Financiación, tema crítico en reforma de Educación Superior: Martínez | El Nuevo Siglo
Viernes, 31 de Agosto de 2012

Hacer una reforma a la Educación para actualizar la normatividad vigente con las nuevas demandas académicas y laborales es una necesidad que debe ser suplida de manera rápida por el Gobierno Nacional, de manera que la enseñanza profesional prepare personas capaces de responder a los retos. La meta no será fácil de cumplir teniendo en cuenta que para lograrla se necesitará de un alto nivel de inversión.

Sin embargo, hay universidades que ya están haciendo esfuerzos para adaptarse a los cambios que vendrán con el Tratado de Libre Comercio. Es el caso de la Universidad Tecnológica de Bolívar, que a través de los años ha adaptado elementos que le permiten hoy ser uno de los centros académicos con más importancia del país, según explicó Patricia Martínez, rectora del claustro académico.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué tan necesaria es una reforma a la Educación Superior?

PATRICIA MARTÍNEZ:Si se le pregunta a cualquier actor, estudiante, profesor o directivo de las instituciones de Educación Superior, estamos de acuerdo con que después de casi 20 años de la Ley 30 hay que modificar la normatividad vigente para sintonizarla con las nuevas demandas.

Hay unos temas que son de preocupación estructural. Uno de los que hemos planteado las universidades es el del financiamiento de la Educación Superior, porque estamos hablando de una educación que demanda el país de alta calidad y esta calidad requiere inversiones en profesores, en tecnología, en internacionalización y todo eso requiere recursos importantes que no se pueden trasladar al bolsillo de los padres de familia. Entonces, a la fecha pareciera que aún es insuficiente la combinación de los recursos que se transfieren a las universidades por parte del Presupuesto Nacional, más el de los Presupuestos departamentales, y el de las estampillas.

Es decir, hay varias fuentes de financiación que sumadas hoy por hoy todavía resultan insuficientes para ampliar la cobertura educativa con calidad, por lo menos al 50 por ciento, porque estamos hablando que la cobertura está en el orden del 30 por ciento, incluyendo el SENA, y eso si queremos ser un país competitivo.

ENS: ¿Los cambios solo son necesarios en la educación tecnológica y profesional?

PM:En la nueva sociedad del conocimiento, mínimo un joven para tener las competencias estructurales para poder insertarse de manera efectiva como actor útil a la sociedad requiere por lo menos 15 o 16 años de formación obligatoria. Eso incluso demandaría una reforma constitucional. Si se miran las últimas reformas de países del primer mundo, la educación obligatoria asciende a los 16 o 18 años.

ENS: La Universidad Tecnológica propone que en la reforma se tenga en cuenta la internacionalización. ¿Por qué?

PM:No se puede entender la internacionalización nada más como un intercambio de estudiantes o profesores; es un sistema de desarrollar de manera transversal en todos los currículos el componente de multiculturalidad, de entendimiento de otras culturas, de flexibilidad para participar en un mundo heterogéneo, diverso, y además estar sintonizados con empresas y con un mundo laboral que es cada vez más complejo desde esa internacionalización, porque se están formando personas profesionales que no van a ser útiles para el hoy y el aquí, sino para el mañana y en cualquier lugar del mundo.

ENS: ¿Cómo es que están haciendo un puente entre la academia y el TLC?

PM:La Universidad Tecnológica cuenta entre sus miembros corporados con cinco gremios como son Andi, Fenalco, la Cámara de Comercio, Camacol y Acopi, entonces desde nuestra fundación tenemos una vocación netamente empresarial.

La oferta académica de la Universidad ha sido desde sus inicios una oferta que ha tratado de estar muy acorde con la demanda del sector externo. Por ejemplo, comenzamos con una oferta en ingenierías y en ciencias económicas que para la época de nuestra fundación era una oferta que no existía en la ciudad y de esa manera nos articulamos con el sector empresarial como su principal brazo académico. Entonces, desde esa época el diálogo permanente con el sector empresarial ha garantizado que la Universidad vaya orientando todo su programa de formación y su proyecto de investigación e innovación acorde con las tendencias y requerimientos.

 

 

Educación en poblaciones

 

“El tema regional sigue siendo un poco crítico, porque estamos hablando de ciudades que están llegando al desempleo de casi un dígito como Santa Marta, Barranquilla y Cartagena”, anotó Martínez; “pero existe”, agregó, “una subregión desde la Guajira hasta Sucre y Córdoba, con unas zonas rurales muy extensas, las cuales tienen necesidades básicas insatisfechas muy altas y los peores indicadores del país que es lo que observamos en la zona Sur-Pacífico y estamos observando en parte del territorio nacional”.

“Por eso se ha hablado del Fondo de Compensación, porque hay que hacer esfuerzos mayores en las zonas donde hay un desarrollo relativo menor y en la región Caribe eso es así. Sin embargo, se están haciendo esfuerzos importantes desde los Centros Regionales de Educación Superior (Ceres), es un proyecto que está creciendo como espuma”, dijo.