EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué anunciar tan temprano su fecha de renuncia si esta se hará efectiva en mayo?
JUAN DANIEL OVIEDO: Eso fue el resultado de una indagación que hizo la revista Semana, producto de las declaraciones que nosotros dimos en medio de comunicación en septiembre y en noviembre del año pasado. Allí dejábamos claro que nuestro interés de participar en el debate presidencial, se activaba o se hacía explícito desde el punto de vista operativo en el momento en que se habilitara o se legitimara el procedimiento a través del cual nosotros queremos aspirar, que es el proceso de recolección de firmas.
Queremos dejar claro que hasta el 31 de mayo estamos en el Concejo de Bogotá y hasta ese día ejerceremos la vicepresidencia que obtuvimos por unanimidad en votaciones a comienzos de diciembre del año 2024.
Muchas personas se preguntan si al querer ser candidato presidencial debo renunciar al Concejo y está claro que no. Lo que queremos dejar claro es que como nuestro proceso de participación es a través de recolección de firmas, lo que nos va a implicar meternos de cabeza, pues inmediatamente se habilite el procedimiento tenemos que salir a recogerlas.
Queremos resolver los problemas de Colombia con unos principios fundamentales como el respeto a la iniciativa privada, la visión de largo plazo de las instituciones, la garantía del balance de poderes, el fortalecimiento de la descentralización, el reconocimiento de que toda política social y toda reforma estructural de las instituciones debe estar orientada a resolver el problema más importante que tenemos como sociedad que es la pobreza.
No estamos obsesionados con llegar hasta el final, queremos llegar hasta el final y nuestro propósito es llegar a la Presidencia de la República, pero si en el camino se vislumbra otra forma de una visión pragmática y orientada a resolver los problemas estructurales del país en cabeza de otra persona, también vamos a estar interesados.
ENS: Usted ya anunció que se lanzará por firmas, pero hay una gran cantidad de nombres que le están apostando a lo mismo, ¿cómo analiza este tema?
JDO: Creo que es el reflejo de varios elementos. El primero es que la encuesta de cultura política a finales de 2023, nos había dicho que el 87,8% de las personas mayores de edad en Colombia no se sienten identificadas por los partidos políticos y que una buena parte de esta ausencia de identificación es porque sienten que no representan sus ideales, porque se convirtieron en otro tipo de plataformas que no necesariamente cumplen responsablemente el deber de representar a sus electores y en general a la ciudadanía dentro de las instancias de democracia representativa.
Por consiguiente, el hecho de que muchas personas estén interesadas en avalar sus candidaturas a través de firmas, confirma que la desazón de la ciudadanía colombiana con los partidos políticos requiere caminos alternativos y el único camino alternativo en este momento se establece en la normatividad electoral de ese tema.
También es una señal de que de una u otra forma el abanico de partidos políticos que está disponible en estos momentos, está siendo protagonista de una polarización muy fuerte del debate político. Esto hace que las personas que queremos tener voces mucho más pragmáticas, más concentradas a que la política y el servicio público resuelva problemas sin importar cuál es el color político sino la naturaleza especificada del problema; marquemos claramente distancia de la clase política tradicional.
La tercera es que los procesos de recolección de firmas, cuando se hacen de forma orgánica como tuvimos la oportunidad de hacerlo en Bogotá, tienen una productividad muy grande.
ENS: ¿Qué opina de los analistas que dicen que hay muchos dirigentes que hoy se muestran como de centro, pero en realidad pertenecen a la izquierda o a la derecha?
JDO: Ese es el reflejo de que efectivamente hoy el centro está definido a partir de una asimetría muy fuerte. Colombia, ideológicamente es un país de centro porque así lo confirma la encuesta de cultura política.
Pero desafortunadamente en un país tan polarizado en el que la gente desconfía de sus pares y de las instituciones, lograr que el equilibrio o la resolución de los traídos por fuera de los extremos sea visto como un tema pragmático.
Por eso hoy en día la palabra centro refiere ambigüedad y tibieza. Muchas personas dicen ser de centro a pesar de que tienen un marcado interés hacia la izquierda o hacia la derecha, porque la gente es consciente de que somos un país polarizado y hay cierta insatisfacción por eso, precisamente por lo que está pasando en el debate político en este momento, que pasó a la expresión de la ira, a la no escucha y a no reconocer la diferencia, sino de estigmatización.
Parte de nuestro rol para participar en esta conversación es poder decirle al país que no nos quedemos en el pasado, que la gente entienda que no estar en los extremos no es automáticamente un sinónimo de tibio, sino de que verdaderamente hay una posición clara sobre esas distancias frente a los extremos.
Uno de los desafíos más importantes desde el punto de vista comunicacional es que tenemos una historia y un pasado del centro que no ha logrado ser pragmática y es ahí donde nosotros queremos alzar la mano y prender nuestra voz alrededor de ese propósito de darle al país la oportunidad de que sea coherente con sus preferencias, a través de una propuesta política mucho más pragmática y mucho más concreta.
ENS: ¿Una candidatura suya por firmas podría ir acompañada también de listas al Congreso?
JDO: Es algo que estamos considerando porque también pensamos que nuestra participación en ese escenario político del país, debe tener la posibilidad de que el pragmatismo no solo se traduzca en la forma como llegamos al Ejecutivo, sino en la forma como vamos a gobernar y para gobernar se necesita una conversación fluida con el Congreso de la República.
Entonces lo estamos planteando para viabilizar esta posibilidad de que tengamos también un proceso de recolección de firmas para avalar las listas, en nuestro caso cerradas, al Senado y a la Cámara de Representantes.
Ahí hay un prejuicio porque todo el mundo dice que eso solo lo logró Uribe habiendo sido presidente dos veces y siendo él, la cabeza de lista del Congreso. Todo el mundo es muy escéptico frente a la construcción de listas a Senado y a Cámara a través de los movimientos significativos de ciudadanos, pero nosotros sí consideramos que ese escenario es importante para el pragmatismo de gobernar.
ENS: En los corrillos políticos se dice que además de su nombre hay otros concejales que también renunciarían, pero para postularse al Congreso, ¿usted qué ha escuchado?
JDO: Sí hay varios comentarios de colegas de diferentes bancadas como el Centro Democrático y del Nuevo Liberalismo, pero entonces como es al Congreso, cualquier decisión que tomen lo harán comenzando el año 2026, porque para ellos el 2025 no genera ningún compromiso distinto. Desde el control político que se hace en Bogotá se pueden dar matices de cuál es la oferta de control político que se hace a nivel nacional.
Por consiguiente, el tiempo que ellos tienen para renunciar no es inminente, sobre todo porque no hay un mandato legal para que los miembros de corporaciones públicas tengan una inhabilidad para poder ser candidatos a cargos de elección popular.
Nuestro interés inicial siempre ha sido participar en el componente ejecutivo de la política, en resolver, en escuchar, ser auténticos, hablar con la verdad y ser coherentes para resolver. Por eso en mi caso considero que es importante no estirar la cuerda como lo podría hacer si no renunciara en mayo y ponerme a la tarea de recolectar firmas para la candidatura presidencial, pero sí se comenta muchísimo.