‘Losada’ no ahondó en aspectos puntuales del magnicidio de Álvaro Gómez | El Nuevo Siglo
Foto JEP
Viernes, 11 de Diciembre de 2020
Redacción Política

Pocos elementos adicionales para develar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que fue perpetrado el magnicidio del doctor Álvaro Gómez Hurtado se dieron ayer en la audiencia de aportes tempranos a la verdad a la que fue citado Julián Gallo Cubillos, conocido con el alias de ‘Carlos Antonio Losada’ cuando actuaba de comandante de las milicias urbanas ‘Antonio Nariño’ de las Farc, con asiento en Bogotá.

Ante los magistrados de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) el hoy senador Gallo reiteró, como jefe de esa estructura subversiva, la autoría del vil asesinato. Añadió que la orden fue dada por el Secretariado de las Farc y específicamente por alias ‘Jorge Briceño’, de quien, sostuvo, la recibió directamente.



De nuevo adujo, como lo ha venido haciendo públicamente desde semanas atrás, que el homicidio llevado a cabo cuando el doctor Álvaro Gómez salía de dictar sus clases en la Universidad Sergio Arboleda, en la mañana del 2 de noviembre de 1995, se verificó en razón a considerarlo un enemigo de la organización subversiva desde sus debates contra las “repúblicas independientes”, a comienzos de los años sesenta del siglo pasado.

Bajo ese criterio, en la ronda de preguntas de los intervinientes, la incógnita reiterada fue la de por qué esperar más de treinta años para cumplir ese objetivo. El compareciente señaló que siendo las Farc una organización campesina clandestina, establecida en la periferia del país, solo fue posible estructurar las milicias urbanas mucho tiempo después.

En la misma dirección se le interrogó por qué si consideraban al doctor Álvaro Gómez una presea, las Farc se abstuvieron de adjudicarse el hecho en su momento. El compareciente respondió que ese era un tema del Secretariado y no de su directa incumbencia como jefe de milicias. Sin embargo, las explicaciones dadas se dirigieron a la intención de profundizar con el silencio subversivo sobre el crimen las contradicciones dentro del establecimiento alrededor de la autoría del magnicidio.

Igualmente, Gallo le dio plena validez al documento reseñado hace unos años por el senador José Obdulio Gaviria, aludiendo a unos manuscritos del ya fallecido jefe de las Farc, Manuel Marulanda o ‘Tirofijo’. El parlamentario, en una columna del diario El Tiempo, aludió a papeles del cabecilla donde, entre otros, se recopilaban las órdenes y mensajes del Secretariado sobre el asesinato del doctor Álvaro Gómez.

¿Y los autores?

Por su parte, el compareciente declaró que el crimen del connotado dirigente conservador fue ejecutado por un comando de cuatro guerrilleros, a sus órdenes. Fueron ellos alias ‘Danilo’, ‘Chayanne’ y ‘Fredy’, de los cuales el primero era el jefe del operativo. Añadió que dos ya fallecieron en una confusa acción policial en el sector de Mondoñedo, cerca de Bogotá, y el otro murió entre Arbeláez y Fusagasugá, también en Cundinamarca. El cuarto integrante fue identificado por Gallo como alias ‘Sebastián’, del cual dijo no saber su paradero desde que desertó de la guerrilla.

Sobre la materia la exsenadora Piedad Córdoba ha insistido en que uno de los autores materiales del magnicidio está vivo y que estaría dispuesto a declarar.

Gallo afirmó, asimismo, que, tras recibir la orden del Secretariado, el plan de ejecución fue acelerado y se hizo efectivo en un mes. Al respecto dijo: “Se dio la orden de proceder con el atentado y realmente el proceso que se dio fue muy rápido. Se tuvo la información y dado que estaba próxima la fecha de las vacaciones de la Universidad Sergio Arboleda se tomó la decisión de acelerar la ejecución del hecho”.

