disminuir el número de hectáreas que fue lo que se logró como lo indican las cifras del 2019”, dijo Trujillo.

El funcionario reveló que el 2019 “cerró con una cifra de erradicación de 101.300 hectáreas. Haciendo un esfuerzo gigantesco que nos plantea como meta las 130.000 hectáreas al finalizar este año. Lo vamos a hacer acudiendo a las herramientas disponibles. Vamos a acudir a la erradicación que es efectiva. Vamos a avanzar en programas de sustitución y en nuevos diseños de desarrollo alternativo”.

Según Trujillo, el Gobierno está decidido a reiniciar la aspersión de glifosato, comprometiéndose a “asperjar respetando los requerimientos señalados por la Corte en la decisión que tomó. En esta materia estamos avanzando en el estudio ambiental. En el estudio relacionado con impactos sobre la salud se presentó el plan de manejo ambiental. Se está en la etapa de respuesta a las observaciones a dicho plan. Además, se presentó para la consideración de terceros el decreto en el que quedarán consignadas las condiciones que deberán cumplirse para reiniciar la aspersión. Y vamos a acudir a todas las herramientas posibles”.

El debate, sostuvo, no es sobre el herbicida usado para realizar las fumigaciones, pues “los estudios hay que hacerlos, pero también hay que recordar lo que pasó en otros años cuando se realizó ese procedimiento que fue exitoso. Tan exitoso que permitió reducir el número de hectáreas, que llegó de 160.000 a 46.000. Luego, por decisiones equivocadas que se tomaron, estas llegaron a 200.000, que es la fuente de muchos de los problemas que hoy padecemos”.

El jefe de la cartera de Defensa reiteró que la discusión sobre el problema mundial de la droga se debe tomar con responsabilidad y agregó que “no hay que hacer un estudio para que haya claridad con que el narcotráfico deforesta, acaba con el medio ambiente, envenena las fuentes de agua, asesina a líderes sociales, alimenta la corrupción, destruye el respeto por los Derechos Humanos y hace esclavos a nuestros jóvenes. Por eso hay que avanzar en esta dirección haciendo uso de las herramientas que tenemos a nuestra disposición”.  

 

¿Cambio de modelo?

 

En Cartagena los gobernadores discutieron sobre este y otros temas.

Según el director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, Carlos Camargo, esa organización “está comprometida con los flagelos que afectan a las comunidades y nuestros territorios, y estamos trabajando en todos los frentes”, anotando que “tenemos una línea exclusiva que tiene que ver con la lucha para la erradicación de los cultivos de uso ilícito. Estamos trabajando con proyectos productivos para luchar contra el crecimiento sostenido que han tenido los cultivos”.

Camargo enfatizó en que frente al glifosato las opiniones son encontradas: “hay una discusión que está abierta. Hay sectores que le apuntan a que no debe haber fumigaciones. Y hay otros que dicen que sí. Yo soy amigo y partidario de una solución mixta. Frente a sustitución voluntaria, hay que sembrar la cultura de los proyectos productivos, para tener la alternativa de reconvertir esos cultivos, dentro de un proceso de reconversión socio-laboral a esas personas que tienen estos cultivos”.

Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta, le dijo a EL NUEVO SIGLO que su departamento ha tenido un enorme avance en el tema de lucha contra los cultivos de uso ilícito.

Zuluaga declaró que “cerrarles el chorro a los actores ilegales con los temas de narcocultivos es lo que ha hecho migrar a los criminales a temas de extorsión. El narcotráfico debe tener procesos de siembra, de comercialización, transporte y toda una logística, pero la extorsión es una llamada y dos personas imponiendo el miedo”.

El dirigente llanero insistió en que con la extorsión los grupos ilegales están encontrando una fuente de financiación complementaria al narcotráfico, “por eso hay que combatirlo con toda la decisión. En nuestro departamento hemos hecho más de 15 consejos de seguridad para afrontar este tema. Parte de las zonas donde operan las disidencias se presenta este fenómeno. Y también hay grupos de los diferentes bandos de delincuentes que están muy activos en esta materia en mi departamento”.

Para Zuluaga, el “chorro” de recursos de los criminales se les ha cortado: “tenemos una preocupación por presencia del Eln que nos ha llegado al sur del departamento, en Mapiripán. Allí hay una deforestación enorme y la deforestación en ese lugar no es para potrerizar, como pasa en la Macarena, sino para siembra de cultivos ilícitos”.

El mandatario departamental sostuvo que en materia de glifosato apoya lo dicho por Trujillo, pues “estamos seguros que el glifosato se va a someter a todas las verificaciones desde la afectación en salud, hasta el diálogo con las comunidades. Yo tengo mis precauciones frente al tema. Creemos que es un método eficaz, pero queremos ver las opiniones de los expertos”.

El gobernador Zuluaga enfatizó que el tema de la sustitución está funcionando, aunque “no como quisiéramos, porque hace falta el cumplimiento con las familias que se han dedicado a este fenómeno. Hay avance. Se ha superado esa presión con los grupos al margen de la ley que amenazaban a los campesinos para sembrar y para no erradicar”.

