En medio de un país que intenta levantarse después de los efectos causados por la pandemia, en todos los órdenes, este domingo la gente llega con diferentes expectativas a las urnas, algunas personas con optimismo, otras con esperanza, unas con sentimientos como la ira o el miedo, y están aquellos que siempre cumplen con la cita democrática solo con la perspectiva de que realmente su voto le dé un nuevo aire al país.

EL NUEVO SIGLO habló con algunos expertos para consultarles, ¿cómo llega Colombia a las urnas?, ¿cuáles son las perspectivas luego de cuatro años difíciles, más allá de la sola pandemia?

Se va a votar con incertidumbre

El analista político Pedro Medellín dijo que en la actualidad el Estado se encuentra en una situación de crispación, de angustia colectiva, de división, de confrontación, de incertidumbre por los resultados. “Tenemos que asumir una actitud autocrítica cada uno de los actores sociales, políticos e institucionales, que de una u otra manera estamos siendo responsables de esa crispación, de esa división y de esa angustia, porque en muchos de los casos no hemos sido lo suficientemente equilibrados”.

“Las personas que van a votar son los colombianos de un país distinto, de un país nuevo, que ha cambiado mucho, que tiene una nueva dirigencia empresarial, unos jóvenes más comprometidos, más integrados a su sociedad. Contamos con una clase política muy desprestigiada, muy desvencijada, muy cuestionada. Es un país que ha cambiado mucho; el país que va a votar hoy no es el mismo que votó hace cuatro años”, agregó Medellín.

“Por eso existe una situación de incertidumbre, no sabemos qué va a pasar. Por primera vez los colombianos van a las urnas en total libertad, hace cuatro años y hace 16 o 20 años los políticos tenían más o menos un control, había un control de la clase política esta vez la gente va a votar como se le ocurra y siguiendo su criterio”, finalizó.

Una Colombia con instituciones más sólidas

Angelika Rettberg, quien obtuvo su doctorado en Ciencia Política en el Boston University,  actualmente es codirectora del Gender, Justice, and Security Hub del London School of Economics (LSE) y también es Global Fellow del Peace Research Institute of Oslo (PRIO). Frente a los interrogantes planteados aseguró que "esa Colombia, que de alguna manera refleja múltiples transiciones divididas en las últimas décadas, es un país que en lo político está marcado por una profunda división en torno a un acuerdo que hace cinco años dio fin al enfrentamiento con las Farc, pero que causó una serie de tensiones institucionales que se siguen manifestando".

“Al mismo tiempo es una Colombia con instituciones mucho más sólidas que hace una generación. Tenemos un Estado con pesos y contrapesos reales, con procesos que, a pesar de muchas deficiencias, en general funcionan, en especial si se comparan con otros momentos de la historia republicana o si se comparan con los de cualquier otro país de la región”, agrega la especialista.

“Es un país que económicamente está mucho mejor que otros países de la región, que ha logrado recuperar su economía, por lo menos en términos de producción, después de un golpe muy grande como lo fue la pandemia, pero que, de todas maneras, enfrenta una tensión gigantesca y es que muchos de los progresos que de facto ha vivido el país no han beneficiado a amplios sectores de la población, que hoy, en contraste con otras épocas, resienten esa diferencia, buscan un cambio y esperan una transformación real en sus vidas. Creo que eso es lo que marca las elecciones de hoy”, sostuvo Rettberg.

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Indica que "la Colombia de hoy es escéptica y optimista, según donde se pare. Considero que hay muchos sectores que sienten que les han quedado debiendo parte de los avances económicos y sociales de los últimos tiempos. Hay sectores que están cansados de la corrupción; a pesar de que yo creo que la corrupción es menos que antes, el hecho es que hoy la vemos más, gracias a las instituciones que funcionan mejor, pero eso ha generado un sentimiento de indignación que yo creo que marca el voto de muchos. Así llegan los electores divididos a lo largo de distintos ejes, algunos de los cuales miran el futuro con más optimismo que otros”.

Está de por medio la esperanza

El magíster en economía, exdirector del DANE, exgerente de Interconexión Eléctrica S.A. y director de Planeación de Bogotá, Jorge Bustamante, aseguró que “Colombia en este momento está en una situación muy delicada porque lo que está en juego es la estabilidad de la democracia y la recuperación de la confianza en las instituciones. También está profundamente polarizada. El país tiene una situación delicada. Primero porque unos están jugando con el miedo, desde ciertos sectores, como el Centro Democrático, han intentado involucrar el miedo y eso crea una situación muy compleja porque la gente puede llegar a no votar o a votar intimidada”.   

“En segundo lugar, está la otra cara, que es la del señor Petro, que es por la ira, por la rabia, también es muy complejo que hay cierto resentimiento, que hay cierta tensión, que han impulsado la primera línea, que han impulsado con mucha fuerza la protesta social; entonces en medio de eso hay situaciones muy delicadas como que el 38% de la población no tiene sino dos comidas al día o menos”, afirmó Bustamante.

“También está de por medio la esperanza, porque unas elecciones son como una transfusión de sangre, es como una renovación del espíritu democrático del país, es una oxigenación de las instituciones”, añadió.

Aseguró que el país debe bajar el nivel de tensión. “El Banco Interamericano de Desarrollo en su estudio sobre la confianza mostró que en Colombia el 87% de la población no confía en las instituciones, en los gobiernos, en el sector público, en el sector privado, escasamente confía en la familia. La recuperación de la confianza, de la solidaridad, es el aglutinante de una sociedad”.

Igualmente indicó que “los electores llegan con una expectativa muy grande, por la incertidumbre,  porque esta campaña ha sido muy engorrosa, muy turbia, muy mal manejada por los medios de comunicación, por los partidos políticos, y por eso llegan en una situación muy escéptica”.