Luego de un análisis de las cámaras de seguridad del día del atentado con carro bomba que dejó 20 cadetes muertos y 68 heridos contra la Escuela de Policía General Santander, la Fiscalía se percató que el vehículo es seguido por tres personas a bordo de dos motocicletas, quienes acompañan el automotor hasta su entrada al sitio.

En la mañana de este jueves, uno de los investigados se entregó a las autoridades, pero fue dejado en libertad.

La Fiscalía General hizo la correspondiente verificación y comprobó que en efecto el joven era uno más de los conductores que casualmente estuvo en el trayecto de la camioneta Nissan Patrol, pero que no es sospechoso de haber participado en el atentado.

Se trata de  Juan Carlos Garzón, un hombre de 26 años que reivindicó su inocencia y negó hacer parte de la estructura del Eln, a la cabeza de José Aldemar Rojas, que perpetró la acción terrorista el pasado 17 de enero. Según explicó, que quedara registrado detrás del vehículo por varias calles solo es unacasualidad, pues es una ruta que usualmente toma para llegar a su trabajo. 

“Yo casualmente cojo siempre esta ruta. Las cámaras que evidencian que yo iba detrás de la camioneta me cogen desde el CAI de Venecia hasta el semáforo de Bomberos, luego ya no. Mis familiares alertados me muestran videos que están pasando por noticias y dicen que estoy siendo señalado como uno de los cómplices del carro bomba, de los escoltas que iban detrás de esta camioneta”, dijo a Noticias Caracol.

El hombre aseguró que todo se trata de una casualidad y que esa es su ruta diaria, pues vive cerca del barrio Tejares dónde fue acondicionada la camioneta bomba.

Según el fiscal Néstor Humberto Martínez, José Aldemar Rojas Rodríguez, quien fue identificado como el conductor que ingresó a la Escuela, no era la persona que iba conduciendo el vehículo hasta la estación de Transmilenio de Venecia. “Allí se baja una persona (quien conducía la camioneta) y se monta a una de las motocicletas para que el cupo total de las cuatro personas se dispersara a partir de ese momento por la ciudad”, dijo.

Agregó que se ha podido establecer que no es cierto de que una de las motocicletas estaba a la espera de Rojas Rodríguez a las afueras de la Escuela, ya que “antes de que estallara el artefacto esa moto ya tenía un pasajero, que corresponde a quién venía conduciendo la camioneta hasta la estación de Venecia”.