Según “Termómetro de La Familia 2019”, de La Sabana, las familias también se ven afectadas por la inestabilidad económica y la infidelidad

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POR ENCIMA de problemáticas como las drogas, la falta de educación, la delincuencia juvenil y la inseguridad de los entornos digitales, los jóvenes colombianos perciben la ausencia de los padres (22%) y la falta de educación (17,5%) como sus principales problemas. Así lo indica una investigación hecha por la Universidad de La Sabana, titulada “Termómetro de La Familia”, que consultó a 2.149 ciudadanos de distintas regiones del país.

La ausencia de los padres está relacionada directamente con la necesidad económica y la falta de formación cívica y moral, dice el estudio. “Los padres al salir a trabajar dejan en manos de instituciones esa cuestión primaria de educación que debería estar en sus manos”, aseguró Diana Muñoz, especialista en desarrollo personal y familiar de la Universidad de La Sabana. “En este sentido se necesitan mejores políticas públicas para dar garantías que permitan al individuo estar concentrado en el mundo laboral y familiar”.

Además, la investigación muestra que la soledad parece ser la columna vertebral de una serie de problemáticas sociales que están afectando a la juventud y su relación con el mundo. “Los jóvenes perciben una falta de sentido de vida porque se sienten solos ante la delimitación de sus proyectos de vida, el manejo de entornes digitales y los enormes  desafíos de la sociedad contemporánea”, explica Muñoz.

Estos factores afectan negativamente a los jóvenes y se presentan al interior de las familias, no en escenarios externos. Para esta abogada, cuando el joven está en la construcción del criterio se necesita que algún padre instruya “sobre el carácter, la disciplina y el control de emociones” para formar la autonomía y la toma de decisiones.

Asimismo, se evidencia que la estabilidad económica es un factor que para el 34% de los entrevistados es la mayor causa de desunión entre las familias.

Familias en riesgo

Las personas afirman que la familia (47%), la maternidad (47,5%) y la paternidad (54%) no son suficientemente reconocidas y protegidas jurídicamente en Colombia. “Cuando el joven está en la construcción del criterio se necesita que algún padre instruya sobre el carácter, la disciplina y el control de emociones. Esto forma autonomía y ayuda a la toma de decisiones”, comentó.

Ante un problema que parece tener como núcleo la falta de tiempo que demanda la vida moderna, Muñoz propone pensar en “Empresas Solidariamente Responsables que consoliden su estrategia no en el tiempo que pasa el empleado en el trabajo, sino en la consecución de objetivos a través de jornadas de trabajo flexibles o teletrabajo”. En ese sentido, la estadística demuestra  que cada vez se comparte menos comidas en familia y las actividades de ocio entre los miembros están disminuyendo.

Por otro lado, hay que resaltar que el principal factor que afecta a los hogares colombianos es la infidelidad con un 25%, seguida por la incompatibilidad 23,5% y los abusos físicos, verbales y psicológicos con un 19%. Además, el estudio señala que las rupturas maritales se presentan en su mayoría (52%) después de más de 10 años de convivencia. No obstante, el (92%) de las personas casadas afirmaron sentirse muy satisfechas con su relación conyugal.

La comunicación se ha convertido en un reto para las familias modernas. La hiperconectividad ha llevado a que muchos padres no interactúen lo suficiente con sus hijos, quienes crecen, tanto en la niñez como en la adolescencia, conectados al mundo digital que muchas veces define los criterios morales, culturales y estéticos.

“Hoy en día se habla de familias 4.0 porque viven su realidad en medio de la cuarta revolución industrial que es un periodo de tiempo donde estamos hiperconectados en lo digital pero desconectados en la realidad. Cada familia en su interior debe crear estrategias para conectar las miradas y el contacto personal, más que el digital”, concluyó la especialista en desarrollo personal y familiar de la Universidad de La Sabana sobre su lectura de los indicadores.

Los ciudadanos seleccionados para este estudio fueron 68% hombres y 32% mujeres de los cuales 72% son de estrato medio. Un 52% de la población es de Bogotá y los promedios de edad más consultados fueron entre 18 a 25 años y de 45 a 54 años. La mayor parte de las personas del sondeo tienen un nivel académico alto y son personas casadas que llevan un largo tiempo de matrimonio y tienen hijos.

Para Muñoz es clave que exista una mayor conciencia del rol que cumple la familia y  las amenazas que la rodean, como las explicadas en este estudio. “De tal manera, hacemos un llamado a los actores públicos, privados y profesionales en general, para que la atención a las familias sea una respuesta acorde a sus necesidades reales y a los desafíos propios de los tiempos de hoy”, cerró.