La llegada de una nueva “minga indígena” a Cali el próximo 10 de diciembre continúa generando controversia en la capital del Valle del Cauca, sobre todo entre los sectores que consideran un riesgo para la seguridad la movilización de los resguardos tras los violentos hechos de abril pasado, y aquellos que sostienen que se trata del ejercicio de un derecho que tienen las comunidades ancestrales.

Este fin de semana, por ejemplo, el senador uribista John Harold Suárez, en una columna de opinión, señaló que “la toma a la ciudad de Cali del pasado 28 abril por parte de la minga indígena del CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca) parece que no dejó enseñanzas al alcalde, Jorge Iván Ospina, quien en una actitud negligente les entregó el manejo de la ciudad renunciando a sus deberes como autoridad constitucional. Vimos a estas personas hacer retenes ilegales, restringir la libre circulación, portar todo tipo de armas, incluso drogas, infringir normas de tránsito, generando caos en la ciudad”.

Agregó el parlamentario que “ahora, a raíz del comunicado dirigido al Gobierno Nacional por parte de los habitantes de la comuna 22 de Cali exigiendo la protección a sus derechos amparados en la Constitución ante el anuncio de la llegada a la ciudad de la minga el próximo 10 de diciembre, la respuesta intimidante del consejero mayor del CRIC, Hermes Pete, no deja de ser preocupante”.

“Ya nada sorprende del Alcalde de Cali al señalar de racistas a quienes exigimos como ciudadanos a la primera autoridad de la ciudad cumplir la Constitución y las funciones para las que fue elegido. No, señor Alcalde, no puede usted atizar la controversia acudiendo a discursos de un supuesto odio racial por preocuparnos por la defensa de las instituciones, los derechos humanos de todos y exigir el cumplimiento de sus deberes. Por las venas de los colombianos circula sangre indígena, de la que nos sentimos orgullosos. La discriminación la hace usted al priorizar los derechos de un sector por encima de los derechos de los demás ciudadanos”.

Una semana atrás, el alcalde Ospina se refirió a la movilización convocada por el Movimiento Indígena de Colombia, programada para el próximo 10 de diciembre, y que en su desplazamiento hacia Bogotá recorrerá las calles de Cali.

“Es una situación que atenderemos con respeto siempre, constituyendo un protocolo de llegada al territorio, de acompañamiento, entendiendo que la minga como colombianos pueden transitar por cualquier parte del territorio y que nosotros necesitamos tener los planes de acompañamiento suficientes”, afirmó Ospina.

El mandatario indicó que en dicho protocolo deben estar involucrados los entes del Ministerio Público, “debe estar la Personería, la Procuraduría, la Defensoría del pueblo, la Secretaría de Paz, los cascos azules; debe haber un plan de movilidad para saber cuáles pueden ser las distorsiones que puede traer esto y debe haber, a su vez, un punto donde ellos van a llegar y van a estar en sus reflexiones de sociedad”.

La minga indígena tendrá como destino final la capital del país y, según organizadores de la misma, el propósito es reclamar por sus derechos y el incumplimiento en más de 1.600 acuerdos con el Gobierno nacional.