"Los únicos que están cumpliendo cese el fuego son FF.MM. y Policía" | El Nuevo Siglo
El general (r) Guillermo León León, presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares, advierte crisis de seguridad en las regiones. / Foto Acore
Sábado, 6 de Enero de 2024
Redacción Nacional

FRENTE a la delicada situación de seguridad y orden público, el Gobierno nacional no puede trabajar con debilidad, debe recomponer su política de “paz total” y retomar el control de regiones en donde los criminales tratan de adueñarse del territorio.  

Así lo indicó el presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore), general de la reserva activa Guillermo León León, al analizar cuáles serán los retos de seguridad, de orden público y la nueva estrategia de paz en el 2024.

 

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son los retos del Gobierno en materia de seguridad y orden público este año?

GUILLERMO LEÓN LEÓN: El reto enorme que tiene el presidente Gustavo Petro es lo que le impuso a Otty Patiño, que es recomponer su programa bandera de la “paz total”. El cambio del anterior alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, significa un reconocimiento de que el proceso no estaba funcionando, como se había advertido por diferentes medios y sectores.

Realmente la paz se ha deteriorado, el camino no estaba claro. Son cinco autopistas simultáneas que estaban en cabeza de una sola persona, sin estrategia, sin planeación, sin orden, sin orientación. Y esto lo que estaba haciendo era marcar un deterioro sustancial en el país, que nos estaba llevando a la fragmentación, a la gobernanza de la criminalidad y a la franquicia de la seguridad en grupos distintos a los de la Fuerza Pública, que es la que está establecida por la Constitución Nacional.

ENS: ¿El reto, entonces, es salvar ese proceso de paz?

GLL: Hoy el gran reto es salvar ese proyecto bandera, que es lo que él ha vendido desde el inicio. Otty Patiño es una persona que ha estado en estos temas con tiempo, con más madurez y con más experiencia. El gran reto que vemos es si logra recomponer y direccionar, porque de lo que sí estamos seguros los colombianos es de que la seguridad se ha deteriorado en todo el país. Ese es el gran reto del Gobierno.

ENS: ¿Hay debilidad en el Gobierno nacional?

GLL: La ley y la autoridad están en la representación de las autoridades y, obviamente, de la Fuerza Pública, que es la que está investida para llevar las armas y ejercer la fuerza del Estado. Ante eso no se puede trabajar con debilidad, no se puede entregar esa capacidad para que la ejerzan lo que hemos llamado nosotros “la gobernanza de la criminalidad” y “la franquicia de la seguridad”.

Sería un error garrafal ceder ante estos grupos con el fin de evitar y reducir la violencia. O caer en el embeleco de que si les cedemos no hay violencia. No podemos llegar a lo que hizo López Obrador en su momento en México al inicio de su gobierno, que fue ceder ante el narcotráfico y ante todos los grupos organizados con el fin de que no hicieran masacres. Eso significó, de alguna manera, la claudicación del Estado en ciertos territorios. Eso no puede pasar en Colombia y el país no puede dejarse fragmentar territorialmente en donde haya algunos grupos que ejerzan la seudoautoridad en las regiones.

ENS: ¿El Gobierno y las Fuerza Pública trabajan con los nuevos gobernadores y alcaldes para lograr seguridad?

GLL: Creo que esto nos da un nuevo oxígeno en el sentido de que el cambio en los gobiernos locales y regionales que han sufrido la violencia, con mayor incidencia en Cauca, Huila, Meta y Putumayo, significa nuevos aires y nuevas oportunidades. Esos mandatarios llegaron con propuestas que tienen que ver con la seguridad, de reaccionar ante algo que no está funcionando bien. Lo que se espera es que el Gobierno entre en razón y acompañe a estos mandatarios para tratar de retomar el control en las regiones. El anhelo de buscar la paz no significa claudicar el Estado de Derecho, no significa claudicar en la ley y en la autoridad.

