“Jueces pierden independencia con la reforma” | El Nuevo Siglo
Sábado, 23 de Mayo de 2015

Los jueces quedarían dependiendo del Gobierno y el Ministerio de Justicia si pasa la reforma de equilibrio de poderes en el Congreso, dijo el magistrado Gustavo Gómez.

El consejero de Estado criticó que se busque eliminar la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara por medio de una reforma constitucional cuando solo basta con reformar la Ley Quinta, reglamento del Legislativo.

 

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo queda las justicia en el proyecto?

GUSTAVO GÓMEZ:Es importante que todos los colombianos sepamos que el aspecto más insidioso, en este proyecto de reforma de equilibrio poderes es la manera como se le quita la independencia, la autonomía y la capacidad de autogobierno del Poder Judicial.

Me parece grave porque el juez que creó la Carta del 91 es un juez de derechos fundamentales, es un juez con posibilidades de hacer interdicción de Poderes Públicos y poderes privados en defensa de los ciudadanos. Y si se le quita la autonomía, la independencia y la capacidad de darse sus propios reglamentos, no cabe duda que se está privando al pueblo colombiano de la vigencia de sus derechos fundamentales.

No descartamos la necesidad de hacer ajustes al sistema de justicia establecido en la Carta del 91, pero como este proceso no ha sido discutido simplemente viene con un interés muy explícito de debilitar a la justicia.

ENS: ¿Cómo se debilita el Poder Judicial?

GG:La autonomía de las instituciones, como los seres humanos, se mide por la capacidad de auto organizarse. Es decir, producir normas, es decir, reglamentos que desarrollan la Constitución y las leyes en el sector justicia. Se concreta también en la posibilidad de proyectar sus planes estratégicos de desarrollo. Se convierte en la posibilidad de asignar recursos a esos planes, en la posibilidad de cubrir el territorio nacional con el mapa judicial, es decir crear, suprimir, fusionar o trasladar despachos judiciales, ampliar la planta de personal, disminuirla si es necesario y desde luego en el manejo del sector justicia de una carrera judicial que le dé a los funcionarios independencia, autonomía y garantice su buen desempeño.

Esos aspectos quedan desaparecidos del proyecto de reforma, quedan sintetizados en un órgano que se llama Consejo de Gobierno Judicial, que no tiene más funciones sino las de hacer listas, proponer algunas disposiciones reglamentarias en procedimiento judiciales y rendir cuentas ante el Congreso. No es un órgano permanente. Es un órgano accidental. Y la pregunta que uno de hace es: ¿Y esas facultades de autonomía, de autorregulación, de presupuesto propio, en donde quedan? El vacío lleva a que las realice el Ministerio de Justicia y el Gobierno nacional.

ENS: ¿Los jueces cómo quedan?

GG:El tema de los jueces queda en que van a ser sometidos a una dependencia igualitica a la que ocurría antes de la Constitución de 1991.

Quienes trabajábamos en esa época dependíamos completamente del Ministerio de Justicia.

Con el Consejo Superior de la Judicatura se pensó en dar la seriedad, el peso político, el peso jurídico y el peso institucional suficiente para que atendiera las necesidades judiciales del pueblo y lo ha logrado.

El Poder Judicial está muy preocupado porque lo que le espera a Colombia, en un país que tiene tantos problemas de desequilibrio social, tantos problemas de convivencia, tantos problemas de legitimidad, lo que se viene es un panorama negro.

Esto es tan serio que nosotros los colombianos deberíamos pensar en hacer un movimiento ciudadano de resistencia, al abuso que se está cometiendo contra un poder.

ENS: ¿Los abogados cómo quedan?

GG:Los abogados quedaran muy mal, porque si tienen un juez que está acomplejado por su falta de independencia. ¿Qué garantía de equilibrio va ser ese juez?

ENS: Se elimina la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara. ¿Qué piensa?

GG:Es que la Comisión de Acusaciones no es constitucional. Entonces no hay que reformar la Constitución para reformar la Comisión de Acusaciones. Allí hay un embuste completo de parte de quienes nos representan en el Congreso. Si quieren acabarla simplemente modifiquen la Ley Quinta del 92.

ENS: Frente a este panorama, ¿no se corre el peligro que la reforma se caiga en el estudio constitucional?

GG:Eso ha sido tan mal manejado que cada día se van haciendo cambios. Es decir ni el Gobierno, ni los congresistas, ni los ponentes saben qué quieren hacer. Es una reforma que más que nada refleja un sentido de improvisación, un sentido de retaliación contra un Poder Judicial que a estorbado proyectos políticos de personajes de este país.