En el Congreso de la República, las bancadas se alistan para la confirmación de las sesiones extraordinarias que serán decretadas por el Ministerio del Interior en los próximos días.

Como se sabe, el jefe de esa cartera ministerial, Juan Fernando Cristo, explicó que “definiremos con el presidente de la República –pero se va a llamar a sesiones extraordinarias al Congreso– cuáles son los proyectos que vamos a incorporar. Con toda seguridad, para continuar la discusión en plenaria de Cámara de la reforma a la salud y estamos evaluando la inclusión de la reforma laboral y de la jurisdicción agraria”.

Tras el anuncio adelantado por el funcionario gubernamental, la agenda legislativa va a girar en torno a varias iniciativas importantes para el Gobierno. Sin embargo, es importante recalcar que el trámite de estos proyectos debe concluir en junio de 2025, aprobados en su mayoría y antes de que los partidos arranquen con sus campañas electorales a Congreso y Presidencia 2026, lo que significa que la última legislatura que comienza en el mes de julio no tendría mayor relevancia.

Bajo ese orden de ideas, las discusiones comienzan con el proyecto más adelantado que tiene el Gobierno nacional. En la plenaria de la Cámara está en segundo debate la reforma a la salud 2.0. Como se sabe, la célula legislativa ha aprobado 26 artículos del texto central, que está compuesto de 62 artículos en los que se incluye, cómo calcular el valor de la UPC, las funciones de las gestoras en salud que reemplazan a las EPS y el acceso al servicio de salud.

Una de las iniciativas que han cobrado vital importancia en el Congreso es el proyecto de ley ordinaria de jurisdicción agraria, luego de ser discutido con mensaje de urgencia por las comisiones primeras de ambas corporaciones. Tanto el Senado de la República como la Cámara de Representantes le dieron luz verde a la conciliación de la ley estatutaria de la jurisdicción agraria y rural, la cual busca garantizar un acceso más equitativo y eficiente a la justicia para campesinos y comunidades rurales. 

Como parte de esta determinación, se establece que la norma no modifica en absoluto la legislación sustantiva sobre la propiedad; simplemente crea un mecanismo adicional para garantizar el acceso y la resolución de conflictos judiciales por tierras en Colombia. El proyecto permite la implementación y creación de tribunales y jueces especializados en procesos penales por posesión indebida de tierras en el país y les da herramientas jurídicas para la resolución de este tipo de conflictos. Ahora la discusión pasa a las plenarias de ambas corporaciones.

Otras iniciativas que continúan trámite legislativo

El proyecto de transfuguismo o iniciativa que permitiría a funcionarios de elección popular el cambio de partido por una vez cada cuatrienio, sigue su marcha en el Congreso de la República. En el trámite, la iniciativa ya superó la primera vuelta de cuatro debates, dos en Senado y otros dos en Cámara. Por tratarse de un proyecto de acto legislativo, debe surtir otros cuatro debates, lo que significa que el proyecto vuelve al Senado, pero se agendará después del 15 de marzo.

La reforma laboral pasa a tercer debate en la Comisión Séptima del Senado y esta célula legislativa se alista para avanzar en esta discusión. Sobre el particular, la senadora Nadia Blel advirtió que “pese a haberse presentado la ponencia para adelantar el tercer debate, el proyecto no va a entrar en discusión hasta tanto no finalicen las audiencias públicas en las que se están escuchando propuestas, sugerencias y críticas al proyecto, de varios sectores sociales. La reunión más reciente se realizó en Cali y tras la intervención de varios gremios, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), advirtió que se hace urgente la aprobación de la iniciativa para evitar otro estallido social. 

El transfuguismo ha sido un tema controversial en el Congreso, ya que varios parlamentarios consideran que esta medida les dará mayor libertad política y les permitirá cambiar de partido sin enfrentar consecuencias inmediatas. Sin embargo, la iniciativa ha encontrado resistencia, especialmente entre algunos sectores de la derecha, como el Centro Democrático o Cambio Radical.