Al menos tres personas, supuestamente habitantes de calle, han sido asesinadas en las últimas 24 horas en el municipio de Miranda, Cauca, en lo que los vecinos denuncian como una ola de "limpieza social".
Una de las víctimas era Neider Andrés Collazos Gutiérrez, un joven de 21 años de edad, pero no han trascendido las identidades de los otros dos fallecidos, aunque también estaban en situación de calle. Uno de ellos sería de nacionalidad venezolana, según recoge la emisora RCN Radio.
La primera muerte ocurrió en Las Gradas de la Plazoleta, donde llegaron hombres armados en una camioneta que dispararon indiscriminadamente contra las personas presentes. Murieron Collazos y una mujer que no ha sido identificada.
Por otra parte, en la vía Miranda-Corinto fue hallado el cuerpo sin vida de otro joven, al parecer de nacionalidad venezolana. El cadáver de la víctima quedó tendido sobre el quitamiedos con varios impactos de arma de fuego junto a un papel con el mensaje "Muerte a los chirretes y ratas".
El Instituto de Estudios Para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ) ha recogido estos hechos como una masacre en la que sería la sexta del año 2022 y la primera en el departamento del Cauca.
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Indígenas desplazados desde Venezuela
Por otra parte, unos 200 venezolanos, la mayoría indígenas sikuani, han llegado desplazados al municipio de Puerto Carreño tras huir de los combates entre la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha denunciado este viernes la Defensoría del Pueblo colombiana y recoge el diario colombiano 'El País'.
Los combates han dejado casi 30 muertos en los primeros días del año 2022. "Los grupos armados ilegales colombianos se están enfrentando en territorio venezolano y, por esta razón, más familias de ese país han abandonado sus casas y han huido a territorio colombiano y otras partes de Venezuela", ha explicado la Defensoría.
Unas 170 personas huyeron hacia Colombia en la primera semana del año y el jueves un grupo de excombatientes de las FARC que sigue en el proceso de paz también tuvo que desplazarse por los choques. Los grupos armados se disputan los negocios ilegales de la frontera, principalmente el tráfico de cocaína.
El ELN tiene unos 2.500 integrantes, según INDEPAZ, mientras que las disidencias de las FARC que rechazaron los acuerdos de paz de 2016 suman unos 5.200 combatientes sin mando unificado, la mayoría (85%) nuevos reclutas que nunca estuvieron en la guerrilla antes de la firma de la paz, también según INDEPAZ.