¿Conviene al uribismo que bases participen en consultas? | El Nuevo Siglo
EL CANDIDATO presidencial del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, sostiene que por ahora no es tiempo de pensar en alianzas sino de recorrer el país para escuchar a la gente y proponer ideas.
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Jueves, 10 de Febrero de 2022
Redacción Política

Crece la división en el Centro Democrático en torno a la orden de su cúpula nacional para que dirigentes, congresistas y las bases de la colectividad se abstengan de participar en las consultas interpartidistas del próximo 13 de marzo, cuando las coaliciones escogerán sus candidatos presidenciales únicos.

Parlamentarios como María Fernanda Cabal y Ernesto Macías, entre otros, son partidarios de que la colectividad debe replantear esa directriz y dejar que el uribismo, así su candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga no haga parte de ninguna de las coaliciones, participe en las consultas.

“¿Por qué se nos prohíbe votar en las consultas? Vemos que la percepción del público es que queden candidatos de izquierda o de centro con una votación muy grande. El hecho de que la coalición de derecha no tenga un número de votos suficiente, me da temor que se piense que las otras coaliciones van a ir más fuertes para la primera vuelta. Yo le digo al partido: si alguien quisiera votar en esa coalición, ¿por qué estaría impedido si el voto es libre y secreto? Salvo los que estamos en la militancia, que tenemos obligaciones, que podemos ser denunciados y perder la curul, pero los demás funcionarios del partido no tendrían inconveniente”, señaló Cabal a EL NUEVO SIGLO la semana pasada.

A su turno Macías sostuvo el pasado 21 de enero que “si definitivamente el Centro Democrático no va a tener candidato en las consultas del 13 de marzo, la militancia podría votar por alguno de la coalición Equipo por Colombia. El país está en juego, y la abstención favorece la amenaza del populismo de izquierda”.

El mismo parlamentario, en declaraciones ayer a El Tiempo, agregó que “el Centro Democrático debe facilitar la participación de su militancia y de su dirigencia en las consultas del 13 de marzo, en este caso, apoyando a los candidatos de la coalición Equipo por Colombia, por afinidad”.

En el otro lado está la mayoría de los senadores y representantes que, según un comunicado de esta semana, respaldan la directriz de que las bases no se metan en las consultas del 13 de marzo, obviamente en referencia a votar por Equipo por Colombia, que es de centroderecha, bajo la tesis de que las de Centro Esperanza (fajardista) y del Pacto Histórico (petrista) no son afines a la ideología del Centro Democrático.

“La bancada del Centro Democrático respalda la decisión de la Dirección Nacional de nuestra colectividad de mantener disciplina y coherencia, y de reafirmar el apoyo y compromiso con la aspiración presidencial de nuestro candidato Óscar Iván Zuluaga. El objetivo de nuestro partido es el de seguir trabajando por esta Patria preservando las libertades, la democracia, la seguridad, el respeto por la Constitución, la ley y las instituciones; así como por el bienestar de todos los ciudadanos”, señaló el citado comunicado.

Se agregó que “para los aspirantes al Congreso, nuestros directorios departamentales y municipales y nuestra militancia, la prioridad es trabajar, trabajar y trabajar para obtener el mayor número de curules al Congreso de la República y continuar el fortalecimiento de nuestro Partido para ganar la elección presidencial”.


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EL NUEVO SIGLO presenta un escenario de los pros y contra de la participación de las bases uribistas en las votaciones de las consultas el 13 de marzo:

Razones para participar

  1. CONTRAPESO A PETRO: para algunos dirigentes del uribismo es un error quedarse al margen de la votación de las consultas, ya que sería darle una ventaja al precandidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, que arrasará en su respectiva coalición, lo que lo dejará muy fortalecido frente al bloque de la Centro Esperanza y el de Equipo por Colombia. “…Petro sacó 2,8 millones en la consulta de 2018, luego 4,8 millones en primera vuelta y después ocho millones en la segunda… Lleva un año liderando las encuestas y sería ingenuo y un error táctico y estratégico muy grande dejarlo solo compitiendo con dos coaliciones con votaciones muy fraccionadas, según se ve en las encuestas… Petro, que arrasará en su bloque, puede sacar tres millones de votos o más en su consulta pero los ganadores de las otras dos consultas, en donde hay mucha competencia de precandidatos, sumarán mucho menos. Ese es un riesgo muy alto porque alimenta la creencia popular de que nadie lo puede frenar”, precisó una fuente uribista.
  2. DEBILITAR A LOS ESPERANZADOS: otras voces del Centro Democrático consideran que sería lógico que las bases uribistas participen en las consultas del 13 de marzo, a sabiendas de que se inclinarán por precandidatos de Equipo por Colombia, y eso le conviene al uribismo. “… Claro que hay que participar, ya sea votando por Gutiérrez, Char u otro candidato de la centroderecha… Lo peor que le puede pasar a esta franja es quedar de tercera el 13 de marzo, detrás de Petro y Fajardo… Eso sería un golpe mortal para una eventual alianza entre el ganador de Equipo por Colombia con Zuluaga, de cara a la primera o la segunda vueltas, ya que dejaría ver esta alianza como una unión de débiles: el tercero en las consultas y un Zuluaga que no despega en las encuestas”, señaló la misma fuente. Otros parlamentarios son de la tesis de que el 13 de marzo es la “oportunidad de oro” para comenzar a ‘sepultar’ al fajardismo y tratar de polarizar la campaña entre el petrismo y la centroderecha. Para ello la única vía sería que el uribismo votara en masa por Equipo por Colombia.

Razones para no participar

  1. NO FORTALECER A LOS RIVALES: del debate interno sobre este tema queda claro que son tres los argumentos de la Dirección y parte de la bancada del uribismo para justificar la orden de no meterse en las consultas del 13 marzo. En primer lugar, que lo que más le conviene a Zuluaga y al Centro Democrático, que hasta el momento se mantienen en la estrategia de ir directo a la primera vuelta del 29 de mayo, es que la votación en las consultas sea lo más baja posible, lo que debilitará la sensación del electorado en torno a que la competencia se limitará solo a los ganadores en cada coalición, quitándole piso a Zuluaga, Rodolfo Hernández, Íngrid Betancourt, Enrique Gómez Martínez y otros candidatos que van por fuera de esos bloques. En segundo término, que el ‘portazo’ de Equipo Colombia a la solicitud de ingreso de Zuluaga debe tener consecuencias políticas y la principal, y más lógica, es que el Centro Democrático no empujará ninguna precandidatura de esa coalición, así sea de centroderecha. Y, tercero, que la prioridad política y electoral del uribismo es la votación parlamentaria, que será su principal carta de negociación de alianzas hacia la primera o segunda vueltas presidenciales.
  2. FORZAR LA POLARIZACIÓN: para algunos estrategas del uribismo la única forma de tener oportunidad real de ganar la Casa de Nariño es que el electorado entienda que los candidatos de Centro Esperanza y Equipo por Colombia no son los ‘gallos’ que se necesitan para enfrentar a un dirigente de la fuerza política y experiencia de Petro, que completa ya tres campañas presidenciales y, es claro, este 2022 parece tener la mayor oportunidad de ser el nuevo inquilino de la Casa de Nariño. En ese orden de ideas, le conviene al Centro Democrático que Centro Esperanza y Equipo por Colombia tengan no solo baja votación en conjunto, sino que la misma se atomice lo más posible entre la gran cantidad de precandidatos. Solo así será posible tratar de reeditar en la siquis del elector el escenario de 2018: petrismo versus uribismo, más allá de lo que hoy digan las encuestas.