Recuperar confianza

ENS: ¿Y el papel de las fuerzas del orden?

GLL: La Fuerza Pública tiene enormes retos, porque ahora con este nuevo aire que le dan al tema de la “paz total” debe empezar a generar confianza en la población civil. Los colombianos han perdido de alguna manera la esperanza de mejoramiento de la seguridad en el territorio, con lo que está pasando. Hay que recobrar esa confianza y la legitimidad en unos procesos complejos que, si no se enderezan, seguirán deteriorando la imagen de la Fuerza Pública. Hoy el gran reto de esta es demostrar que está en la capacidad de tomar el control en las diferentes regiones para atacar a los diferentes actores generadores de violencia.

ENS: ¿Qué pasa con los servicios de inteligencia?

GLL: Se debe lograr sacar adelante la inteligencia y fortalecerla, ponerla al nivel que se requiere para poder generar operaciones y, obviamente, desarticular y desbaratar las estructuras criminales que hoy están campantes en varias partes del territorio nacional. Este es otro reto que tiene la Fuerza Pública.

ENS: Se habla de debilitamiento de la institucionalidad...

GLL: Otro reto es el fortalecimiento de la institucionalidad. Fortalecer la Fuerza Pública cuando estamos hoy terriblemente disminuidos, un pie de fuerza reducido desde años atrás, con capacidades que se han visto afectadas, con niveles operativos que hoy no permiten reacción oportuna y mantener la iniciativa.

ENS: ¿Y la Policía Nacional?

GLL: Para la Policía es la misma fórmula, porque hoy se quejan todos los colombianos de la inseguridad en las ciudades, del crecimiento de la delincuencia organizada. Combatir ese fenómeno es el gran reto que tiene hoy la Fuerza Púbica y, en particular, la Policía. Volver a generar credibilidad, trabajar para desarticular las organizaciones que se han apoderado del crimen en las ciudades.

Difícil panorama

ENS: Siguen los asesinatos de militares, civiles y líderes sociales empezando el 2024…

GLL: Ese es uno de los retos enormes de los que estamos hablando. Se registraron 93 masacres en el 2023 y este año ya empezamos con estos hechos. Los líderes comunales y sociales están terriblemente afectados y lo lamentable es que el Gobierno nacional no ha presentado una estrategia organizada y concatenada que empiece a dar resultados.

Aquí no ha cambiado nada, seguimos viendo lo mismo de siempre, los mismos riesgos, más líderes asesinados. Esto tiene que ver con lo que llamamos la “fragmentación del Estado” y, por supuesto, el hecho de que en el territorio la seguridad está en cabeza de estos grupos al margen de la ley. Se necesita una presencia real del Estado en todos los niveles en el territorio nacional.

ENS: Se registra una alta cuota de sangre de las Fuerzas Armadas a manos, presuntamente, de grupos que están en negociaciones de paz con el Gobierno. ¿Están engañando al Ejecutivo?

GLL: Por supuesto que esto tiene que ver con las exigencias en el cambio de estrategia que se está planteando con el nuevo comisionado para la Paz. Precisamente son esos temas en los que nos damos cuenta de que los únicos que están cumpliendo los acuerdos de cese bilateral al fuego son las Fuerzas Militares y la Policía, pero al otro lado nadie les está exigiendo.

ENS: ¿Qué tanto los grupos ilegales se están fortaleciendo con las economías ilícitas?

GLL: El tema de las economías ilícitas desemboca en la violencia y en que, por ese control territorial que buscan en las regiones, vienen los asesinatos de los líderes sociales porque de alguna manera se oponen o tratan de evitar que esta gente logre afectar a la población.

ENS: ¿Y el secuestro?

GLL: Se ha pedido que cese el secuestro, que cesen el confinamiento, el desplazamiento y el reclutamiento de menores. Eso está totalmente atado al tema de la “paz total”.