Antes del 31 de mayo deberán estar aprobados en concejos y asambleas los planes de desarrollo territorial (PDT) para que los alcaldes y gobernadores inicien su ejecución.

Como un insumo para la fase de elaboración que surten, Prosperidad Social les expuso a los alcaldes y gobernadores la importancia de incluir la línea estratégica en superación de la pobreza en sus municipios y departamentos.

Para tal efecto, según lo dio a conocer ayer la entidad a través de un comunicado, Prosperidad Social construyó la cartilla Abecé Contra la Pobreza, para que los mandatarios y sus equipos tengan información específica sobre pobreza, las medidas oficiales y metodologías, la focalización e indicadores que les permitan proyectar mejor las acciones en sus territorios.

El documento se encuentra en la página web sitio de Prosperidad Social.

Los PDT surten diversas etapas, como la elaboración, la construcción participativa, la revisión en instancias locales y la discusión y aprobación en las respectivas corporaciones públicas. Incluyen el diagnóstico, el plan estratégico y un plan de inversiones.

La directora general de Prosperidad Social, Susana Correa, recordó que la pobreza debe entenderse más allá de la medida monetaria: “Tiene características multidimensionales en salud, educación, vivienda y servicios, trabajo y condiciones de la niñez y juventud. Todas son de gran importancia y deben ser tenidas en cuenta a la hora de pensar en acciones para mejorar la calidad de vida de nuestras poblaciones”.

El DANE reportó que el índice de pobreza monetaria fue de 27% para 2018, el de pobreza extrema fue de 7,2% y el de pobreza multidimensional fue de 19,6%. “Incluir la superación de la pobreza en los PDT permitirá que las acciones en territorio tengan un mayor impacto, mayores transformaciones sociales, el gasto social sea más eficiente. Se dará mayor alcance a las inversiones, se logrará mayor legitimidad entre la población y se aportará a las metas del Plan Nacional de Desarrollo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, dijo Correa.

Pobreza

El reporte del DANE da cuenta de que ese 27% de los colombianos que estaban en condición de pobreza monetaria en 2018 representa un aumento de 0,1 puntos porcentuales frente a 2017 cuando fue 26,9%. La pobreza en las cabeceras municipales en 2018 fue 24,4%; en 2017 fue 24,2%, cambio equivalente a 0,2 puntos porcentuales. La pobreza monetaria en los centros poblados y zonas rurales dispersas fue 36,1%, lo cual representa un aumento de 0,1 puntos porcentuales, frente a 2017, cuando fue 36%.

En 2018, en el total nacional, 13.073.000 de personas se encontraban en situación de pobreza monetaria; en 2017 había 12.883.000 de personas. Lo anterior significa que 190.000 personas entraron a la pobreza monetaria.

La ciudad con menor porcentaje de pobreza monetaria en 2018 fue Manizales con 11,9% seguida de Bogotá con 12,4%. La ciudad con mayor incidencia de pobreza monetaria en 2018 fue Quibdó con 48,3% seguida de Riohacha con 47,5%.

En 2018 el porcentaje de personas en situación de pobreza extrema, en el total nacional, fue 7,2%. En las cabeceras esta proporción fue 4,9% y en los centros poblados y rural disperso, 15,4%. En 2017 la incidencia de la pobreza extrema en los centros poblados y rural disperso representaba 3,1 veces la incidencia en las cabeceras (15,4% frente a 5,0%); en 2018 esta relación se mantuvo en 3,1 veces (15,4% frente a 4,9%).En 2018, en el total nacional, 3.508.000 personas se encontraban en situación de pobreza monetaria extrema; en 2017 había 3.534.000 personas. Lo anterior significa que 26.000 personas salieron de la pobreza monetaria extrema.

La ciudad con menor porcentaje de pobreza monetaria extrema en 2018 fue Bucaramanga con 1,6% seguida de Pereira con 1,7%. La ciudad con mayor incidencia de pobreza monetaria extrema en 2018 fue Quibdó con 16,9% seguida de Riohacha con 16%.

Con respecto a la distribución del ingreso (coeficiente de Gini) en 2018, fue de 0,517 en el total nacional. En 2017 este coeficiente fue de 0,508. En 2018 el Gini de cabeceras municipales fue 0,497 y en 2017 fue 0,488. En los centros poblados y zonas rurales dispersas, para el 2018, la distribución del ingreso fue 0,446; en 2017 este coeficiente fue 0,456.