Antonio Ocampo delinea las bases del apretón tributario | El Nuevo Siglo
<FOTOLEAD>EL MINISTRO designado de Hacienda, José Antonio Ocampo, es claro en advertir que la turbulencia económica internacional afecta a todos los países y Colombia no es la excepción
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Domingo, 3 de Julio de 2022
Redacción Política

Tras semana y media en que gran parte de la expectativa del país estaba centrada en quién sería el nuevo ministro de Hacienda y cuáles serían las bases de la reforma tributaria, el miércoles pasado el presidente electo Gustavo Petro acabó con una parte de esa incertidumbre: José Antonio Ocampo estará al frente del equipo económico.

Dada su amplia trayectoria y refilado criterio en temas fiscales y de manejo de los aspectos macro y micro, la designación fue bien recibida por los gremios, partidos, sector privado, la academia y los analistas.

Es claro, como lo ha reiterado el propio mandatario entrante, que la reforma tributaria apunta a ser el principal proyecto que llevará el nuevo gobierno al Congreso que se instalará el próximo 20 de julio. De hecho, todo indica que la viabilidad a mediano y largo plazo del llamado “acuerdo nacional” que plantea Petro al país político, dependerá del consenso al que se llegué por parte de las bancadas para aplicar el ajuste impositivo.

Fiel a su estilo adusto y reservado, entre miércoles y viernes Ocampo no dio ninguna rueda de prensa, aunque sí habló ante varios medios de comunicación dejando en claro que la reforma todavía está en construcción. Incluso llegó a decir que su idea es estar en la cartera de finanzas no más de 18 meses.

El bolsillo

De entrada, sostuvo que buscará la forma de no afectar el bolsillo de la clase trabajadora: "Es un tema que tenemos que analizar y trataremos de no afectar a los estratos medios".

En cuanto al monto de lo que se aspira a recaudar por cada año y sobre qué sectores recaerá el ajuste impositivo, Ocampo señaló que “estamos en el proceso de ver cuáles son las alternativas y cuánto se puede conseguir a través de ellas. Estamos en las etapas iniciales de esa discusión, además, esto tendrá que ser concertado con el sector privado y con los sectores sociales”.

En ese sentido, Ocampo envió un mensaje de tranquilidad al sector privado, en donde es claro que existe preocupación por un eventual aumento de los impuestos directos e indirectos: "El desarrollo colombiano, como lo ha dicho el presidente electo, depende de la empresa privada. Esperamos trabajar activamente con ellos y con los inversionistas extranjeros. Este es un buen país para invertir".

Reconoció que la reactivación económica fuerte ha generado un aumento importante de ingresos tributarios.

Para el nuevo zar de las finanzas es claro que la próxima reforma debe ser estructural, “más grande que las reformas tributarias tradicionales que se han aprobado en el país. Estamos analizando cuál es la viabilidad que se puede hacer en esa materia”.

Reiteró que se analiza la gama de beneficios tributarios para revisar cuáles se pueden eliminar.

Puntualizó que el objetivo principal de la reforma “es poder continuar con el crecimiento económico, aumentar el gasto para mejorar la situación social de la población pobre y vulnerable de Colombia”.

Sobre el empalme, el entrante ministro de Hacienda aseguró que está en proceso de recibir el manejo de la política económica que va a regir a partir del 7 de agosto. “Estamos en el proceso de recepción, haciendo un balance. Diría que uno de los retos es, específicamente, las cifras de crecimiento que en materia económica han tendido a ser positivas”. Llamó la atención en torno a que, en el caso del empleo, hay un aumento de la informalidad laboral y no descartó que por el efecto de la coyuntura internacional haya una desaceleración productiva en el segundo semestre del año.



Inflación y dólar

En cuanto a la amenaza de la inflación, dijo que esta es bastante difícil de bajar. Señaló que el aumento de tasas de interés aplicado por el Banco de la Republica a mitad de esta semana fue muy alto “pero el problema de la inflación no es de demanda sino de oferta, entonces, ahí hay unos retos adicionales complejos. Por ejemplo, cómo logramos aumentar el abastecimiento de alimentos y de subsidios a los hogares pobres por el altísimo precio de los alimentos”.

Sobre el impacto que tendría el dólar superior a los $4.000 en la economía, el zar de las finanzas designado dijo que “el triunfo de Petro no generó esa gran turbulencia como se insinuaba en los mensajes del domingo antes y después de las elecciones, cuando hablaban de que el dólar iba a llegar a $5.000. Esa turbulencia no se ha generado".

Ocampo atribuyó el alza del precio del dólar a la turbulencia de los mercados financieros en todo el mundo y aseguró que la volatilidad de la tasa de cambio no está relacionada con el resultado de la contienda presidencial.

"Los spreads de los bonos colombianos bajaron en los mercados internacionales, o sea, que ese tema de que hay un gran susto entre los inversionistas internacionales por el nuevo gobierno no se materializa, siguen llegando a comprar bonos, o sea, TES", detalló.

Señales

En diálogo con la BBC, Ocampo reiteró que Petro está tratando de dar la señal de que los capitalistas pueden seguir teniendo confianza en la economía colombiana.

Explicó que compaginar la solución del déficit fiscal con el cumplimiento de estas promesas de cambios sociales será un reto importante para el nuevo gobierno.

“Hay retos de corto plazo y de largo plazo. Diría que en los de corto plazo los más complejos son los retos fiscales. Porque el gobierno saliente deja -en parte debido a la pandemia- un nivel de deuda pública que es uno de los más altos de la historia de Colombia y también un déficit fiscal que debe ser solucionado” puntualizó.

También dijo que “desde el punto de vista de largo plazo, obviamente lo más candente es el tema social que es, de hecho, lo que ha llevado al surgimiento de los movimientos sociales y a la victoria política de este Pacto Histórico, como se ha llamado”.

Esperar el texto

Es claro, que solo cuando el proyecto esté totalmente confeccionado se podrá hacer una evaluación sobre sus alcances en materia de ingreso fiscal, progresividad tributaria y principales sectores que impactará.

Se sabe que las firmas calificadoras de riesgo están a la espera de conocer cuál será el corazón de la reforma y si la misma es viable desde el punto de vista de potabilidad financiera y acatamiento de los marcos de la Regla Fiscal.

Los gremios y demás sectores productivos dijeron esta semana que están a la espera de ser convocados por el entrante ministro e incluso por el propio presidente electo con el fin de analizar el alcance del articulado.

Como el Congreso se encuentra en receso, es claro que las opiniones todavía son muy generales. Sin embargo, como se dijo al comienzo, los partidos que hacen parte de la aún en construcción coalición parlamentaria gobiernista saben que el costo político de un apretón tributario muy fuerte puede tener algún tipo de repercusión para los comicios regionales y locales del próximo año.

Lo cierto es que el texto de la reforma todavía sigue bajo análisis. No se prevé que sea presentado antes de que el presidente electo regrese de unas cortas vacaciones la próxima semana.

Igualmente, si bien el Congreso arranca el próximo 20 de julio, el gobierno Petro solo comenzará el 7 de agosto. Incluso antes de esa fecha hay asuntos más urgentes, como el proyecto de presupuesto general de la Nación para 2023, que el gobierno Duque ya redactó pero que se espera que Ocampo y el resto del equipo económico nuevo lo revisen antes de ser radicado en el Congreso.