El expresidente Álvaro Uribe se pronunció tras la reciente aparición del exjefe paramilitar y hoy gestor de paz, Salvatore Mancuso y el presidente Gustavo Petro durante un evento de entrega de más de 8.000 hectáreas de tierras a víctimas en Montería.
En el evento, el jefe de Estado le propuso a Mancuso retomar los diálogos que se iniciaron durante la administración del hoy líder del Centro Democrático.
“Propongo instalar la mesa para finiquitar el proceso de paz que inició (el presidente) Álvaro Uribe Vélez con ustedes, esta vez, sin traición, esta vez, sin miedo a la verdad, que creo que existía en esa época –le tenían un temor a la verdad, a las verdades en plural–, esta vez, para que el benefactor de ese proceso sea el pueblo humilde, campesino en general, solamente campesino de Colombia" dijo Petro.
Ante estas palabras, el exmandatario señaló que "la autoridad y las convicciones no pueden ceder ni ante la seducción ni ante la amenaza. La paz no es un juego ni un teatro de compadres. Colombia ha tenido procesos de claudicación ante el terrorismo como el firmado con Farc. Para nada sirvió".
En ese sentido, también defendió su gestión y agregó que "nuestra ley de Justicia y Paz desmovilizó 35 mil paramilitares y 18 mil guerrilleros. Se le cumplió a quienes cumplieron, se extraditó a quienes siguieron violando la ley"
En el acto de entrega a campesinos víctimas del conflicto de 8.430 hectáreas de tierras, dentro de las cuales hay 7.916 pertenecieron a los entonces jefes paramilitares alias 'Macaco', alias 'Nico' y alias 'Cuco Vanoy', el jefe de Estado manifestó que “ese proceso de paz terminó, en mi opinión, mal. A ustedes los extraditaron, no estaba escrito en el acuerdo de paz".
Durante el evento, Petro y Mancuso intercambiaron sombreros en un acto simbólico, lo que generó varias críticas hacia el jefe de Estado.
Tras el pronunciamiento del expresidente, Petro le respondió que "donde se encuentran víctimas y victimarios para la reparación y el perdón no es teatro de compadres" añadiendo que "teatro de compadres es cuando se encuentran solo los victimarios y a escondidas".
Generando así un rifirrafe entre los líderes políticos.
Por su parte, el exsenador Uribe le dijo a Petro que "ponga cuidado a sus palabras porque cuando usted se encontraba a escondidas con paramilitares, o en tiempo reciente, sus enviados con otros criminales, puede interpretarse como encuentros de victimarios".
Como se sabe, Salvatore Mancuso ha intercambiado acusaciones en contra del expresidente Uribe a quien ha vinculado con paramilitares. Ante esos señalamientos, el exmandatario ha salido a desmentir en varias ocasiones.
Mancuso salió de prisión el pasado 10 de julio amparado por la justicia, que le otorgó la libertad tras ser deportado en febrero desde una prisión de Estados Unidos.
El exjefe paramilitar, de 59 años, había sido deportado desde Estados Unidos a Bogotá en febrero.
Desde entonces su caso se transformó en un enredo judicial, pues tenía cuentas pendientes con la justicia ordinaria y con un tribunal especial al que se acogió cuando se desmovilizó en 2006, como parte de un proceso de paz con el entonces presidente Álvaro Uribe (2002-2010).
Sus abogados aseguraban que los 16 años que pasó tras las rejas en Estados Unidos por narcotráfico bastaban para cumplir el tiempo máximo de prisión estipulado en el acuerdo, que era de ocho.
Actualmente, Mancuso es acusado de cometer más de 2.600 crímenes en la Costa colombiana.