El exministro de Salud y actual rector de la Universidad Central, Jaime Arias, leyó con calma el articulado de la reforma a la Salud y le contó sus impresiones a EL NUEVO SIGLO.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué impresión se llevó de la lectura de la reforma de la salud?
JAIME ARIAS: Leí el articulado, 150 artículos en 15 capítulos, y entonces uno se lleva la primera impresión de que lo redactaron bien. Pero cuando entra a mirar los artículos y los capítulos, es un verdadero desastre de reforma lo que han presentado. Porque en el papel puede sonar hasta bien, ya que, como dice la propia ministra, tratan de hacerle una copia a los sistemas de Europa, que son sistemas con gobernanza pública, fundamentalmente, donde el Estado es el gran actor en toda la cadena; sistemas territoriales, que arrancan con atención primaria y con una gran financiación pública. Entonces esto es una copia de eso. Pero eso en Colombia no funciona, y ya lo sabemos. Porque a nosotros nos tocó en el año 92 cambiar el sistema, cuando la Ley 100 se hizo, precisamente porque no funcionó, con un esquema que era público.
También hay ahí alguna influencia cubana. Lo ve uno cuando hablan, en atención primaria, de la persona, la familia, la vereda, el barrio, el control, etc. Y cuando la vicepresidenta dice que el sistema de Cuba es uno de los mejores.
Pero el proyecto es muy confuso. Desde luego, destruye el actual sistema. Ahí no es construir sobre lo construido; lo destruye. Y especialmente el aseguramiento, que vuelve a pasar al Estado, como fue en los años sesenta, setenta, que había un aseguramiento del seguro social estatal.
ENS: ¿Considera que esto ya es el fin de las EPS?
JA: Pues si se aprueba, sí es el fin de las EPS. Claro, porque las ponen a ser unas pequeñas administradoras, a que hagan auditorías, asesorías; y mientras tanto sí pueden montarse en el nuevo sistema creando los puestos de atención primaria en salud, los CAP, y así pueden subsistir por un tiempo, pero les cambian el modelo de aseguramiento actual. Y las EPS, gústennos o no, sean buenas o malas, sí son hoy en día el articulador central del sistema.
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ENS: ¿Y qué va a pasar con la parte financiera? ¿La Adres es la que se va a encargar de recaudar todo el dinero?
JA: La Adres es un ente público que hoy día funciona bastante bien, diría yo, pero con esto de que maneje todo el círculo de los recursos financieros, desde la captación de los recursos hasta su distribución final, creo que puede resultar supremamente peligroso. Hay ya muchas voces preocupadas. Ahora, hablando de lo financiero, yo no sé cuánto vale este proyecto, no he visto ninguna cifra que nos dé el Ministerio de Hacienda, pero puede costar varios billones de pesos.
ENS: ¿Cómo ve esta reforma desde el punto de vista del paciente?
JA: En teoría, como dice la ministra, que está copiando algunos de los sistemas europeos, incluyendo el español y el italiano, el paciente tiene asignado un centro de atención primaria. Ya no es una EPS, no un asegurador, sino un centro de atención primaria, y esa es la puerta de entrada. Pero ¿quién le dice a uno cuál es su centro de atención primaria?, ¿es un hospital o un centro de salud?, etc. Para los pacientes es desastroso esto; para los 50 millones de afiliados que tiene el sistema, porque los lanzan a la calle a que busquen, que rebusquen servicios de salud. Tal vez se van a salvar los que tienen recursos para pagar prepagada, porque esas sí las mantienen.
ENS: ¿Mucho profesional de la medicina se verá afectado al pasar de un sector privado al público?
JA: Con respecto a los de las EPS, que yo creo están empleando más o menos a 100 mil personas, esos sí tendrán que ir a buscar empleo a otra parte. Pero yo no creo que vaya a haber desempleo, por ejemplo, de los profesionales, de los médicos, en primer lugar porque ellos dependen de las IPS, de los hospitales, clínicas; más que de las EPS. En segundo lugar, porque si crean estos centros de atención primaria allí van a tener empleo.