1. Descache político
La decisión de transmitir en directo por los canales públicos y privados de televisión el consejo de ministros esta semana, terminó siendo un error político porque el país y la oposición fueron testigos de una discusión sin ningún tipo de orden y marcada por los enfrentamientos e inconformidades.
Por un lado, el presidente regañó y responsabilizó a varios ministros por la baja ejecución de políticas y programas, especialmente porque sacó a relucir un informe que ya habían analizado en un cónclave ministerial en días anteriores, deficitario porque no se han llevado a cabo 146 de 195 compromisos que ha adquirido el Gobierno con comunidades en diferentes regiones.
Y por el otro lado, lo más sorpresivo, el enfrentamiento entre integrantes del gabinete, sin importarles que el país estaba observando lo que allí ocurría, por la presencia de Armando Benedetti (nuevo jefe de despacho), y Laura Sarabia, (nueva canciller), de quienes ha sido cuestionada su presencia en la administración por varios ministros y la vicepresidenta Francia Márquez porque no hacen parte del proyecto político petrista y progresista, y por los escándalos que ya los había sacado del Gobierno, pero que el mandatario los reenganchó.
La ministra de Ambiente Susana Muhamad dijo que como feminista y que por ello está en contra de la violencia contra la mujer, no se sentará de nuevo en la mesa con Benedetti. Mientras que la vicepresidenta Márquez dijo “no me parecen las actitudes de Laura Sarabia con nosotros y conmigo, que me ha tocado decirle que me respete, que soy la vicepresidenta”, entre otras discusiones que se presentaron.
Si bien el consejo de ministros fue citado para determinar los decretos restantes de la conmoción interior para el Catatumbo, el presidente Petro minutos antes de que iniciara ordenó que se transmitiera por televisión y cambió la agenda, incluyendo la discusión del referido informe sobre cumplimiento de los compromisos del Gobierno.
2. Legalidad de la transmisión
Por primera vez en la historia el presidente Petro hizo público un consejo de ministros, algo impensado en anteriores administraciones, no solo por los efectos políticos y en la opinión pública que ello puede provocar para un gobierno, sino porque está prohibido en la norma.
La Ley 63 de 1923 establece en el artículo 9 que “las sesiones del consejo de ministros como cuerpo consultivo son absolutamente reservadas, y no podrá revelarse ni el nombre del ministro a cuyo estudio haya pasado cada asunto materia de consulta”.
Producto de esta situación, hasta el momento han radicado tres denuncias contra el presidente Petro ante la Comisión de Acusación de la Cámara por dos representantes del Centro Democrático: José Uscátegui y Juan Espinal; y por un ciudadano de profesión abogado.
Otra situación que se vio es que los canales de televisión privados tuvieron que transmitir durante varias horas el consejo de ministros, perjudicando su parrilla de programas que tiene un estricto horario y una publicidad contratada, que debe emitirse en horas determinadas.
Incluso el entonces secretario del Departamento Administrativo de Presidencia de la República (Dapre), Jorge Rojas, advirtió al presidente durante el consejo de ministros que los canales RCN y Caracol suspenderían la transmisión porque iban a pasar el partido de fútbol Colombia con Paraguay, del Sudamericano Sub 20 que se desarrolla en Venezuela.
3. Caso Benedetti
Si bien el presidente fue suficientemente alertado, en privado y en trinos, por varios de sus altos funcionarios sobre la oposición a que trajera a Benedetti a Palacio, proveniente de embajador ante la FAO, Petro insistió generando una polémica y un ambiente enrarecido.
De todas formas, los funcionarios en contra de traer a Benedetti habían bajado el tono, conscientes porque el mandatario tiene autonomía para nombrar y desvincular colaboradores en la administración, sin embargo, la inconformidad está latente, como se vio al estallar en el consejo de ministros esta semana, y que por lo tormentoso del mismo produjo la mayor crisis hasta el momento en el Gobierno.
Es claro que el llamado petrismo “pura sangre y el progresismo” que acompañan a Petro no quieren tener que ver con Benedetti, no solo porque su origen político está en los partidos tradicionales, sino por los escándalos que lo han rodeado, como cuando salió del Gobierno porque en un mensaje por WhatsApp que envió a Sarabia, amenazó con contar cómo se financió, según él, la campaña presidencial en 2022 en la costa norte, que dijo si revelaba irían todos a la cárcel.
A pesar de lo ocurrido en el consejo de ministros el presidente mantuvo a Benedetti en el cargo, y no se sabe qué pueda ocurrir en adelante teniendo en cuenta que éste como jefe de despacho debe ser el puente entre el mandatario y los ministros, así como con otros altos funcionarios.
