Tanto la ANI como la Gobernación de Cundinamarca están en sintonía frente a la forma en la que deberá hacerse esta obra
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La ampliación de la Autopista Norte, para descongestionar la entrada de acceso a la ciudad, no es un tema nuevo. Por años, a su alrededor se han entretejido todo tipo de discusiones políticas, financieras y de lo que implica el aumento o no del peaje, pero el argumento de fondo siempre ha sido el mismo: la apremiante necesidad de la capital del país por descongestionar el flujo vehicular de esta puerta de entrada a la ciudad.
Es sencillo: esta obra, que estaría costando alrededor de $1,7 billones contratada por licitación pública, responde a una necesidad por hacer que fluya el paso vehicular por el corredor más congestionado del país, con un promedio de tráfico de 35.000 carros al día. ¿La idea? Aumentar su capacidad en 85.000 vehículos.
¿La realidad en este 2020? Que tanto la Agencia Nacional de Infraestructura como la Gobernación de Cundinamarca están en sintonía para sacarla adelante. Y aunque en las últimas 48 horas el Distrito no se ha manifestado al respecto, esta ampliación está contemplada en el Plan Distrital de Desarrollo y fue algo que la alcaldesa, Claudia López, dijo que haría el pasado 27 de enero cuando socializó cuál sería su proyecto de movilidad en el Plan de Ordenamiento Territorial para los próximos 10-12 años.
“Vamos a dejar un corredor para 120.000 vehículos”, puntualizó hace dos días el Presidente de la ANI, Manuel Felipe Gutiérrez, durante la socialización en audiencia pública de este proyecto en el municipio de Chía denominado: Proyecto Acceso Norte II.
Gutiérrez también añadió que su licitación se abriría “más o menos en cuatro meses”, y aclaró que aún no se ha comenzado la gestión predial, la cual comenzará a hacerse durante el primer año de la concesión.
Sintonía frente al proyecto
Este nuevo capítulo del proyecto podría, finalmente, consolidar una ampliación de la Autopista Norte en cinco carriles mixtos en cada calzada, entre la calle 192 y 245, más un carril exclusivo para Transmilenio desde la calle 192 a la 235.
Adicionalmente, de acuerdo con la ANI, esta iniciativa también incluye la construcción de la segunda calzada, entre las calles 201 y 245, sobre la Carrera Séptima, así como andenes y ciclorrutas. El proyecto contempla la variante de Sopó e incluye el mejoramiento de 5,5 kilómetros y la construcción de 1,7 kilómetros, para un total de 7,2 kilómetros.
Además de que se prevé que con esta obra se generarán alrededor de 3.400 empleos directos y 2.300 indirectos aproximadamente, beneficiando en gran parte a los habitantes de las poblaciones del área de influencia, durante la mesa de socialización de este proyecto, que se llevó a cabo el sábado de la semana pasada, se escucharon las inquietudes de 80 personas, quienes expresaron sus opiniones e inquietudes acerca del proyecto.
Durante su intervención, el Presidente de la ANI se refirió a la importancia de escuchar a los habitantes de las zonas de influencia del proyecto, para fortalecer el proceso de estructuración y factibilidad de la obra.
“En esta socialización es muy importante escuchar las preocupaciones de la comunidad, atender sus dudas y realizar un trabajo articulado para desarrollar un proyecto social, económico y ambientalmente sostenible”, aseguró el Presidente de la ANI, quien aclaró que Accesos Norte II es un proyecto nuevo que busca atender la demanda de la vía existente, algo que el Gobernador de Cundinamarca comparte como prioridad.
“El Gobernador ha sido nuestro aliado más importante en este proceso y vamos trabajando a muy buen ritmo. Estamos terminando la estructuración y el proyecto es muy importante”, precisó Gutiérrez, quien además reiteró que el Gobernador tiene algunas propuestas con las que él está de acuerdo.
La propuesta del Gobernador
En diálogo con EL NUEVO SIGLO, ayer el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García señaló que propone, entre otras cosas, hacer uso de un fondo ya existente, de alrededor de $260.000 millones, que está en el patrimonio autónomo. Así mismo, el Gobernador instó a que se haga el inicio de obras antes que se aumenten las tarifas del peaje, así como que este mismo se haga de manera gradual y no de un solo golpe.
Así mismo, el mandatario regional propone que el inicio del cobro sea gradual para esta obra a partir del 2023 y no desde ya, además, sugirió una exención para los estratos 1, 2 y 3 para las veredas de Fusca y de Torca. Por último, García dijo que es imperativo arreglar la vía Guaymaral, para que funcione en calidad de vía alterna, con lo que también se incidiría positivamente en la disminución de la congestión vehicular.
“Yo estoy de acuerdo con lo que Nicolás García está proponiendo. Me parece bastante razonable: él está pidiendo que se utilicen $260.000 millones que están en el patrimonio autónomo de la concesión entonces no tenemos inconveniente con eso y ya lo tenemos incluido en el modelo financiero”, refirió. Además, dijo que era razonable el aumento gradual de tarifas, así como una habilitación de la Avenida Guaymaral mientras se hace la obra. “No tenemos realmente diferencias con el Gobernador”, añadió.
Lo que plantea la Administración Distrital
Aunque posterior a la mesa de socialización llevada a cabo durante el fin de semana no hubo declaraciones por parte de la Secretaría de Movilidad, en el Plan de Desarrollo se encuentra contemplada su ampliación.
De hecho, en el cuarto propósito, para hacer de Bogotá-Región un modelo de movilidad, creatividad y productividad incluyente, está establecido darle vía libre al “100% de las iniciativas de ampliación de vías y acceso a la ciudad como lo son la AutoNorte, ALO Sur y del tramo de la ALO centro, entre la calle 13 y la calle 80; la calle 13 y la avenida Centenario, y la calle 80 con otras autopistas urbanas”, precisa el PDD.