Se les acusará de lavado de activos, concierto para delinquir y enriquecimiento ilícito cometidos para obtener el contrato de la Ruta del Sol II

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Para el 27 de junio fue citada la audiencia de imputación de cargos a los extranjeros Eder Paolo Ferracuti, Marcio Marangoni y Amilton Ideaki Sendai, exdirectivos de la multinacional brasiñeña Odebredht.

En la audiencia, solicitada por el fiscal ad hoc Leonardo Espinosa, serán acusados de lavado de activos, concierto para delinquir y enriquecimiento ilícito.

Ferracuti es un ciudadano portugués que se desempeñaba como el representante legal de la Concesionaria Ruta del Sol SAS. Marangoni fue funcionario del Consorcio Ruta del Sol Consol. Ideaki Sendai hizo parte de la constructora Norberto Odebrecht S.A.

Para la Fiscalía General de la Nación, los tres empresarios junto a los contratistas Federico Gaviria y Eduardo Zambrano conspiraron para lograr a través de sobornos la adjudicación del contrato de la Ruta del Sol II.

En 2017 los tres salieron del país (el 1 de febrero Ideaki se fue a Panamá, el 1 de abril Marangoni se movilizó a Río de Janeiro y el 17 de abril Ferracuti huyó a Lima), por lo que se espera que, luego de la decisión del Juez, la Fiscalía tramite órdenes de captura internacionales para que respondan por sus delitos en territorio colombiano.

Los testimonios clave

Ferracuti, Marangoni e Ideaki son claves para comprender el caso de los llamados Buldozer, congresistas que se prestaban para gestionar las coimas con los funcionarios del Estado colombiano.

Según la investigación adelantada por la Fiscalía, los empresarios Gaviria y Zambrano facilitaron sus negocios como fachadas para mover las grandes cantidades de dinero que se requerían para sobornar a los miembros de las entidades públicas.

Gaviria es señalado como una de las fichas de la empresa brasileña en Colombia que se encargaba de realizar los acercamientos, directos e indirectos, con funcionarios públicos, a fin que intercedieran en los aspectos contractuales de la adición a la Ruta del Sol.

Zambrano está acusado de lavado de activos y concierto para delinquir, además aceptó el delito de enriquecimiento ilícito.

Con estos dos testimonios recopilados y el de los tres exfuncionarios que están fuera del país se espera que la Fiscalía recopile las pruebas con las que se les adelanten juicios en la Corte Suprema a los congresistas y excongresistas Bernardo ‘Ñoño’ Elías, Musa Besaile, Antonio Guerra, Álvaro Ashton, Armando Benedetti, Sandra Villadiego, Martín Morales y Ape Cuello, quienes fueron señalados por la saliente vicefiscal María Paulina Riveros.

Elías y Besaile ya están capturados mientras la Corte avanza en las investigaciones para determinar su papel en la entrega de estos dineros.

Los congresistas también estarían implicados en la presunta entrada de dineros de la multinacional a la campaña presidencial Santos Presidente 2014.

Esta semana se supo que Elías quiere decir la verdad en la Corte sobre cómo entraron los dineros de la multinacional a la campaña.

Según publicó esta semana la periodista Vicky Dávila, Elías gestionó los dineros con “una persona que fungía como directivo de la campaña de Juan Manuel Santos, el cual sabía perfectamente que se estaban dando unos recursos de Odebrecht”.

Sin embargo, el texto asegura que la Corte ni la Fiscalía parecerían estar interesadas en escuchar el testimonio de Elías.

El caso avanza

Cabe anotar que otros tres exdirectivos de Odebrecht, Luiz Antonio Bueno Júnior, Luiz Antonio Mameri y Luiz Eduardo da Rocha Soare, quienes habrían hecho alianzas con el exviceministro de Transporte, Gabriel García Morales, para entregar dinero a cambio del contrato, fueron claves en el juicio de este último que fue declarado culpable y condenado a cinco años de prisión por los delitos de cohecho impropio e interés indebido en la celebración de contratos. Los tres firmaron un principio de cooperación con la Fiscalía.

Según la justicia el exviceministro se habría dedicado a formular el proyecto de Ruta del Sol y crear los pliegos favorables para que el consorcio Odebrecht lograra la licitación.

Bueno, Mameri y Da Rocha se comprometieron con la justicia a devolver más de $18.000 millones, cifra equivalente a los 6,5 millones de dólares que le pagaron al exviceministro García para que les ayudara en la adjudicación de los contratos.

José Elías Melo Acosta, expresidente de Corficolombiana, también fue condenado por los delitos de cohecho por dar u ofrecer e interés indebido de contrato.

Melo “conocía el pago de la coima a Gabriel Ignacio García Morales, mostró anuencia al pago e incluso permitió que Odebrecht asumiera el pago inicial de la coima y luego el porcentaje que le correspondía asumir a Corficolombiana como socio. Pues no puede pasar inadvertido que no se trataba de una suma dineraria que hubiera podido ser catalogada como una limosna o un diezmo”, aseguró el juez en su fallo.

El contacto entre Melo y Odebrecht se dio a través de la firma Episol, de propiedad de Corficolombiana, que presidía Melo para la época de los hechos (2009). Episol era socia de Odebrecht para las obras de la Ruta del Sol II y para la construcción de la vía Ocaña-Gamarra en Norte de Santander.

Bueno aseguró que el pago de la millonaria coima fue aprobado por Melo. “Siendo socios, hablaron y planearon cómo llevar a feliz término el propósito común que los unía y así, en una perfecta distribución de funciones, empezaron las conexiones de compra de la moralidad pública a través del ya condenado Gabriel García Morales”, señaló el juez.