Al ser preguntado por parte de los magistrados de la JEP, Gallo afirmó que las milicias urbanas a su cargo actuaron sin complicidad con otras organizaciones subversivas, agentes del Estado o paramilitares.



Hacia el final de la audiencia, el delegado de la Procuraduría General de la Nación insistió en la necesidad de ser más puntuales en cuanto a las circunstancias de tiempo, modo y lugar, y todos los elementos alusivos al crimen.

Gallo habló, entonces, de los estatutos y reglamentos de las Farc para llevar a cabo una operación de este tipo, pero no ahondó en la clase de armamento y munición que permita el cotejo de la balística o de los demás requerimientos comunes a develar estos delitos.

En cuanto al día del crimen del doctor Álvaro Gómez, ‘Losada’ indicó que uno de los temas se concentraba en cómo evitar el fuego cruzado en un lugar tan concurrido como la zona de la Universidad Sergio Arboleda.

Ante la pregunta de uno de los abogados sobre si otros miembros del ‘Bloque Oriental’ de las Farc, del que dependían operativamente las milicias urbanas a su cargo, estaban dispuestos a declarar ante la JEP en la fase probatoria, Gallo dio los nombres de quienes todavía están vivos y se mostró dispuesto a avanzar en esa materia. Mencionó, entre otros, a Mauricio Jaramillo, Alberto Martínez y Rafael Gutiérrez.

Al final del interrogatorio, se dio curso al aplazamiento de la audiencia de Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, establecida para este viernes 11 de diciembre, por encontrarse internado en una clínica en el departamento de Antioquia, por un fuerte cuadro gripal, aunque le descartaron contagio de Covid-19.

Acto seguido, el presidente de la Sala dio por terminada la sesión y quedó en manos de la jurisdicción especial señalar la fecha para dar curso a la etapa probatoria.            

Otros crímenes de las Farc

En su versión ante la JEP, el senador Julián Gallo se refirió, además del caso de Álvaro Gómez, a otros crímenes reivindicados por la entonces guerrilla de las Farc, particularmente los de Hernando Pizarro León-Gómez, José Fedor Rey, Jesús Antonio Bejarano, Fernando Landazábal Reyes y Pablo Emilio Guarín.

De este último caso dijo no tener información completa pues aseguró que no tuvo que ver, pero explicó de acuerdo con las Farc Guarín hacía parte de un grupo paramilitar, por ello fue declarado objetivo militar.

Del crimen de Hernando Pizarro León-Gómez contó se apartó de las Farc para ingresar al frente ‘Ricardo Franco’, y que ante información de que atentaría contra su cúpula la guerrilla decidió infiltrar ese comando. Y agregó que Pizarro fue ejecutado por un comando de la Red Urbana Antonio Nariño (Ruan) que el hoy senador comandaba.

Sobre el asesinato del general Fernando Landazábal Reyes declaró que fue declarado objetivo militar por haber sido uno de los ideólogos de la guerra contrainsurgente a quien culpó del asesinato permanente de líderes sociales, dirigentes sindicales y líderes de izquierda.

El crimen de Jesús Antonio Bejarano, dijo, fue ejecutado por una estructura denominada ‘Joselo Lozada’ de la Ruan porque el dirigente de izquierda, como vocero del Gobierno “entorpeció las negociaciones de paz con las Farc”.

También habló del atentado contra el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, del que calificó como “una señal” del compromiso de la desmovilizada guerrilla con el Acuerdo de Paz.

Consultado sobre la muerte de Eduardo Umaña, el senador Gallo negó toda participación de las Farc, incluso dijo que era un defensor de derechos humanos “respetado” por esa guerrilla.

No obstante, los abogados de las víctimas pusieron en duda la versión de ‘Losada’. El jurista Bernardo Henao Jaramillo aseguró que la versión de Gallo “no tiene respaldo probatorio”.

A su turno, Fernando Landazábal, hijo del general asesinado, señaló que la versión de ‘Losada’ se basa “en suposiciones” porque no formó parte del ‘secretariado de las Farc’.