 

Herramientas

 

El Cauca es una de las regiones más afectadas por el narcotráfico en Colombia. Su gobernador Elías Larrahondo le manifestó a este Diario que su departamento hoy tiene 17.100 hectáreas de cultivos de coca y que “la tarea es revisar los procedimientos para acabar con ese flagelo que es el combustible para  el narcotráfico y por supuesto, para la guerra”.

Frente al tema del glifosato, Larrahondo sostuvo que aún es un tema polémico y que “está en discusión. Es una apuesta del Gobierno nacional, respetable por el Gobierno departamental, pero no podemos desconocer que el Cauca es un departamento sensible a las movilizaciones, por lo que debemos esperar las reacciones de la comunidad”.

Para Larrahondo, hay que “trabajar muy fuerte en los procesos de erradicación voluntaria y en las cadenas productivas para entregarle a los campesinos herramientas de producción legal. Hasta ahora, el tema de erradicación manual está ligeramente frenado. Tenemos un proyecto de más de $50.000 millones para contribuir a que la gente sea consciente de que ese es el camino”.

 

Sustitución

 

John Alexander Rojas, gobernador de Nariño, le aseguró a este Medio que en su departamento existen aproximadamente 50.000 hectáreas de cultivos de coca, de los cuales el 25% está “en la costa del Pacífico nariñense y se presentan especialmente en Tumaco. Hemos dicho que estamos en contra de las fumigaciones con glifosato y queremos apoyar las posiciones de nuestros campesinos, indígenas y afros que quieren iniciar un proceso de sustitución voluntaria de cultivos. Ese va a ser nuestro reto. Eso es lo que queremos hacer. Y lo hemos manifestado de manera clara al Gobierno nacional para que se revise el uso del glifosato, porque atenta contra la vida y el medio ambiente. Además en estos territorios hay comunidades indígenas y afro que no podrían ser asperjadas como se quiere hacer en este momento”.

Rojas expresó que la única solución al problema del narcotráfico “es la sustitución voluntaria. Sabemos que es una parte importante para garantizar el orden público y por eso pedimos al Gobierno nacional que primero agote toda la etapa de las iniciativas de muchas familias que no están dentro del PNIS. De hecho,  más de 16.000 familias entraron al programa en Nariño, pero hay 30.000 a la espera de ser incluidas. Más allá de los métodos, nuestro objetivo es la sustitución voluntaria, respetando las decisiones de las comunidades y los campesinos”.

El gobernador Rojas es optimista frente a las cifras que usa, aseverando que “está demostrado que cuando se hace fumigación con glifosato la resiembra llega al 60%. En cambio en la sustitución voluntaria no llega ni al 0,6%”.

 

Solución

 

Aníbal Gaviria, gobernador de Antioquia, le expuso a este Diario que el flagelo del narcotráfico se debe enfrentar con contundencia, pues es un delito que ha alimentado por décadas la violencia en Colombia.

“Hay que atacar los cultivos ilícitos con toda la energía y la integralidad del Estado”, argumentó. Y añadió que “no solo se trata de erradicar los cultivos, sino de dar alternativas y oportunidades para que quienes lo han hecho no lo vuelvan a hacer, y otros no entren en esa cadena de delito y muerte. Esta debe ser una acción integral. No es únicamente la relacionada con la autoridad y la fuerza, sino con las oportunidades, en términos de estructuras de esos territorios con vías apoyo a los productos para que haya alternatividad al ataque frontal, porque no nos cabe la menor duda que el comercio de drogas ilícitas es el alimento a buena parte de la violencia de Colombia”.

El gobernador Gaviria informó que “tenemos 11.000 hectáreas en el departamento. Está en el quinto lugar entre los que más cultivos tienen. Es una situación preocupante. Esos cultivos están concentrados en el norte del departamento, en el Bajo Cauca. Si bien ha habido una disminución en los últimos meses, es una tendencia que se tiene que mantener y acrecentar”.

Gaviria recordó que ha sido “partidario de la erradicación manual y de la sustitución de cultivos, pero el glifosato no puede estar completamente limitado. Hay territorios en los cuales el acceso es muy difícil y la seguridad de los erradicadores no se la pueden entregar a los delincuentes. El glifosato sería la última opción, pero donde deba usarse que se haga cumpliendo con los protocolos ambientales y sociales”.

Para Gaviria, “la resiembra ha sido un problema muy grave desde hace décadas. Por eso hay estadísticas contradictorias. Hay estadísticas que dicen que en un departamento había un inventario de 10.000 hectáreas, que se erradicaron 8.000, pero que quedan 10.000. Eso quiere decir que volvieron a sembrar 8.000. Eso ha sido un problema recurrente, por eso se insiste en que debe haber acompañamiento del programa de sustitución y programas sostenibles para evitar que las personas caigan en esa cadena de muerte y delito”.

“Hay que buscar los recursos para enfrentar el problema. Debe ser una prioridad. Sobre todo trazar las estrategias eficientes y eficaces para que los recursos rindan y sean efectivos, es una prioridad de Colombia”, sostuvo Gaviria, quien reiteró que los narcocultivos y en general el narcotráfico, alimentan la violencia “en todos los territorios. Por eso hay que atacarlo con convicción y contundencia. Los cultivos ilícitos están ligados a toda la delincuencia, al crimen organizado, a las organizaciones subversivas, a los grupos residuales, al microtráfico. Por eso hay que atacar ese fenómeno de manera contundente”.