EL PLAN piloto de la nueva política contra las drogas del Gobierno nacional se desarrollará en el Valle del Micay, un complejo cocalero ubicado en el suroccidente de Colombia.

Así lo anunció el presidente Gustavo Petro, durante la socialización de la propuesta en el Tampo, Cauca, donde habló de la importancia de que las comunidades campesinas pasen a formar parte de la economía legal.

“En el Valle del Micay queremos hacer la primera experiencia concertada con la comunidad toda. Algunos nos querrán, algunos otros no, para transformar una economía en otra. Eso vale dinero, indudablemente. Y eso necesita de un Estado y más que del Estado, de un esfuerzo social, incluso, que va más allá de nuestra propia nación. De un esfuerzo nacional, indudablemente. Con ustedes queremos cambiar esta economía”, manifestó el jefe de Estado, quien aseguró que este plan “prioriza la salud pública, la garantía de los derechos humanos y las libertades de las personas”.

El mandatario señaló que no buscan reprimir a los campesinos, mucho menos llevarlos a la cárcel por su actividad.

“El objetivo es lograr que un campesinado y unas comunidades étnicas puedan prosperar, mostrándole al mundo cómo una política que no se basa en las rejas, que no se basa en las extradiciones, que no se basa en la corrupción del Estado o en la represión, puede ser muchísimo más eficaz”, indicó.

También dijo que “no lo puedo lograr en cuatro años en el conjunto del país por la extensión del problema que ya tenemos. Pero podemos demostrarlo en el Cauca”.

El presidente destacó que el Ejecutivo desea que las áreas con mayor cantidad de cultivos ilícitos se transformen en regiones prósperas, donde prevalezca tanto la paz como la educación.

“Nosotros queremos una economía campesina próspera que permita -como decía en mis discursos de campaña- que cualquier hija o cualquier hijo del campesino y de la campesina pueda estudiar siquiera medicina, matemáticas o filosofía. Ese es el objetivo. Queremos esa comunidad en paz”, apuntó.

El jefe de Estado recalcó que, con su Gobierno, la región del Micay tiene la oportunidad de torcer el curso de una historia de décadas alrededor del narcotráfico y transformar esa realidad.

“El Micay tiene una responsabilidad, hoy con nosotros, el Gobierno, y con los que están armados ahí, en el Valle del Micay, y es si hacemos un cambio así, es decir, si nos volvemos revolucionarios. Y entonces hacemos un cambio así, donde ese destino desaparece de nuestra historia y somos capaces de mostrarle al mundo y al país que podemos transformar la realidad en una realidad que beneficie al pueblo, en donde pueda haber democracia, que no es más sino el gobierno popular, el poder popular y la paz”, manifestó.

Aprovechó para anunciar que ha dado la orden “a todos los miembros del Ejército de tomar El Plateado (en el Valle del Micay). Yo la di, ahí no puede haber confusión”

La Fiscalía

Durante la presentación de la política contra las drogas, el jefe de la Casa de Nariño instó a “desenterrar la verdad enterrada por el régimen de corrupción”. Destacó que dicho “régimen corrupto” teme que surja la verdad de 50 años de lucha contra las drogas, por lo que “trata de cerrar brutalmente este Gobierno, trata de dar el golpe contra la Constitución de Colombia”.

Sobre ello, indicó que el narcotráfico “se ha comprado secciones enteras de la Fiscalía para no ser juzgados, y esa verdad tiene que aparecer”.

También dijo que “se ha comprado secciones enteras de dirigentes de la política colombiana, como yo mismo lo denuncié en el Congreso de la República. El narcotráfico se compró mandos del Ejército y de la Policía, y toda esa verdad tiene que aparecer”.

Además de eso, se preguntó: “¿cómo llevar el Estado colombiano a la Constitución y a la paz, y no a un régimen de corrupción? Con la verdad, con la verdad judicial, y esa es la función de este Gobierno”.

Frente a esa intención de ocultar la verdad, el mandatario aseguró que ahora comprende por qué “tanta bronca” contra la Justicia Especial para la Paz.

“Yo no comprendí por qué me derrotaron en el Congreso de la República cuando un grupito de nosotros propuso en el proceso de paz con los paramilitares que ellos recibieran beneficios jurídicos a cambio de que dijeran la verdad”, indicó.