Soldado murió por mina antipersonal en Bolívar | El Nuevo Siglo
Las Fuerzas Armadas condenaron el uso de minas antipersonales y anunciaron acciones para capturar a los responsables. / Foto: Ejército
Sábado, 8 de Febrero de 2025
Redacción Web

En las últimas horas, el Ejército Nacional confirmó el fallecimiento del soldado profesional Jefferson Escorcia Jiménez, quien perdió la vida tras la activación de una mina antipersonal en el corregimiento La Marisoza, municipio de Santa Rosa, sur del departamento de Bolívar.

Según el comunicado oficial emitido por la Primera División del Ejército, el hecho ocurrió el pasado 7 de febrero de 2025, cuando tropas de la Segunda Brigada desarrollaban operaciones militares en la zona con el objetivo de garantizar la seguridad de la población civil.

"El soldado profesional Jefferson Escorcia Jiménez pierde la vida al ser víctima de una mina antipersonal, cuando tropas de la Segunda Brigada del Ejército Nacional desarrollaban operaciones militares para proteger a la población civil", señala el documento oficial.

Las Fuerzas Armadas lamentaron profundamente la pérdida del uniformado y expresaron sus condolencias a familiares y allegados. Asimismo, condenaron el uso de minas antipersonales, calificándolo como una violación flagrante de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, debido al sufrimiento indiscriminado que generan.

El Ejército Nacional anunció que intensificará las operaciones en la región para dar con los responsables del hecho y reforzar la seguridad del territorio.

Contexto sobre las minas antipersonales en Colombia

Colombia es uno de los países más afectados por minas antipersonales, dispositivos explosivos que han sido utilizados por grupos armados ilegales durante décadas. Según cifras oficiales, desde 1990 hasta la actualidad, más de 12.000 personas han sido víctimas de estas armas, entre ellas civiles y miembros de la Fuerza Pública.

El gobierno y organismos internacionales han impulsado campañas de desminado humanitario, sin embargo, el problema persiste en zonas de conflicto, especialmente en regiones como Bolívar, Antioquia, Cauca y Nariño.