Por la posible existencia de sobrecostos de hasta el 81% en algunos insumos o elementos y otras irregularidades en la implementación del hospital de Corferias por parte de la Alcaldía de Bogotá, la Personería abrió investigación preliminar.
La entidad aseguró que investiga la falta de planeación, estudios mercado y especificación en la cantidad de obras o servicios, durante la adecuación de algunos de los pabellones del recinto ferial para la atención de la pandemia del Covid-19.
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Asimismo, la Personería indicó que "no se observaron antecedentes ni documentos publicados donde se indique que la Subred haya realizado un estudio de mercado, donde se hubiese cerciorado que los precios ofrecidos por Corferias correspondían a los del mercado".
En ese sentido, dijo que al parecer se aceptó "la propuesta presentada por Corferias, sin determinar si el valor de $762.076.761 millones por concepto de alquiler de baños y duchas portátiles corresponde a los precios ofertados en el mercado para este servicio".
Por lo tanto, dijo que con la adquisición de dichos bienes “se partió de la buena fe de Corferias”, ya que en los argumentos que tuvo el proceso de contratación se menciona la red de contratistas y proveedores seleccionados de conformidad con los lineamientos "establecidos en el manual de contratación y compras" del recinto ferial.
Además, también señaló que la instalación de los equipos mencionados comenzó desde el inició del contrato sin que fuera posible que se hiciera uso de los mismos, pues se estableció que el hospital abriría sus puertas la primera semana de mayo y aún así, en la visita realizada el 7 de mayo de 2020 no se observó la totalidad de duchas y baños portátiles instalados.
En ese sentido, estableció que no hubo claridad en el contrato, sobre el valor por concepto del alquiler de los bienes utilizados para el montaje del hospital.
Es de mencionar que la Personería también tuvo en cuenta varios estudios de mercado para conocer el valor de otros elementos adquiridos como fonendoscopios, forros impermeables, monitores de signos vitales y mesas de noche.
“La diferencia porcentual más baja se presenta en los fonendoscopios con un 8,6 por ciento y la más alta del 81,5 por ciento para el tensiómetro. Al observar la diferencia respecto al total de equipos en pesos colombianos, su límite inferior se encuentra el fonendoscopio con 438.000 pesos, y el superior al monitor de signos vitales con 214.240.000 pesos”, informó.