4. La canciller Sarabia
Así como por la designación de Armando Benedetti como jefe de despacho, no para la polémica por el nombramiento de Laura Sarabia como canciller, la persona más joven que ha tenido el país en el cargo con apenas 30 años y sin más experiencia política de la que ha logrado en este gobierno, primero como jefe de despacho, luego como directora del Dapre y con un breve paso por la dirección de Prosperidad Social.
Como se dijo Sarabia es resistida por el petrismo pura sangre en el Gobierno y la bancada del Pacto Histórico, y además algunos la han señalado de supuestamente usar los cargos para hacer crecer su poder en Palacio.
El excanciller en este gobierno Álvaro Leyva dijo que “la nueva ministra de Relaciones Exteriores carece de las condiciones íntimas personales (no quiero ser más directo en este momento) y de los conocimientos necesarios y autoridad intrínseca para representar al país, y para ser atendida con seriedad en el exterior”.
En tanto que en el ‘famoso’ consejo de ministros, Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, llamó a Sarabia “mentirosa” porque ella aseguró que “nadie de Prosperidad Social se hizo presente” en el aeropuerto de Medellín esta semana en la llegada de un avión que provenía de Panamá con colombianos deportados de Estados Unidos.
Bolívar considera que en los altos cargos del Gobierno deben estar las personas del proyecto político de Petro. “Creo que Laura (Sarabia) y Armando Benedetti no deberían ocupar estos altos cargos”, afirmó.
5. Cantada rebelión de la vicepresidenta
En el consejo de ministros la vicepresidenta Márquez fue una de las que se manifestó más inconforme por la situación que se presenta en el Gobierno y el país. Así se lo dijo sin filtro al presidente Petro.
Sobre la crisis de seguridad manifestó que, en el Cauca, su departamento de origen, “me duele que me digan que estaban mejor antes de que llegara a este Gobierno”.
También recordó al jefe de Estado que “mi carta de renuncia yo se la puse desde el mismo día que usted me designó como ministra de la Igualdad”; y sobre las designaciones que ha hecho Petro en algunos cargos fue clara en que “siento que algunos nombramientos puedan estar relacionados con chantajes para destruir un sueño de país”.
Todo lo señalado por la vicepresidenta Márquez no es nuevo, pues de tiempo atrás se sabía de su inconformidad porque se ha dicho que se siente relegada por el presidente; en tanto que, por las críticas a su gestión y baja ejecución del Ministerio de Igualdad a su cargo, ha manifestado malestar porque es uno de los presupuestos más bajos de todas las carteras. Por ello ha tenido roces con los ministros de Hacienda y con Laura Sarabia.
Algunos consideran que el fuerte pronunciamiento de Márquez durante el consejo de ministros significaría el rompimiento de la vicepresidenta con el presidente, algo inédito desde que se creó esta figura en la Constitución del 91. La situación es más preocupante porque se produjo públicamente por la transmisión en directo por televisión que se hizo de este encuentro.
6. La autocrítica de la gestión
Distintos funcionarios, comenzando por la vicepresidenta Márquez, dijeron que tanto el problema de la corrupción como de la ineficiencia en la gestión es lo más grave que ha tenido el Gobierno hasta el momento.
La vicepresidenta dijo que en el Gobierno “no todo se hace con la transparencia, presidente, con la que hoy le hablamos al país. Eso es parte de mis dolores porque ayudé a elegir este Gobierno y me duele que se presenten tantos actos de corrupción. Tenemos que decirlo de frente”.
Fue el propio mandatario el que cambió el orden del día de este consejo de ministros para presentar un informe donde se registra un alto incumplimiento de los pactos que ha suscrito el Gobierno con las comunidades en diferentes regiones del país. “Es el pueblo el que manda, nosotros somos sirvientes del pueblo, sirvientas del pueblo. Entonces aquí hay 195 compromisos hechos, establecidos con el pueblo, de los cuales 146 no se han cumplido hasta el momento, señores y señoras, anoten”, reclamó el jefe del Estado a sus ministros.
Durante el consejo el presidente se vio visiblemente fastidiado y responsabilizó a sus ministros por los retrasos y fallas en la gestión gubernamental. A la titular de Vivienda le dijo que “ministra de Vivienda: está mal hecho el trabajo. Nos debe agua, agua potable”.
El presidente justificó que hizo público el consejo de ministros por motivos de transparencia para que los colombianos se enteren sobre las decisiones que se toman en el Gobierno
Luego de este consejo Petro explicó en X que “decidí que (el consejo de ministros) se hiciera expuesto al pueblo para obtener respuesta del gabinete sobre ese incumplimiento”. Añadió que no obstante “se prefirió evadir las respuestas y lanzar el ataque caníbal y autodestructivo”.
Sin embargo, la oposición política ha fustigado su postura de responsabilizar a los ministros por los retrasos en la gestión.
