Por “negligencias” de la Secretaría de Educación, tras una negociación de más de 40 días y de la que aún no han recibido respuesta a sus peticiones, la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE) decidió -para mañana- realizar un paro que invita a participar a 33 mil docentes y a 700 mil estudiantes.

La ya mencionada entidad gubernamental adscrita a la Alcaldía de Bogotá no habría respondido, señala la ADE, a un pliego de peticiones que le fue entregado el 28 de febrero, mismo en el que exigían garantías en temas de salud e infraestructura tanto para docentes como para estudiantes de colegios oficiales y trabajadores en general de estos centros educativos.

El presidente de la asociación, William Agudelo, indicó que “los diálogos se presentaron de manera simulada por parte del Distrito, sin ofrecer soluciones hacia el déficit por el que actualmente atraviesa el sector de la educación en la capital colombiana”.

“Le exigimos al alcalde Enrique Peñalosa una negociación inmediata con el sindicato más grande del país. Ya no damos más espera porque hasta el momento no se ha analizado ninguno de los 38 puntos expuestos al Gobierno”, sostuvo el agremiado.

Más adelante explicó que al día de hoy los profesores no están teniendo acceso al servicio de urgencias médicas y tampoco a los medicamentos que les son recetados por el sistema de salud.

“La situación del servicio de la salud para los docentes cada día se agrava más, pues no tenemos médicos especialistas ni garantías para la protección de los profesionales, por ello estamos planteando una ‘quejatón’, para que el Gobierno solucione esta crisis”, insistió Agudelo.

En este sentido, el agremiado expuso que el paro a celebrarse mañana tendrá una duración de solo 24 horas, no obstante será apenas el inicio de una serie de acciones que buscan llamar la atención de la Alcaldía Mayor.

Acto seguido explicó que a las 9:00 a.m. docentes y estudiantes están llamados a participar en un platón frente a las oficinas de la Secretaría de Educación, donde a su vez se dictarán clases con el cielo como techo como símbolo de protesta.

Asimismo, Jhon Willy Carmona Moreno, de la junta directiva de ADE, apuntó que “Hemos venido en un proceso de negociación con la administración del alcalde Enrique Peñalosa. Se han adelantado más de seis reuniones, pero los avances han sido nulos. Durante esos encuentros lo único que se ha hecho son negociaciones simuladas y no se han discutido temas gruesos como la política educativa, la defensa del patrimonio público estatal y el acceso, pues más de 200.000 niños y niñas no acceden al sistema”.

Entre otras, esta manifestación liderada por la ADE también se realiza en pro de exigir garantías en temas como la jornada única y la educación nocturna.

Fecode da espaldarazo

Por su parte, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) informó que respalda el llamado a paro hecho por la ADE pese a que el 15 de este mes llegaron a un acuerdo con el Ministerio de Educación.

“Respaldamos la iniciativa política de nuestro sindicato filial, así como hemos apoyado los paros en Antioquia, Córdoba, Guajira y todas las acciones regionales de nuestras filiales, pues somos conscientes de las problemáticas que se viven y avalamos como salida a las mismas la lucha y movilización”, se puede leer en su comunicado.

Disturbios en la Pedagógica

Como antesala al paro de maestros, en horas de la tarde de ayer fuertes disturbios se registraron dentro y fuera de la sede de la Universidad Pedagógica de Colombia. Bombas aturdidoras y lacrimógenas se hicieron sentir sobre la Calle 72, donde los vecinos del sector y transeúntes también se vieron afectados.

Con los motivos de la manifestación aún sin confirmar, varios medios locales informaron que alumnos de esta casa de estudios que se encontraban en las protestas señalaban distintas causas; la primera de ellas, el incumplimiento de pactos con el cuerpo estudiantil; la segunda, la proliferación de vendedores de drogas desalojados -no arrestados- de la Calle 73 por la Policía; y la tercera, la reconstrucción de la escena del crimen de Álvaro Gómez Hurtado.

Con la presencia de agentes de la Policía codo a codo con el Escuadrón Antidisturbios (Esmad) reprimiendo la protesta, antes de acabar con ella los desmanes aumentaron y las papas bombas de los estudiantes y manifestantes surcaron por los cielos frente a las balas de gases que los uniformados imprimieron en el aire de la ciudad.

Por su parte por más de una hora las Calles 72 y 73 permanecieron cerradas.