El presidente Gustavo Petro pidió este viernes a sus compatriotas que residen en Estados Unidos de manera irregular que regresen "de inmediato" al país, en pleno hostigamiento de las nuevas autoridades de la Administración de Donald Trump hacia la población migrante.
"Le solicito a las colombianas y colombianos sin documentos en Estados Unidos dejar sus trabajos de inmediato en ese país y retornar a Colombia lo más pronto posible", ha instado Petro a través de su cuenta de X.
"La riqueza la produce solo el pueblo trabajador", ha añadido el mandatario, quien ha prometido que las autoridades colombianas ayudarán a quienes regresen a empezar de nuevo a través de "créditos productivos". "Construyamos riqueza social en Colombia", ha animado Petro.
A lo largo de esta semana, aviones de deportados han ido llegando a varios países de América Latina --hasta tres han tomado tierra en Colombia-- como parte de la agresiva política migratoria de Donald Trump. Las condiciones en las que estas personas han sido trasladadas también ha sido motivo de denuncia, debido a que la gran mayoría de ellos han llegado a sus países de origen maniatados.
Choque Trump- Petro
El pasado 26 de enero Colombia y Estados Unidos tuvieron una crisis diplomática por la negativa del presidente Gustavo Petro de recibir dos aviones con migrantes colombianos, alegando que los connacionales venían con tratos inhumanos. Horas después Trump anunció aranceles a las importaciones procedentes del territorio nacional y otras medidas contra el oficialismo como restricciones de viajes y revocatoria "inmediata" de visas.
Dos aviones de la Fuerza Aérea del gobierno de Colombia llegaron este martes a Bogotá con unos 200 migrantes deportados por Estados Unidos.
"Son colombianos, son libres y dignos y están en su patria donde se les quiere. El migrante no es un delincuente es un ser humano que quiere trabajar y progresar, vivir la vida", aseguró en la red social X el mandatario, que exigía a Trump condiciones "dignas" como no esposar a los deportados.
Tras horas de tensión, Bogotá aceptó los términos de las políticas del mandatario republicano y apagó una disputa que subía de tono.