“Presidente, ofende a Colombia que, a estas alturas, usted evada responsabilidades culpando a sus subordinados. Lavarse las manos no es el camino; usted es el director de la orquesta, actúe como presidente”, indicó en la réplica de la oposición el senador Carlos Motoa, de Cambio Radical.
7. Ambiciones políticas
Es claro que muchos de los roces que se están presentando en el alto Gobierno se dan por el codo a codo entre los que quieren ser candidatos a la presidencia por el partido único del Pacto Histórico, así como por los que pretenden posicionarse en las listas de esta colectividad al Senado y la Cámara en los comicios del 2026.
Desde el comienzo de este año el mandatario invitó a los ministros y otros altos cargos a renunciar si es que tienen aspiraciones en las próximas elecciones. Así lo reiteró en el citado consejo de ministros, en donde incluso dijo que algunos por estas motivaciones tienen una agenda paralela.
Al día siguiente, Petro reiteró este llamado en la red X: “Los que quieran hacer campaña salen, son libres, ya lo había pedido. Los que quieran trabajar el cumplimiento del programa se quedan”.
No obstante, tras el polémico consejo de ministros el único que renunció es Juan Correa, quien estaba al frente de Cultura.
Entonces, lo que ha sucedido es que Petro invita a renunciar, pero sigue dejando actuar a todos los ministros, y eso ha generado inestabilidad en el alto Gobierno, problemas de gestión, controversias públicas entre los funcionarios, así como hace más crítica la imagen de su administración.
8. Sensibilidad del tema M-19
Durante su gobierno Petro en varias oportunidades ha hecho manifestaciones e incluso ha querido realizar actos recordando a la guerrilla del M-19, de la cual hizo parte en los años 90, que, sin embargo, en la mayoría de los casos no le han salido bien.
Lo más reciente fue en el consejo de ministros esta semana, pues dijo que “la única razón por la que Benedetti está al lado mío es porque tiene una especie de virtud, que es ser loco”. Añadió que “tiene un toque de Jaime Bateman que es la magia”.
Por ello protestó en esta reunión Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), quien enfatizó que “no acepto que se compare al señor Benedetti con Jaime Bateman: el hombre Caribe, el hombre limpio, el hombre transparente”.
También en noviembre pasado, el mandatario fue cuestionado porque en una ceremonia en la Casa Militar del Palacio de Justicia, hizo un homenaje a miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía, así como a exintegrantes del M-19. Petro lo justificó defendiendo la importancia de la reconciliación.
Otra polémica por este tema fue cuando el jefe de Estado anunció que el sombrero blanco que perteneció a Carlos Pizarro, el comandante del M-19 asesinado tras desmovilizarse cuando era candidato presidencial, ahora es patrimonio cultural de la nación.
9. No se aprietan el cinturón
El presidente Petro y el ministro de Hacienda, en ese caso Diego Guevara que lleva pocas semanas en el cargo tras la salida de Ricardo Bonilla, no han logrado convencer a todos los ministros de que se aprieten el cinturón debido a la crítica situación fiscal que vive el Gobierno.
Hay muchas quejas sobre ese tema, cuando lo lógico sería que el Gobierno debería dar la orden de que todos actúen en consecuencia y que no estén generando una controversia pública que desgasta la idea del Ejecutivo de un apretón presupuestal, pues constantemente se vienen enfrentando por el presupuesto.
El ministro de Defensa, Iván Velázquez, dijo en diciembre pasado por los recortes en el presupuesto para este año, que “la falta de recursos no solo dificulta la vinculación de nuevos efectivos, sino que puede dejar a muchos jóvenes sin oportunidades, llevándolos a buscar opciones en grupos ilegales. Necesitamos fortalecer nuestras tropas y la Policía para recuperar el control territorial de los grupos armados ilegales”.
10. Las renuncias
La crisis que se evidenció en el consejo de ministros termina siendo más grave porque sigue mostrando que hay inestabilidad en los altos cargos del Gobierno, al punto que renunciaron, como se dijo, el ministro de Cultura; el director del Dapre, Jorge Rojas; y la secretaria jurídica de Presidencia, Paula Robledo, y no se descartan más dimisiones en los próximos días.
Hay que recordar que el ministro del Interior, Juan Cristo, planteó a los integrantes del gabinete presentar su renuncia protocolaria, con el fin de dejar al jefe de Estado en total libertad de decidir quién lo acompañará y quién no en el tramo final del Gobierno. Sin embargo, la propuesta no tuvo eco.
Esta debilidad y contradicciones al interior del Gobierno se presentan ad portas de que el Congreso retorne a sesiones, en donde contrario a la necesidad de que la administración llegue unida y fortalecida para defender las reformas en trámite de salud y de trabajo, en un escenario legislativo crítico porque no tiene las mayorías en Senado y Cámara, está dividida.